Lexmark tiene retenidos los pagos de 75 trabajadores despedidos, quienes firmaron la solicitud de registro de un sindicato. Mientras que los empleados que siguen en las líneas de producción les anunciaron un aumento de cuatro por ciento y el pago de un bono trimestral de 700 pesos con derecho a una falta; todo, asegura Susana Prieto Terrazas, representante legal de los ex trabajadores, con el fin de desmotivar la organización sindical.
Ciudad de México, 23 de diciembre (SinEmbargo).– La empresa estadounidense Lexmark, fabricante internacional de cartuchos para impresoras, se ha negado a pagar aguinaldos e indemnizaciones a los trabajadores que pidieron un aumento salarial de seis pesos en su planta de Ciudad Juárez, Chihuahua. El hecho ya ha dado la vuelta al mundo, pero la firma no ha cedido a las demandas. Ahora la gente es la que se ha solidarizado con los obreros despedidos y ha completado sus aguinaldos.
Susana Prieto Terrazas, representante legal de los ex trabajadores, ha difundido a través de su perfil de Facebook los pagos que han realizado las personas para que los ex empleados de Lexmark puedan tener este ingreso.
"Recibiendo aguinaldo Laura Avila, Rufino Gallardo, Celene Caro, Susana Torres, María Leticia Valadez, Jesus Callejo y Maria de la Luz Ramos. Con ello, terminamos la entrega de los diez aguinaldos donados a la causa de los ex empleados de Lexmark, por parte de TRADOC ( Trabajadores Democráticos de Occidente). Gracias compañeros, por su solidaridad, a nombre de l@s guerrer@s!", escribió Terrazas en su perfil junto a las imágenes de depósitos.
La abogada de los ex trabajadores también agradeció a las personas que llevaron cajas de cartón al plantón que mantienen los inconformes afuera de la ensambladora ubicada en el suroriente de Ciudad Juárez. Prieto Terrazas había pedido en días pasados ayuda para reforzar con este material la casa en la que se encuentran los trabajadores que mantienen sus demandas afuera de la maquila.
Lexmark tiene retenidos los pagos de 75 trabajadores despedidos, quienes firmaron la solicitud de registro de un sindicato. Mientras que los empleados que siguen en las líneas de producción les anunciaron un aumento de cuatro por ciento y el pago de un bono trimestral de 700 pesos con derecho a una falta; todo, asegura Susana Prieto Terrazas, representante legal de los ex trabajadores, con el fin de desmotivar la organización sindical.
"Eso es para resquebrajar a la gente que está en lucha”, dijo. “Cuando me doy cuenta que despiden a más de los de la lista, pretendemos arropar a esa gente, puesto que los movimientos del paro fueron para apoyar a los trabajadores, y nos percatamos que llega uno de ellos y dice: ‘Al plantón no se acerquen, es que dicen que ya nos van a pagar, que nos vayamos a la Junta de Conciliación’. Y entonces digo: ‘Primer punto para desarmar el movimiento”, comentó en entrevista telefónica.
La falta de recursos también empezó a hacer mella en el ánimo de los 75 trabajadores que sostienen el plantón afuera de la planta, en el frío invierno de Ciudad Juárez. Una de las empleadas despedidas, Miriam Delgado, de 38 años, dijo que, después de dos semanas sin ingresos, los obreros en demanda de un sindicato empezaron a vivir de las donaciones.
“Estamos sobreviviendo de las despensas, de donaciones, sobre todo de El Paso; nos trajeron varias latas de atún, nos hacemos despensas y nos las llevamos a la casa, con arroz, frijol, harina, azúcar”, dijo.
El pasado miércoles 9 de diciembre, Lexmark despidió a alrededor de un centenar de empleados; la mayoría de ellos firmantes de una solicitud de creación de un sindicato independiente que les ayudara a exigir mejores salarios.
De acuerdo con la abogada de los trabajadores, Susana Prieto Terrazas, el despido fue una represalia contra la organización de los trabajadores, la cual inició en octubre, cuando la compañía se negó a entregar un aumento de 114 a 120 pesos que esperaban alrededor de mil 300 obreros.
De acuerdo con Prieto, los despidos muestran también “el maridaje” de las autoridades de la Junta local de Conciliación y Arbitraje y las corporaciones, debido a que sólo la primera contaba con la lista de firmantes de la solicitud de un sindicato.
Los despidos se registraron el 8 de noviembre, pocos días después de que Prieto entregó a la Junta local de Conciliación y Arbitraje la solicitud para el registro de un sindicato con la firma de 75 obreros, hoy todos desempleados. El Sindicato fue una decisión de varios obreros inconformes luego de que, en octubre pasado, la empresa se negó a dar ajustes salariales.
La negativa al aumento inició una serie de actos de protesta, entre ellos paros técnicos y la organización en demanda de un sindicato cuya respuesta por parte de la Junta de Conciliación y Arbitraje del Gobierno del Estado se espera en enero.
Lexmark no ha respondido solicitudes de información de este medio.