Ya casi se cumplen dos años desde que Luis Videgaray Caso llegó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y el crecimiento económico de México simplemente no arranca. Analistas cuestionan al “Ministro de Finanzas del Año” que siempre exista una explicación coyuntural para justificar el por qué el Producto Interno Bruto (PIB) del país tiene una evolución “mediocre”, como él mismo lo ha admitido.
Cambio de sexenio, la volatilidad en los mercados internacionales, la coyuntura internacional, ciclones… Los analistas coinciden en que la administración ha corrido con “mala suerte”, pero no la excusan porque, dicen, para cada escenario debieron presentarse planes de contingencia que aminoraran el golpe.
Hasta ahora, lo único que se conoce es que el país cuenta con coberturas petroleras para enfrentar la baja en el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación (MME) que se ha registrado en lo que va del mes. Sin embargo se desconocen los detalles de esta protección, y si será suficiente para enfrentar una pérdida de 12 dólares en el precio del barril.
También se recurrió a una ampliación en el déficit público para impulsar sectores como el de infraestructura, pero el reclamo es que, hasta ahora, nada de los supuestos planes emergentes se ha visto reflejado en empleos, crecimiento o en la salud de la economía en su conjunto.
Ciudad de México, 22 de octubre (SinEmbargo).–A punto de concluir el primer tercio del actual gobierno, que inició sus funciones el 1 de diciembre de 2012 y termina el mismo día, pero del año 2018, la pregunta que ronda por las cabezas de todos los mexicanos y de más de uno que otro analista extranjero es qué pasó con ese “Mexican Momentum [el Momento de México]”, que iba a traer al país crecimientos mínimos de 4 por ciento anual.
Un área fundamental para el crecimiento de la economía es la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), institución encargada de las finanzas públicas y responsable del sistema financiero mexicano. Este organismo prácticamente tiene injerencia en todas las decisiones importantes que ocurren en todos los niveles del país, siendo pilar de la administración ya que interactúa con todas las áreas de gobierno, con todas las entidades federativas y los sectores productivos del país, por ello, cada que se ajusta el crecimiento a la baja, una constante en estos dos años, todas las miradas voltean hacian su titular, Luis Videgaray Caso.
Para este año, la dependencia tenía un estimado de crecimiento de 3.9 por ciento, para después bajar a 2.7 por ciento y finalmente quedar un rango promedio de emtre 2 y 2.5 por ciento.
La misma historia se vivió el año pasado, cuando el estimado inicial de 3.8 quedó en 1.7 por ciento, el crecimiento más bajo registrado por el país desde la crisis de 2009 y muy lejos del 5 por ciento que necesita crecer el país para generar el millón de nuevos empleos que requiere la economía cada año.
El buen desempeño del Secretario sólo es visto desde afuera, ya que casi todos sectores del país tienen un “pero” en cuanto a su labor y las explicaciones a la pregunta de por qué el país no crece a los ritmos que debería a pesar la aprobación de grandes reformas económicas, que, presuntamente, detonarían los ingresos de los mexicanos.
Las explicaciones de Hacienda sobre el bajo crecimiento han sido muchas: el cambio de sexenio, la falta de reformas estructurales, la crisis europea, las lluvias y destrozos ocasionados por “Ingrid” y “Manuel” y el fortalecimiento de la economía estadounidense, entre otros.
En ocasiones, el funcionario ha tratado de salir al paso admitiendo que el país no crece a los niveles que se necesita, tal y comolo hizo el 22 de agosto de 2013, cuando declaró que México tendría un crecimiento mediocre de 1.8 por ciento y agregó:
“Necesitamos activar todos los motores del crecimiento, quitar los obstáculos por los cuales la economía mexicana en los últimos años, ya muchos años, está creciendo por debajo de su potencial, esto implica hacer reformas”.
El 9 de septiembre de 2013 durante la presentación de la Reforma Hacendaria y del Paquete Económico 2014, dijo:
“El bajo crecimiento económico no ha permitido satisfacer las necesidades sociales más básicas de amplios segmentos de la población mexicana y es por ello que el 45.5 por ciento de nuestra población está en situación de pobreza, seguimos teniendo el mismo porcentaje de pobreza que hace 33 años”.
Unos días después, el 23 de septiembre, luego de comparecer en el Senado de la República, manifestó que los ciclones “Ingrid” y “Manuel” afectarían a la economía, pero no al crecimiento:
“Las grandes lluvias que provocaron las tormentas indudablemente tendrán algunas afectaciones, pero no son de la escala que revierta la tendencia de crecimiento económico”.
La violencia, es uno de los tópicos a los que Videgaray se refiere pocas veces, pero después de la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, desde el pasado 26 de septiembre de este año, lo que ha detonado un movimiento a nivel nacional e internacional para exigir al gobierno mexicano que aparezcan con vida, ha tenido que tocar el tema y también admitir que le pega al crecimiento.
El 11 de octubre, Videgaray reconoció en Washington que la percepción de México ante los ojos de los inversionistas podría verse afectada por los ataques contra los estudiantes: “Hechos tan graves pueden tener un efecto sobre la percepción del país” entre la comunidad internacional y, en particular, entre los inversionistas, dijo Videgaray.
Tres días después, el 14 de octubre, dijo en entrevista radiofónica que son hechos graves que ocupan al gobierno de la República, pero que no tienen ningún impacto sobre los fundamentos de la economía mexicana.
Analistas consultados por SinEmbargo consideraron que la mayoría de estas explicaciones están apegadas a la realidad, el problema radica en que ante estas “pequeñas crisis”, la Secretaría de Hacienda ha demostrado que no tiene un plan de contingencia, lo cual detiene aún más el avance del país.
“Las explicaciones [dadas por Videgaray] son cuestiones reales, por ejemplo, ves a los emergentes, a centroamérica y sudamérica, y ves un deterioro terrible en sus expectativas de crecimiento; donde creo que se puede romper el ciclo son situaciones internas, porque nada de lo que se ha visto tiene efectos de corto plazo”, aseguró Juan Musi Amioni, director general de CIEstrategias por Somoza Musi.
Expresó que a pesar de que parte del estancamiento económico se debe a la “mala suerte”, pues al gobierno actual le ha tocado enfrentar situaciones que nadie imaginaba, la situación tampoco es tan grave como la que enfrentó el anterior sexenio durante la crisis global de 2008-2009, cuando el país enfrentó una baja de 6.5 por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB).
“Ha sido mala suerte porque la situación global y lo geopolítico se está complicado, pero, repito, la que pasó en 2008 y 2009, fue más mala suerte que la actual, por lo que podríamos esperar mejores soluciones”, expresó.
Gabriela Siller, Directora de Análisis Económico y Financiero de Banco BASE, opinó que las explicaciones de Videgaray Caso son definitivamente parte de las razones por las cuales México registra un bajo crecimiento, aunque son de carácter coyuntural. “Las razones estructurales son las que en el largo plazo vigorizan el crecimiento económico de manera sostenida, por lo cual tendrá que otorgárseles un peso especial conforme vaya avanzando el sexenio”.
Luis Fernando Lamoyi, analista de la consultoría financiera Prognosis, consideró, por su parte, que la economía mexicana tiene bases sólidas y estabilidad macroeconómica, y la conducción de la economía ha sido responsable. “Sin embargo el entorno económico de los últimos años ha sido complicado afectando inevitablemente la economía nacional, y pensamos que México está pasando actualmente por un proceso de short term pain (dolor a corto plazo), long term gain (ganancia de largo tiempo)”.
“El tema de inseguridad está presente, se les ha complicado por momentos, necesitan tomar otro viraje, cambiar su estrategia para darle el impulso que necesita porque si no nos vamos a quedar en el pudimos haber crecido y no se nos dio”, reclamó por su parte el Director de Análisis Económico de CIBanco, Jorge Gordillo Arias.
MR. FINANZAS
El que ha sido nombrado como el mejor Ministro de Finanzas por distintas publicaciones, como la revista Euromoney y The Banker, fungió como aprendiz del ex Secretario de Hacienda en tiempos del Presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), Pedro Aspe Armella, durante el tiempo en el que estuvo trabajando en su empresa especializada en asesoría de banca de inversión, Protego Asesores.
Videgaray Caso fue el elegido por el actual Presidente de México, Enrique Peña Nieto, para encabezar la SHCP y con quien se sabe que tiene una estrecha relación desde su época como Gobernador del Estado de México (2005-2011); además, se desempeñó como coordinador de campaña y coordinador general de la transición de gobierno después de las elecciones presidenciales de 2012.
El 22 de marzo de este año, el semanario inglés The Economist publicó un reportaje en el que se refirió a Videgaray como “el cerebro detrás de las reformas económicas del Presidente Peña” y se cuestionó si la conducción de las finanzas públicas implementadas por el titular de la cartera de Hacienda, “ha hecho que muchos se empiecen a preguntar si el gran momento de México llegó y se fue”.
Pero Videgaray se mantiene firme en su proyecto y el pasado 11 de septiembre, durante su comparecencia ante la Cámara de Diputados, defendió la expectativa de crecimiento de la economía nacional de 2.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2014, así como la estimación de 3.7 por ciento para el próximo año, aunque calificó el crecimiento nacional como “abiertamente insuficiente”.
Pero el académico del Departamento de Estudios Empresariales de la Universidad Iberoamericana, Abraham Vergara Contreras, recientemente en una entrevista realizada por SinEmbargo afirmó que “la gente no le cree, sigue teniendo desconfianza, incredulidad en las autoridades, ya sea el Presidente o el gobierno, y no sabe qué hacer con su dinero”.
“Lo que se tendría que hacer son incentivos para incrementar el crédito a las personas, pero no se ha generado una estrategia que lo pueda impulsar”, consideró Ángel Iván Olvera, Director de la Carrera de la Licenciatura en Economía y Finanzas del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México.
“El consumo en vez de incrementar se está estancando o disminuyendo cada vez más, y esto es uno de los determinantes del PIB. Ha dado señales de que se está estabilizando, alrededor de 90 puntos, que quiere decir que no hay mucha gente que gasta en este momento y se debe a que el crecimiento económico de México ha sido menor a la inflación. Éste ha rondado entre 1.88 y 0.64 y la tasa de inflación en 2013 cerró en 3.97 por ciento, y en lo que vamos del 2014 es de 4.22 por ciento, esto quiere decir que la riqueza de las personas ha incrementado menos que los precios, entonces las posibilidad de consumo cada vez es inferior”, añadió.
“¿Por qué nos está engañando Videgaray?”, cuestionó a su vez Jorge Gordillo Arias, “todo parece indicar que las cosas van a mejorar pero no lo hacen, entonces bájale a la estimación. Este sentimiento de mejora estuvo a principio del año pasado y fue un año malo. El punto es que el mercado interno está decepcionado; esta desconfianza y decepción que se ha generado es lo que hace que el inversionista invierta menos y el consumidor consuma menos”, respondió.
EL PLAN DE CONTINGENCIA
Los analistas insistieron en que si bien es cierto que los factores externos han pesado sobre el crecimiento del país, también existen otros de tipo estructural que persisten y entre estos se puede mencionar la falta de un plan de contingencia económica.
“Probablemente porque los temas coyunturales son los que generan un impacto más rápido y observable sobre la economía del país, sobre todo lo concerniente al sector externo, además de que tienden a resolverse más rápidamente; por otra parte, la microeconomía, misma que sin duda es una de las razones estructurales de la falta de crecimiento, requiere tiempo y muchos cambios también de naturaleza estructural para mejorarse”, expresó Gabriela Siller.
A las causas estructurales sumó también la baja competitividad de las empresas en sectores como el de la banca, donde, a pesar del amplio número de participantes, la realidad es que la mayoría de las operaciones se concentran en muy pocas instituciones; la falta de enraizamiento de la industria dentro del país dada la ausencia de cadenas productivas desarrolladas; el débil mercado interno; el cambio drástico en políticas y la falta de proyectos y programas transexenales que fomenten la inversión y garanticen la continuidad en su viabilidad; entre otras, destacan como algunas de las más importantes.
“Las razones del bajo desempeño económico nacional radican principalmente en que la economía mexicana depende fuertemente de las exportaciones, y el entorno externo no ha sido favorable, particularmente a principios de este año debido al bache económico que registró Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, producto de las fuertes heladas. También, la nueva política fiscal afectó tanto a las empresas por el proceso de consolidación fiscal, como a los consumidores con el aumento en impuestos, la confianza de los mismos, uno en inversiones y el otro en consumo. Otro factor ha sido la disminución del gasto público y la caída en el crecimiento del sector construcción”, consideró, por su parte, el analista de Prognosis.
Videgaray Caso dijo este lunes que con las reformas estructurales México tiene oportunidad de elevar su crecimiento económico a 5.0 por ciento anual en los próximos años.
“Al final de este gobierno, México tiene la oportunidad de elevar estructuralmente su tasa de crecimiento, que debería estar en el 5.0 por ciento anual, que es el doble del crecimiento que hemos tenido en promedio en los últimos años”, precisó.
Para Gordillo Arías, la realidad es que estamos a punto de llegar al primer tercio de la administración federal “y se nos presentó un escenario que no se ha dado. Hay muchos factores, pero debes enfocar tus esfuerzos en decir qué estás haciendo para hacer lo que prometiste o cambiar tu discurso”, manifestó.
Entre las acciones que emprendió el gobierno para librar la situación están la oportunidad de ampliar su déficit público, sobre todo para infraestructura y con esto impulsar la economía, pero los analistas critican que ninguna de las mejoras presumidas por el la gestión de Videgaray Caso se ha visto reflejada en el bolsillo de los mexicanos, quienes demandan un efecto inmediato.
Por otro lado, tambiém critican que hasta ahora no existe información clara sobre hacia dónde va el gasto y también, han quedado a deber la explicación sobre cómo reactivar el mercado interno y “mejorar la confianza de todo mundo”.