Galápagos combate un mal que le llega de fuera: el plástico

24/02/2019 - 12:03 am

En el archipiélago de Galápagos, situado a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas, están prohibidos materiales de polietileno expandido y las fundas plásticas tipo camiseta desde el año 2015, una disposición a la que se sumó luego el impedimento de uso de sorbetes (popotes). Sinembargo, las corrientes marinas arrastran plásticos hacia todas las costas este de las islas, un tema "preocupante", según el director del Parque Nacional Galápagos, Jorge Carrión. Aunque no tienen un dato exacto de la cantidad de toneladas de plásticos que pueda existir al momento en las costas, el experto recordó que en 2018 recolectaron 22 toneladas.

Por Susana Madera

Quito, 24 febrero (EFE).- El archipiélago de Galápagos, el laboratorio viviente en el que el científico inglés Charles Darwin desarrolló su teoría sobre la evolución de las especies, avanza en su lucha sin cuartel contra un mal que le llega de fuera: el plástico.

Y es que las corrientes marinas arrastran plásticos hacia todas las costas este de las islas, un tema "preocupante", según el director del Parque Nacional Galápagos, Jorge Carrión.

A tenor de las marcas de los envases encontrados durante las limpiezas de las playas, los plásticos llegan desde Perú, Chile, Centroamérica "y una importante cantidad de residuos con marcas asiáticas", aseguró Carrión a Efe.

Aunque no tienen un dato exacto de la cantidad de toneladas de plásticos que pueda existir al momento en las costas, el experto recordó que en 2018 recolectaron 22 toneladas y la semana pasada 4.5 toneladas.

"Ahora estamos clasificando la basura que es un trabajo muy, muy minucioso", comentó sobre la reciente recolección.

En temas operativos, el propio Municipio de la isla Santa Cruz coordina el traslado a la parte continental ecuatoriana de los residuos que estén en buen estado y puedan servir para reciclar, mientras que aquello que no está en buenas condiciones debido a la degradación a causa del sol y la salinidad va al relleno sanitario de la mencionada isla.

En el archipiélago de Galápagos, situado a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas, están prohibidos materiales de polietileno expandido y las fundas plásticas tipo camiseta desde el año 2015, una disposición a la que se sumó luego el impedimento de uso de sorbetes (popotes).

Y una nueva escalada en el combate a los plásticos podría darse en marzo próximo con la prohibición total del uso de bebidas en envases plásticos no retornables.

"La intención es limpiar todas las costas de Galápagos y para eso estamos bien avanzados en la lucha contra los plásticos", apuntó Carrión al insistir en que los plásticos hallados en las costas del archipiélago no corresponden a actividades productivas de esa provincia.

Los plásticos llegan desde Perú, Chile, Centroamérica "y una importante cantidad de residuos con marcas asiáticas". Foto: cedida por la Dirección de Comunicación del Parque Nacional Galápagos, vía EFE

Por eso, en calidad de presidente pro tempore del Corredor Marino del Pacífico Tropical, Ecuador adelanta diálogos con representantes de otros países para extender la lucha contra los plásticos y tratar de contrarrestar la llegada de esos residuos al mar.

Casa adentro, el trabajo avanza en la construcción de la estrategia general para la lucha contra los plásticos en el archipiélago, famoso por su alta biodiversidad y por albergar especies únicas en el planeta. Y por ello, cualquier precaución es poca.

Por eso, junto a la estación científica Charles Darwin, desarrollan un programa de monitoreo para evaluar la amenaza que representa el plástico, como potencial transporte de especies y de su capacidad invasora en las especies de Galápagos, un archipiélago catalogado Patrimonio Natural de la Humanidad en 1978.

De esta manera, se pretende detectar tempranamente la presencia de especies no nativas y reducir así la probabilidad de dispersión secundaria, proveniente de fuentes de plástico.

Los expertos han identificado potenciales especies invasoras que desde Costa Rica y Chile podrían llegar a Galápagos arrastradas por las corrientes.

Y para ello está listo un plan preventivo a fin de intervenir inmediatamente el sitio si localizan una especie invasora, y recoger todos los residuos, que pueden llegar también en los cascos de los barcos.

El Ministerio de Ambiente, a través del Parque Nacional y de la Agencia de Bioseguridad de Galápagos, mantienen controles estrictos a los barcos de carga y turismo y "tenemos la obligación de pedirles que se retiren de la reserva" en caso de encontrar algún tipo de contaminación, señaló Carrión.

También en su lucha contra la contaminación, en 2012 se trasladaron 35 mil neumáticos en desuso desde Galápagos al Ecuador continental, una acción que repetirán tan pronto termine una actualización de la resolución para el transporte de residuos desde el archipiélago.

Las corrientes marinas arrastran plásticos hacia todas las costas este de las islas. Foto: cedida por la Dirección de Comunicación del Parque Nacional Galápagos, vía EFE

En paralelo con la limpieza de las costas, las autoridades de Galápagos desarrollan estrategias de comunicación.

"Es necesario que creemos conciencia ambiental entre quienes residimos en Galápagos y así poco a poco vamos a ir exportando esta conciencia ambiental al Ecuador continental y al mundo entero", comentó Carrión.

Consideró que Galápagos tiene que ser un ejemplo no solo en temas de conservación sino "en forma de vida sustentable", por lo que se congratula de que la población haya aceptado "de buena manera" las acciones para evitar el uso de plásticos, un enemigo que no conoce fronteras.

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