La delicada situación de Evergrande, con una deuda de 2 billones de yuanes (310 mil millones de dólares), ha despertado temores de que hará tambalear a todo el sistema financiero de China con una reacción en cadena a nivel mundial. Sin embargo, varios analistas apuntan a una caída "no tan grande".
Por Joe McDonald
BEIJING (AP) — Los temores mundiales por la posibilidad de que Evergrande Group, una importante empresa china de bienes raíces, no pueda pagar su deuda multimillonaria se atenuaron el jueves, mientras los acreedores estudiaban el caso para ver cuánto dinero recuperarán.
Las acciones de Evergrande, uno de los conglomerados privados más grandes de China, subieron 18 por ciento el jueves en los mercados de Hong Kong luego de que la compañía anunció que pagará intereses a los acreedores en China. Sin embargo, la firma no indicó si cancelará otro pago cuyo plazo vence el jueves.
Los economistas creen que, si bien algunos bancos o acreedores podrían perder algo de dinero, es poco probable que una declaración de impago afecte mucho al sistema financiero chino o del resto del mundo.
“Es definitivamente un problema local en China”, declaró Robert Carnell, director de mercados asiáticos de ING.
“Habrá algunos proveedores u otros que perderán dinero, pero no es algo sistémico que yo pueda señalar”, añadió Carnell.
Hasta ahora, la posibilidad de una nueva crisis financiera global sigue siendo baja, pero el mundo tendrá que enfrentar la ayuda que China o los acreedores de Evergrande den ante la situación.
— Gabriela Siller Pagaza (@GabySillerP) September 22, 2021
Los reguladores chinos todavía no han revelado qué podrá hacer el Gobierno al respecto. Sin embargo, a pesar de la incertidumbre, los mercados financieros parecían recuperarse de la ansiedad que ocasionó una pronunciada caída el lunes.
El índice de Shanghái cerró con alza de 0.4 por ciento el jueves, mientras el Hang Seng de Hong Kong aumentó 1.2 por ciento. Subieron también los mercados de Australia y el sudeste asiático, cuyas economías dependen del comercio con China.
“Lo peor ha pasado” luego de la promesa de Evergrande de pagar a sus acreedores, expresó en un boletín informativo Jeffrey Halley, de la empresa financiera Oanda.
Entretanto, los gobiernos regionales chinos recibieron instrucciones de prepararse para el posible colapso de Evergrande y de negociar con otras empresas para sus proyectos de construcción. También recibieron pedidos de monitorear el descontento popular ante la posibilidad de protestas, reportó el Wall Street Journal citando fuentes anónimas.
Los reguladores chinos recibieron órdenes de intervenir sólo como último recurso y sólo si Evergrande resulta incapaz de resolver el problema, según el Journal.
Evergrande está sufriendo las consecuencias de la aprobación de nuevas normas más estrictas para la obtención de créditos, aprobadas el año pasado por el Gobierno chino. La compañía ha vendido activos con el fin de recaudar miles de millones de dólares necesarios para cumplir con los requisitos oficiales.