Estos hallazgos sugieren que la vacunación a mujeres embarazadas podría tener un efecto protector en los propios bebés.
Madrid, 24 de febrero (Europa Press).- Los anticuerpos contra la COVID-19 pueden transferirse de las madres a los bebés mientras están en el útero, según un nuevo estudio de investigadores de Weill Cornell Medicine y NewYork-Presbyterian (Estados Unidos) publicado en la revista científica American Journal of Obstetrics and Gynecology.
Este descubrimiento se suma a las crecientes evidencias científicas que sugieren que las embarazadas que generan anticuerpos protectores tras contraer el coronavirus suelen transmitir parte de esa inmunidad natural a sus fetos. Los hallazgos también apoyan la idea de que la vacunación de las futuras madres también puede tener beneficios para sus recién nacidos.
“Dado que ahora podemos afirmar que los anticuerpos que fabrican las mujeres embarazadas contra la COVID-19 han demostrado transmitirse a sus bebés, sospechamos que es muy probable que también puedan transmitirse los anticuerpos que el cuerpo fabrica después de ser vacunado”, explica la líder de la investigación, Yawei Jenny Yang.
Severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 serology levels in pregnant women and their neonates https://t.co/cyXpeSvvvM
— Ordo Fraterna Fibonacci (@OrdoFibonacci) February 23, 2021
El equipo de investigación analizó muestras de sangre de 88 mujeres que dieron a luz en el NewYork-Presbyterian/Weill Cornell Medical Center entre marzo y mayo de 2020, época en que la ciudad de Nueva York era el epicentro mundial de la pandemia. Todas las mujeres tenían anticuerpos contra la COVID-19 en la sangre, lo que indicaba que habían contraído el virus en algún momento, aunque el 58 por ciento de ellas no presentaba síntomas.
Además, aunque se detectaron anticuerpos tanto en mujeres sintomáticas como asintomáticas, los investigadores observaron que la concentración de anticuerpos era significativamente mayor en las mujeres sintomáticas.
También descubrieron que el patrón general de respuesta de los anticuerpos era similar al observado en otros pacientes, lo que confirma que las mujeres embarazadas tienen el mismo tipo de respuesta inmunitaria al virus que la población de pacientes en general, algo que no se sabía con certeza hasta ahora, ya que el sistema inmunitario de la mujer cambia a lo largo del embarazo.
Además, la gran mayoría de los bebés nacidos de estas mujeres (el 78 por ciento) tenían anticuerpos detectables en la sangre del cordón umbilical. No había pruebas de que ninguno de los bebés se hubiera infectado directamente con el virus y todos dieron negativo en el momento del nacimiento, lo que indica además que los anticuerpos habían atravesado la placenta (el órgano que proporciona oxígeno y nutrientes a un bebé en crecimiento durante el embarazo) hasta el torrente sanguíneo del feto. Los recién nacidos con madres sintomáticas también tenían niveles de anticuerpos más altos que aquellos cuyas madres no presentaban síntomas de COVID-19.
Estos datos implican que las mujeres embarazadas podrían transmitir los anticuerpos generados por la vacuna de la misma manera, protegiendo potencialmente tanto a la madre como al niño de futuras infecciones. Sin embargo, aún no se sabe con exactitud el grado de protección de estos anticuerpos ni la duración de dicha protección. Por eso, los autores siguen aconsejando a las pacientes embarazadas que decidan vacunarse que sigan las pautas de seguridad para evitar la propagación de la enfermedad.