Gante, Bélgica, 23 Oct (Notimex).- El cineasta belga Gust Van den Berghe viaja a México para presentar por primera vez al país su tercer largometraje, “Lucifer”, filmado en un pueblo purépecha del estado de Michoacán, cercano al volcán Paricutín.
El estreno de la película en territorio mexicano será el viernes, en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), en presencia de los actores que aún no han visto la cinta concluida.
“Quise un estreno en un festival para que ellos tengan los honores, que vengan con sus familia, con sus bellos trajes, que les traigan flores”, dijo con una sonrisa.
Van den Berghe, 29 años, habló en exclusiva con Notimex en el marco del Festival Internacional de Filme de Gante (Bélgica), donde “Lucifer” fue exhibido anoche en sesión especial.
Con excepción de Gabino Rodríguez y Norma Pablo, los actores de la película son pobladores locales y para el cineasta, su inexperiencia en la actuación aporta una espontaneidad que añade valor a la historia.
“No me veía poniendo a comediantes allí. Para mí eso sería muy mala idea. La gente cuando es local tiene reacciones que son únicas, que no tendrá un actor”, aseguró.
“Cuando el viejo (interpretado por Jerónimo Soto Bravo) cierra la puerta, verifica que está cerrada. Yo no le digo que lo haga, pero él lo hace porque es su puerta, es su casa”, ejemplificó.
Y es que el filme fue rodado en el rancho de Soto Bravo, un hombre que cautivó a Van den Berghe.
“Lo encontré muy gracioso. Su manera de caminar, su sentido del humor. Además, es un hombre que habla muy poco español. Se expresa en purépecha. Es muy particular. Me pareció ideal para el filme”, dijo.
En cuanto a las actrices, el cineasta no tuvo muchas opciones en el poblado michoacano.
María Toral Acosta, quien interpreta a “Lupita”, fue la única anciana que aceptó intervenir en la cinta, ya que es la única mujer divorciada de la localidad.
Para interpretar a la joven “María”, Van den Berghe se vio obligado a traer a una profesional, Norma Pablo, ya que a nadie entre las habitantes locales le parecía bien figurar embarazada de “Lucifer” en una película.
“Las familias tenían miedo de que la chica se quedara estigmatizada, de que fuera mal vista. El contexto local es muy cerrado”, explicó a Notimex.
El cineasta pasó tres meses en el pueblo -dos filmando- y cuenta que nunca se sintió “realmente aceptado” por la población local, que estima en cerca de mil personas.
“Lo que es normal. Es un equipo de cine que desembarca en el pueblo, que perturba su cotidiano. Pero es una gente fantástica. Y lo importante es que con la gente que participó del filme sí nos entendimos muy bien”, aseguró.
Para Van den Berghe, filmar en el interior mexicano ha sido una experiencia similar a la que tuvo en África, donde rodó “Blue bird”, o incluso en su Bélgica natal, donde realizó “Little baby Jesus of Flandr”, su primer largometraje.
“Las tres películas están contextualizadas en un ambiente muy particular. Y al final, es el filme que cuenta, no donde está siendo filmado”, consideró.