La Fiscalía General del Estado de Jalisco detuvo a cuatro policías acusados del delito de desaparición forzada de tres italianos en Tecatitlán, Jalisco, ocurrido el pasado 31 de enero.
El Fiscal informó que los policías detenidos son Emilio “N”, Salomón “N”, Fernando “N” y Lidia Guadalupe “N”, quienes podrían alcanzar una pena de entre 40 y 60 años de cárcel por el delito de desaparición forzada.
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Ciudad de México, 23 de febrero, (SinEmbargo).- La Fiscalía General del Estado de Jalisco detuvo a cuatro policías acusados de ser los presuntos responsables de la desaparición de tres ciudadanos italianos en Tecatitlán, Jalisco.
En conferencia de prensa, el titular de la dependencia, Raúl Sánchez Jiménez, informó que los cuatro detenidos son policías activos de Tecatitlán. Añadió que, aparentemente, los oficiales habrían entregado a los tres ciudadanos italianos a un grupo del crimen organizado.
Sin embargo, Sánchez Jiménez no especificó el nombre del grupo al que los italianos habrían sido proporcionados, ni si Vicenzo Cimmino, Raffaele Russo y Antonio Russo aún se encuentran con vida.
El Fiscal informó que los policías detenidos son Emilio “N”, Salomón “N”, Fernando “N” y Lidia Guadalupe “N”, quienes podrían alcanzar una pena de entre 40 y 60 años de cárcel por el delito de desaparición forzada.
Vicenzo Cimmino, Raffaele Russo y Antonio Russo desaparecieron el 31 de enero luego de ser detenidos por policías de Tecatitilán, Jalisco.
Raffaele estaba de paso por el municipio jalisciense cuando dejó de contestar su teléfono celular. Preocupados, su hijo Antonio y su sobrino Vincenzo salieron en busca del también vendedor de generadores eléctricos.
Los jóvenes preguntaron a los pobladores de Tecatitilán si habían visto a Raffaele sin obtener respuesta. Luego de detenerse en una gasolinera, dos policías los guiaron hasta un lugar incierto, mientras eran seguidos por una camioneta y dos motocicletas. Desde ese momento, sus familiares perdieron contacto con los italianos.
Hoy, la Fiscalía informó que se cumplimentaron cuatro órdenes de aprehensión giradas por el Juez sexto de distrito con sede en Ciudad Guzmán por el delito de desaparición forzada de personas.
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JALISCO, ENFRENTA CRISIS DE VIOLENCIA
Jalisco es hoy la sede del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), considerado “el Cártel del sexenio”, por ser el del mayor crecimiento y brutalidad durante el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, más de cinco años que coinciden también con los que el Gobernador Sandoval Díaz ha gobernado en ese estado del occidente mexicano.
Desde su fundación, en julio de 2010, el CJNG –liderado por Rubén Oseguera Cervantes, alías “El Mencho”– se ha empeñado en posicionarse como el cártel de la droga dominante en territorio mexicano, y lo ha logrado a través de enfrentamientos violentos con las fuerzas de seguridad del Gobierno mexicano, así como con sus enemigos, entre los que destacan Los Zetas y el Cártel de Sinaloa, quienes han visto mermado su poderío tras la captura de sus principales líderes, reportan informes de la Drug Enforcement Administration (DEA, por sus siglas en inglés).
Actualmente, con el control de 17 de las 32 entidades de la República Mexicana, el CJNG lidera un poderoso imperio criminal que tiene sede en el estado de Jalisco, pero con grandes centros de distribución en ciudades como Juárez, Chihuahua, y Nuevo Laredo, Tamaulipas, desde los cuales se envían cantidades al por mayor de marihuana, heroína y cocaína a sitios como Los Ángeles, Nueva York, Seattle y Atlanta, en Estados Unidos.
Mientras, la ola violenta que sacude al estado ha dejado decenas de muertos en los primeros días de 2018.