Rosa, una trabajadora de limpieza de un edificio de Nueva York que perdió su trabajo durante la pandemia de la COVID-19, fue sorprendida por los vecinos del lugar y le obsequiaron dos años de alquiler de un ático, en reconocimiento de su labor; en un video se muestra la emoción de la mujer ante la noticia.
Nueva York, Estados Unidos, 24 de enero (RT).- Un grupo de vecinos de un edificio en Nueva York sorprendió su limpiadora y decidió pagarle el alquiler de un ático durante dos años en el mismo complejo en reconocimiento a su labor. Los benefactores grabaron un video para captar la reacción de la mujer.
La trabajadora, llamada Rosa, llevaba 20 años limpiando el edificio, pero quedó desempleada debido a la pandemia y tuvo que mudarse a la casa de su hermana. Sin embargo, los vecinos del edificio no se olvidaron de ella y se unieron para darle una alegría.
“Todo el mundo la quiere. Así que decidimos devolverle algo a la mujer que le da tanto a todo el mundo. No tiene ni idea. Está a punto de obtener el ático”, explican en un momento de la grabación.
Según se puede observar en el video, Rosa entró a un apartamento recientemente remodelado, el cual supuestamente debía limpiar antes de que nuevos inquilinos se alojen allí. Acompañada de dos de sus futuros vecinos, la mujer hace un recorrido por la amplia propiedad, que cuenta con 4 dormitorios, 3 baños y una cocina completa.
“Espero que les guste cocinar (a los supuestos inquilinos) porque es una cocina perfecta”, comentó la mujer.
Luego los hombres le muestran terraza, donde la limpiadora admira la vista de Nueva York, y unos instantes después, ya en el interior del ático, le empiezan a dar las gracias a Rosa por su labor.
“Muchas personas en este edificio son grandes admiradores suyos y la quieren mucho. Es una especie de celebridad aquí. No quiero avergonzarla, pero es la verdad”, se escucha en la grabación.
“Sé que ha sido un año difícil para usted y su familia y probablemente ha habido muchas dificultades financieras. Creemos que dejó un impacto real en la gente aquí en el edificio y ellos quieren devolverle algo”, afirma uno de los hombres.
Es entonces cuando le anuncian a Rosa que ese apartamento será su vivienda por los próximos 2 años. Al principio, la mujer luce incrédula, pero luego empieza a lagrimear de alegría, mientras le entregan las llaves y el contrato de la casa.