Tras mejorar el proceso de combinación de imágenes, el equipo de investigadores logró obtener la imagen más profunda del Universo con material obtenido por el telescopio Hubble.
Madrid, 24 de enero (EuropaPress).- La imagen más profunda del Universo tomada desde el espacio ha sido obtenida recuperando una gran cantidad de luz alrededor de las galaxias distantes más grandes observadas por el telescopio Hubble.
Para conseguirla, un equipo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Universidad de la Laguna (ULL), dirigido por el investigador Alejandro S. Borlaff, utilizó las imágenes originales que el Telescopio Espacial Hubble había tomado en una región llamada Hubble Ultra Deep Field (HUDF) o Campo Ultra Profundo del Hubble.
Tras mejorar el proceso de combinación de imágenes, el equipo recuperó una enorme cantidad de luz de estrellas que se había perdido alrededor de las galaxias más grandes del HUDF. La luz generada por todas estas estrellas “perdidas” equivaldría a haber recuperado una galaxia completa y, en algunos casos, significa que muchas galaxias tienen prácticamente el doble del tamaño que se pensaba.
El HUDF es fruto de la combinación de los cientos de imágenes tomadas con la Wide Field Camera 3 (WFC3) durante más de 230 horas que, en 2012, mostraron la imagen más profunda del Universo tomada hasta el momento.
Según informa el IAC, entonces, el método de combinación de imágenes individuales no era el más adecuado para detectar objetos débiles y extensos. Por ello, Borlaff explica: “Lo que hemos hecho es volver al archivo de imágenes originales, tal cual las observó el Telescopio Espacial Hubble, y mejorar el proceso de combinación, tratando de preservar a la vez las galaxias lejanas y pequeñas; y las regiones extendidas de las galaxias más grandes”.
La cámara WFC3, con la que se tomaron los datos, fue instalada por astronautas en mayo de 2009, cuando el Hubble llevaba 19 años en el espacio. Esto ha supuesto un gran reto a los investigadores, porque el conjunto completo (cámara + telescopio) nunca había sido probado en tierra, lo que dificultaba su calibración. Para superarlo, analizaron varios miles de imágenes de distintas regiones del cielo, con el objetivo de mejorar la calibración del telescopio en órbita.
La que actualmente es la imagen más profunda del Universo “ha sido posible gracias a la increíble mejora de las técnicas de procesamiento de imágenes que ha habido en los últimos años, un tema en el que el grupo en el que estamos trabajando en el IAC es muy puntero”, concluye Borlaff.