Para comenzar bien el año, y ver el futuro inmediato de la mejor manera, hay que poner atención a nuestra salud visual, porque hasta las cosas más sencillas, como los cambios de luz, pueden afectar seriamente nuestra visión.
Los especialistas siempre han establecido que la luz es fundamental para ver de forma óptima, sin embargo, para una mejor calidad visual, es importante controlar la cantidad de luz que ingresa a los ojos, tanto en ambientes internos como externos.
De ahí que los cambios en la intensidad de la luz contribuyen a la agudización de trastornos y enfermedades oculares como fatiga visual, catarata, degeneración macular relacionada a la edad y retinopatía diabética, entre otras enfermedades, así lo asegura el doctor Rafael Bueno García, oftalmólogo miembro de la Asociación Mexicana de Retina.
También la exposición a los cambios de luz cotidianos puede provocar desde incomodidad momentánea y deslumbramiento, hasta fatiga y otros trastornos de la vista, los cuales van generando deterioro de la capacidad visual, agudizan enfermedades oculares y distorsionan la realidad.
Es importante resaltar que la exposición no regulada de la luz visible y no visible, es capaz de afectar la función visual en la córnea y el cristalino, produciendo una disminución en la agudeza visual y en la sensibilidad al contraste.
Una baja luminosidad suele ocasionar fatiga ocular, producida por el sobre esfuerzo de los músculos encargados de enfocar los objetos, ocasionando irritación, sequedad ocular, cansancio visual, visión borrosa y dolor de cabeza. En tanto, la exposición al exceso de luz trae como consecuencia desde incomodidad y distracción visual, hasta incapacidad y ceguera momentánea, abundó el especialista.
Entre los padecimientos de la retina que se desarrolla después de una exposición intensa y sin protección a luz solar por efecto de los rayos ultravioleta – ejemplificó Bueno García- están la degeneración macular, enfermedad progresiva y degenerativa de la retina que afecta la visión central diurna; y la retinosis pigmentaria, donde el revestimiento de la parte posterior del ojo se daña ocasionando mala visión nocturna y pérdida progresiva de la visión periférica.
“Es importante tomar en cuenta que el deslumbramiento puede llegar a generar problemas de mayor magnitud, pues está comprobado que una gran cantidad de accidentes automovilísticos son provocados por esta situación, principalmente en personas que padecen cataratas”, destacó el doctor Bueno García, también miembro del Consejo Mexicano de Oftalmología.
Por su parte, Roberto Tapia, licenciado en optometría por la UNAM, señaló que para evitar estos cambios, sugiere el uso de lentes fotosensibles como Transitions, estos permiten al ojo que se adapte a las diferentes condiciones de iluminación, reduciendo los efectos adversos a la luz (deslumbramiento y fatiga ocular), y mejorando la percepción de los colores al aumentar el contraste y la nitidez visual.
Fuente: Transitions Lentes
