Ciudad de México, 23 de diciembre (SinEmbargo).- Durante 2012, Forbes lo colocó en el lugar 58 dentro de la lista de los hombres más ricos del mundo con 13,8 billones de dólares. Un año después, la web RussianCapitalists.com, rectificó esos datos, como parte de una defensa hacia uno de los suyos. El sitio contabilizó una fortuna de 18 billones desde el sector minero. Mikhail Dmitrievitch Prokhorov tiene 48 años y serias aspiraciones políticas. Empresario exitoso con el oro que ha extraído desde sus empresas Polyus Golden y ONEXIM, a las que renunció en junio de 2011 para ser candidato a la presidencia rusa.
Un hombre de ojos chicos y nariz prolongada, creció con los números en la cabeza desde donde construyó un imperio gracias a la herencia genética que le dejó su abuela materna, una exitosa microbióloga judía que se afincó en Moscú escapando del horror engendrado durante la Segunda Guerra Mundial. Mikhali distribuyó su elocuente poder económico hasta el occidente, históricamente rechazado por Europa del este. En 2009, una liga prominente recibió su capital, en un sitio predominante de los Estados Unidos.
El primer dueño no originario del país norteamericano fue aceptado un año después por la NBA para que reescribiera la historia de los Nets. Un equipo tradicionalmente perdedor, se mudó gracias a la visión empresarial llegada desde el Oriente europeo. Desde New Jersey hasta Brooklyn, redirigieron todas las esperanzas por hacerle frente a unos Knicks cautivadores pasionales de toda la Gran Manzana. Adquirido el 80% de las acciones, Mikhali estuvo sentado aquel noviembre de 2012 en el Barclays Center inaugurando la nueva era de la franquicia. El primer año resultó espectacular en lo deportivo, tras alcanzar los Playoffs siendo eliminados por unos enjundiosos Chicago Bulls.
La segunda temporada fue planeada para dar el primer paso hacia la consolidación de una franquicia con los sueños grandes. Desbancados los Boston Celtics, llegaron hasta la bonita duela de Brooklyn, Kevin Garnett, Paul Pierce y Jason Terry para acompañara a Brook López y Deron Williams. La expectativa creció demasiado, sin que la dirigencia negara la condición de favorito que de la noche a la mañana adquirieron. Basándose en un modelo económico de antaño, el magnate ruso planificó un año que solo sería exitoso si se conquistara el anillo de campeonato.
“El modelo que me ha inspirado ha sido los famosos planes quinquenales propuestos por Vladimir Lenin. Es cierto que no funcionó muy bien en la economía soviética, pero esepero que aquí sí lo haga”. Al igual que la URSS, que anhelaba convertirse en una superpotencia, los Nets ven como lo planteado se ha disuelto en un fracaso a penas un cuarto de la campaña. Afectado por las constantes lesiones de sus figuras, un registro de 9-17 es la cifra vergonzosa que dibuja una temporada para el olvido. El tobillo roto de Brook López, es la última fatídica noticia que ha salido desde el campamento de Brooklyn.
El 24 de diciembre de 2011, en la víspera de la Navidad, Prokhorov era uno de las 800 personas que estaban en la Avenida Sakharov demandando elecciones libres para el proceso que se venia en puerta con la amenaza conservadora de Vladimir Putin que buscaba reelegirse. El magnate era un candidato rival, soñador de una Rusia diferente. El 4 de marzo de 2012, quedaría en tercer lugar viendo como su rival ganaba el proceso. Un año y medio después, ve como su proyecto deportivo se ha inmiscuido en una ola de fatalidad mientras la prensa especializada se pregunta acera del fracaso de la intervención del dinero ruso. En Brooklyn lamentan la actualidad. Mikhail, desde el palco, no cambia el gesto.