Los días 27 y 28 de febrero los 42 mil profesores que integran la UNAM tendrán la oportunidad de votar a favor o en contra de que una vez más se legitime el contrato colectivo de trabajo que controla el AAPAUNAM, y que, de acuerdo por lo señalado por el SITTAUNAM, aproximadamente el 90 por ciento de la plantilla académica de la UNAM ha padecido, debido a la precariedad a la que mantiene a la gran mayoría de los docentes.
Ciudad de México, 24 de febrero (SinEmbargo).- Académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) llamaron a sus compañeros a votar en contra del contrato colectivo de trabajo que está próximo a renovarse, debido a que, aseguran, es la herramienta mediante la cual se ha propiciado que exista una disparidad salarial entre miles de docentes de esta casa de estudios, ya que algunos pueden percibir sueldos de 110 pesos por clase, mientras que otros pocos, los denominados de élite, ganan hasta más de 100 mil pesos al mes, por lo que, denunciaron, “un trabajador de Uber, gana más que un profesor universitario”.
En entrevista con las periodistas Daniela Barragán y Perla Velázquez para el programa Café y Noticias que se transmite por el canal de Youtube SinEmbargo Al Aire, integrantes de la Secretaría General del Sindicato Independiente de Trabajadoras y Trabajadores Académicos de la UNAM (SITTAUNAM), organismo disidente de la Asociación Autónoma del Personal Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (AAPAUNAM), explicaron que es precisamente este último es el titular y principal promotor del contrato colectivo de trabajo, que tiene el objetivo de mantener los privilegios de unos cuantos.
“Los profesores estamos sometidos a una permanente condición de precariedad, tanto que el salario fijo de un profesor por hora, de asignatura, que somos casi 29 mil de asignatura, es de 108 pesos la hora, se aumentó en un 2 por ciento directamente y 2 por ciento a prestaciones, gracias a que los de AAPAUNAM negociaron ese 4 por ciento que es inferior a la inflación. Entonces, estamos en una situación de intención, porque si un profesor tiene derecho a estímulos su salario se incrementa, pero si el profesor no tiene continuidad, porque lo contratan un semestre sí o uno no y acaba de entrar gana 108 o 110 pesos la hora. Un trabajador de Uber, gana más que un profesor universitario”, expresó Alfredo Bravo, encargado de la Secretaría de trabajo del SITTAUNAM.
Asimismo, acusó que “la autonomía se ha convertido en un pretexto. Un pretexto para violar las leyes federales y los tratados internacionales y nuestro derechos como profesores, que tenemos derecho a la estabilidad laboral y a la promoción y no tiene que ver con la Ley del trabajo, sino con los tratados internacionales que la UNAM ha firmado, es un derecho humano: tener una posibilidad de que nuestro nivel como trabajadores se incremente por la base del desempeño y tener una pensión digna”, sostuvo Bravo.
Serán los días 27 y 28 de febrero cuando los 42 mil profesores que integran la máxima casa de estudios del país, tendrán la oportunidad de votar a favor o en contra de que una vez más se legitime el contrato colectivo de trabajo que controla el AAPAUNAM, y que, de acuerdo por lo señalado por el SITTAUNAM, aproximadamente el 90 por ciento de la plantilla académica de la UNAM ha padecido, debido a la precariedad a la que mantiene a la gran mayoría de los docentes, quienes, además, semestre a semestre se enfrentan a la incertidumbre de no saber si se les renovará su contrato laboral.
“Un profesor en promedio en la UNAM gana menos de ocho mil pesos, somos pobres permanentes los profesores, y pretenden las autoridades y esta casta, que muchos le llaman la casta dorada, que tiene los salarios más elevados, profesores con 150 mil pesos, el rector con 170 mil, sin considerar estímulos, los cuales duplican o triplican el salario. Además de que él tiene viáticos, el resto de los profesores no tenemos nada y entregamos nuestra vida a la docencia, porque quienes llevamos la carga académica en la UNAM, somos los profesores de asignatura. Los profesores de tiempo completo dan dos grupos, el que más da, da tres, en promedio para tener un salario de ocho mil pesos al mes, debemos de tener 15 horas y eso implica cinco grupos, yo tengo cuatro y eso implica un desempeño de la preparación de clases, desenvolvimiento como académico que no se está traduciendo en ingresos”, reiteró Bravo.
Ante estas disparidades en los sueldos, los académicos pertenecientes al sindicato independiente exhortaron al resto de los profesores a votar en contra del contrato colectivo de trabajo, ya que, aseguran, “las AAPAUNAM han permitido que nuestro nivel de vida se deteriore profundamente, mientras ellos como sindicato siguen obteniendo una cantidad enorme sobre la base de las cuotas sindicales, privilegios y prerrogativas que les da la UNAM”, subrayó Bravo.
“No sólo decimos no al contrato colectivo de trabajo que las AAPAUNAM han impuesto año con año, sino también decimos no al control que se ejerce y hacen que estemos en una precariedad”, enfatizó el encargado de la Secretaría de trabajo del SITTAUNAM.
Por su parte, Humberto Oseguera, representante legal del SITTAUNAM, dijo que la próxima convocatoria para votar el contrato colectivo de trabajo “es una oportunidad que tienen los 42 mil profesores, académicos de la UNAM, para votar a favor o en contra de que se legitime el trabajo que ha padecido durante 43 años y que han significado para alrededor del 90 por ciento en total precariedad e inestabilidad, salarios bajísimos y desde luego la zozobra de cada semestre de renovar los contratos”.
“Es la oportunidad para que digan ya basta al fraude, la simulación, es un sindicato la AAPAUNAM que siempre ha aceptado los topes salariales. No obstante de la pérdida del poder adquisitivo que existe del salario, no solamente en la UNAM si no en todo México y por lo tanto, constituirse en una gran asamblea legislativa con un nuevo contrato colectivo, que con un emplazamiento a huelga se sentaría la UNAM a negociarlo y reivindicar la bilateralidad que nunca ha existido de la materia de trabajo: ingreso, promoción, permanencia y salario”, añadió Oseguera.
Los académicos también aseguraron que existe un bloqueo con el que la AAPAUNAM busca impedir que fluya la información, con la que se busca hacer del conocimiento de toda la plantilla docente la importancia que implican las próximas votaciones, y que podrían significar quitarle en control y los privilegios a un reducido grupo, por lo que el SITTAUNAM se ha dado a la tarea de difundir el tema.
“Nosotros, cada cartel, cada lona que pegamos, cada propaganda, cada tweet que mandamos, sale de los bolsillos de nuestros agremiados y en esto tiempo que no se ha dado los recursos lo hemos hecho por convicción y hemos puesto de más, hasta ponemos el pasaje que no tenemos, a comida que no tenemos, pero estamos convencidos que si no luchamos nos vamos a morir en la precariedad, y es literal porque hay compañeros que no se jubilan porque tienen miedo de que su ingreso se merme a la mitad o menos, y que sin estímulos, que ya no se recibirían después de este proceso de jubilación, también nos laceren económicamente a nosotros”, dijo por su parte Fernando López, integrante de la Secretaría General Colectiva del SITTAUNAM.
Sobre otras alternativas al actual contrato colectivo de trabajo impulsado por la AAPAUNAM, Alfredo Bravo consideró que se debería crear un nuevo sindicato con la finalidad de crear contrapesos a lo ya establecido. “Precisamente, la idea que existan nuevos sindicatos es que se pueda generar un contrapeso, y tenemos los mismos derechos, existe no una ni dos, seis tesis jurisprudenciales de la Suprema Corte, que establece que tenemos los mismos derechos que el sindicato titular”, comentó Bravo.
“Nosotros no tenemos los mismos derechos que la AAPAUNAM, nos dicen ‘no son titulares’ del contrato colectivo. Queremos administrar las prestaciones de nuestros afiliados, no solamente la AAPAUNAM puede; queremos un local sindical, como tienen en todas las escuelas y facultades la AAPAUNAM, no, no son los titulares del contrato colectivo, queremos que nos den los recursos que le das a la AAPAUNAM, que nos des computadora, oficina, no, no son titulares. Entonces en los hechos, la Dirección General de Personal, la UNAM, nos está negando la posibilidad de actuar de igual a igual con respecto a la AAPAUNAM y el STUNAM, y eso debería de ser el motivo suficiente para que se declare improcedente la votación que se va a llevar a cabo el lunes”, opinó
“Porque no existen condiciones de igualdad ni de equidad entre las AAPAUNAM, el STUNAM y nosotros, no se trata de cuántos afiliados tiene cada quien, se trata de condiciones de igualdad”, enfatizó.