En entrevista para SinEmbargo la Dra. Ana Beatriz Moreno Coutiño, de la Facultad de Psicología de la UNAM, apuntó que desde que el mercado de los vapes inició, se puso en marcha una campaña muy agresiva dirigida hacia los jóvenes, que son su población objetivo.
Ciudad de México, 23 de diciembre (SinEmbargo).- “No voy a ser cómplice de algo que le hace un gravísimo daño a los jóvenes”. Esas fueron las palabras con las que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, advirtió el pasado 11 de diciembre que enviará una iniciativa de Ley para prohibir en México los vapeadores, o cigarrillos electrónicos, que siguen atrayendo a la población más joven con sabores, colores y hasta diseños llamativos.
De acuerdo con la última encuesta Global de Tabaquismo en Adultos (GATS por sus siglas en inglés), instrumento mundial que monitorea sistemáticamente el consumo de tabaco en personas mayores de 15 años, en México el 12.9 por ciento de la población (12 millones), 16.8 por ciento de los hombres y 9.1 por ciento de las mujeres usó alguna vez los cigarros electrónicos; y actualmente el 2.1 por ciento lo sigue utilizando.
En contraste, la encuesta de la Comisión Nacional contra las Adicciones realizada en 2022 indicó que 975 mil personas de la población mexicana entre los 12 y 65 años utilizan vapeadores, mientras que cinco millones los han usado en alguna ocasión.
En entrevista con SinEmbargo, la Dra. Ana Beatriz Moreno Coutiño, de la Facultad de Psicología de la UNAM, apuntó que desde que el mercado de los vapes inició, se puso en marcha una campaña muy agresiva dirigida hacia los jóvenes, que son su población objetivo.
“Han tenido una variedad de productos muy grandes como los vapes con olores muy llamativos, de formas pequeñas para que se puedan ocultar fácilmente en la ropa, en las mochilas, pero ahora también lo han hecho con figuritas que parecen juguetes coleccionables que llaman mucho la atención, en forma de plumones, de marcadores, para poderlos tener en la escuela”, explicó.
“Esa es la forma en la que han logrado meterse en ese nicho de jóvenes, haciendo un producto que les llame la atención hasta que parezcan cuestiones coleccionables, de diferentes colores, varias formas y haciéndolo atractivo”, aseguró.
En ese sentido, el anuncio del Presidente López Obrador se dio luego de Javier Laynez Potisek, Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), concediera un amparo a la empresa Gastronómica Teopanzolco, dueña del nombre comercial “La Cabrería Grill Pizza”, contra el decreto que prohíbe la venta de vapeadores y cigarros electrónicos.
Según Laynez Potisek la prohibición para la circulación y comercialización de cigarros electrónicos y dispositivos vaporizadores resulta contrario a su derecho a la libertad de comercio, pues destacó que resulta incongruente que las autoridades les den un tratamiento más gravoso a los cigarros electrónicos que a la sustancia que buscan evitar: el tabaco.
Aunque los vapeadores no contengan tabaco, sí cuentan con nicotina, la misma sustancia adictiva que se encuentra en los cigarros convencionales, hookahs y otros productos derivados del mismo, según destaca la ONG estadounidense American Cancer Society.
Pese a que en el 2007, año en que surgieron los cigarrillos electrónicos en Estados Unidos, se presentó esta alternativa como una herramienta para dejar de fumar, se ha comprobado que este tipo de productos, por el contrario, suele impulsar el consumo de cigarrillos convencionales en lo jóvenes
“El tema de los vapes surge como una herramienta para dejar de fumar, hacerlo ver como una forma menos dañina, que porque era una forma diferente de administración de la nicotina y otras cosas, pero era nada más una manera de introducir un producto nuevo, después eso lo dejaron atrás y se lanzan con esta campaña agresiva de hacer cosas muy llamativas”, explicó a este medio Moreno Coutiño.
“El mismo nombre que le pusieron ‘vape’ a estos vapeadores es muy truculento porque hacen creer al consumidor que se trata de vapor como si fuera un producto que vaporiza agua, y lo que se ve que sale cuando la persona lo usa es este humo que es más denso, que parece que no fuera tan dañino, y no es un vapor, es la combustión de químicos, en particular de este acetato de vitamina E, que sabemos que es este aceite que se va a impregnar a los pulmones, entonces no tiene nada de inocuo, al contrario”, agregó
En la conferencia virtual “Los vapeadores en México, en el marco del Día Mundial sin Tabaco”, que se llevó a cabo en mayo del 2022, Moreno Coutiño destacó que la edad de primer contacto de los niños con el tabaco es a los 10 años; con los cigarros electrónicos, el patrón es parecido pues desde los 12 comienzan su consumo ya que son de fácil acceso en puestos callejeros, máquinas expendedoras situadas en centros comerciales y hasta en plataformas de envío de alimentos.
En mayo del 2022 la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) declaró una alerta sanitaria máxima por los riesgos a la salud causados por los vapeadores. Meses más tarde, en octubre del mismo año, Alejandro Svarch Pérez, titular de la Cofepris, informó que a través de un estudio se pudieron detectar al menos 33 sustancias nocivas para la salud en los populares cigarrillos electrónicos.
Por su parte, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), los vapeadores pueden llegar a contener sustancias como nicotina, partículas ultrafinas que pueden inhalarse y llegar al fondo de los pulmones, saborizantes como el diacetilo, que ha sido vinculado a enfermedades pulmonares; compuestos orgánicos volátiles, sustancias químicas que causan cáncer y, metales pesados como níquel, estaño y plomo.
En enero del año en curso entró en vigor la Ley General para el Control de Tabaco, en la que se prohíbe la exhibición y publicidad de cigarros y cualquier producto con tabaco en cualquier punto de venta y comercio, en donde por supuesto, se incluyen los vapeadores.
A pesar del decreto presidencial que se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) en diciembre del 2022, aún hay quienes siguen comerciando con los vapeadores tanto en establecimientos físicos, tiendas en línea y hasta en publicaciones de Facebook Marketplace.
Al ser cuestionada sobre la iniciativa anunciada por López Obrador, la Doctora de la Facultad de Psicología de la UNAM consideró que además de la decisión del mandatario, se deben tomar medidas multidisciplinarias “con una promoción de la salud, de la prevención, que es lo que nos toca a países como los nuestros […] Entonces sería promover más información sobre que estos productos no son inocuos, no son saludables, que no son un juego, y a la vez promover espacios deportivos, de ejercicio, espacios reales que se puedan utilizar por los jóvenes, que den salida a sus necesidades, espacios culturales y hablar también, informar mucho de los costos a largo plazo de la utilización de estos productos”.
Finalmente, destacó que la posibilidad de llegar a implementar pictogramas en estos productos como en las cajetillas de cigarros no sería una solución ya que “la gente se se desensibiliza muy rápido”. “Lo que ha probado tener un poco más de éxito es subir los costos del producto, eso sí impacta porque, bueno, de por sí tenemos economías complicadas, entonces subir el precio sí tiene un impacto”.