Representantes de los países pertenecientes al G20 no se separaron de los efectos que el coronavirus puede tener en la economía mundial. “El crecimiento económico global sigue lento y los riesgos de inconvenientes continúan, incluyendo los derivados de las tensiones geopolíticas y comerciales y de la incertidumbre política”, afirmaron los ministros.
Riad, 24 de febrero (EFE).- La preocupación por las implicaciones mundiales del coronavirus se coló en la reunión de ministros de Economía y Finanzas y de presidentes de los bancos centrales del G20 que concluyó en Riad, un foro en el que también fueron protagonistas el cambio climático y la fiscalidad digital.
La cumbre de los jefes de las economías de los países miembros del G20 dejó un comunicado de consenso que no trasluce las grandes diferencias que separan a Estados Unidos de los países europeos en relación al régimen fiscal que se debe aplicar a los gigantes transnacionales tecnológicos.
Pero el tema llamado a ser estrella de la reunión no opacó otros asuntos que forman parte de una agenda en desarrollo que alertó sobre la necesidad de dar soluciones individualizadas a los países endeudados y que destacó la urgencia de no dejar a nadie atrás en la era digital.
CORONAVIRUS Y CAMBIO CLIMÁTICO
Los países del G20 no pudieron abstraerse de los efectos que el coronavirus puede tener para la economía mundial y señalaron que “el crecimiento económico global sigue lento y los riesgos de inconvenientes continúan, incluyendo los derivados de las tensiones geopolíticas y comerciales y de la incertidumbre política”.
En ese sentido manifestaron su apoyo a aumentar “el monitoreo del riesgo global incluyendo el reciente brote de COVID-19”.
“Estamos listos para tomar más acciones para resolver estos riesgos”, afirmaron en la declaración.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, informó a los ministros de que “incluso en caso de control rápido del virus, el crecimiento de China y del resto del mundo sufrirá impacto”, indicó el organismo en un comunicado.
“Dada la incertidumbre, sería prudente prepararse para los escenarios más adversos”, agregó Georgieva, que ha venido advirtiendo de que el COVID-19 le costará a la economía mundial al menos una décima de crecimiento y puede suponer hasta cuatro puntos para China.
Una de las sorpresas de la reunión fue la inclusión por primera vez en un comunicado de este tipo de reuniones los riesgos que acarrea el cambio climático, señalando que el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB) examina “las implicaciones para la estabilidad financiera” de ese fenómeno.
“No creo que haya un solo país, sea o no parte del G20, que no crea en la importancia de conservar el medioambiente y en dar todos los pasos necesarios para responder al denominado cambio climático”, indicó en la rueda de prensa posterior a la reunión el ministro de Finanzas anfitrión, Mohamed al Yadaan.
FISCALIDAD DIGITAL
Con la “tasa Google” en el centro de las discusiones entre Estados Unidos y Europa, el asunto de la fiscalidad a las grandes multinacionales tecnológicas ocupó gran parte de los debates de los ministros, que coincidieron en que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es el entorno correcto para encontrar una solución de consenso.
En la declaración el G20 elogió el “reciente progreso realizado en solucionar los desafíos impositivos que surgen de la digitalización de la economía” y apoyó el boceto del Enfoque Unificado del Pilar I, referido al modo de asignar los beneficios de las empresas digitales a una jurisdicción para que paguen impuestos.
Los países también destacaron el “avance” en el Pilar II – el referido al nivel mínimo de impuestos que deberían pagar las multinacionales en todos los países para garantizar que no trasladan beneficios a otras jurisdicciones- como base de las negociaciones.
Ambos avances fueron acordados en el marco de la iniciativa BEPS para la evasión de impuestos por parte de las multinacionales del G20-OCDE.
“Llamamos a hacer más progresos en ambos pilares para superar las diferencias que quedan y reafirmamos nuestro compromiso para alcanzar una solución de consenso con el reporte final que debe cumplirse para finales de 2020”, señalaron.
MERCADOS EMERGENTES
Los esfuerzos para el desarrollo de mercados de capital nacionales como apoyo al crecimiento y para conseguir resistencia financiera e inclusión y la necesidad de impulsar acuerdos para los pagos entre países para facilitar transferencias de bajo coste y más rápidas, incluyendo las remesas, también fueron temas de discusión.
Entre las tareas que dejaron asignadas los países del G20 está que el Grupo del Marco de Trabajo informe sobre las opciones de políticas para impulsar lo que se ha denominado “oportunidades para todos” y el desarrollo la agenda de la “Infra-Tech” o infraestructura tecnológica.
“Tenemos que asegurarnos de que nuestro trabajo es inclusivo, eso involucra a las naciones en desarrollo y a las en vías de desarrollo, y también llamamos a las organizaciones internacionales a asegurar que las naciones, especialmente con bajos ingresos que necesitan apoyo técnico, también se beneficien del desarrollo”, dijo el ministro saudí.