Los fumadores sociales tenían alrededor de la mitad de la tasa de muerte por enfermedad respiratoria que los fumadores empedernidos, pero su tasa de muerte por cáncer de pulmón era dos tercios de la de los fumadores empedernidos.
MADRID, 23 de septiembre (Europa Press).- Los llamados fumadores sociales tienen más del doble de probabilidades de morir de enfermedad pulmonar y más de ocho veces más probabilidades de morir de cáncer de pulmón que los no fumadores, según una investigación presentada en el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea.
El estudio también muestra que el riesgo de muerte por cáncer de pulmón para esto fumadores sociales, es decir, los que fuman menos de diez cigarrillos al día, no es sustancialmente menor que el de los que fuman más de 20 cigarrillos al día.
Los investigadores, las doctoras Pallavi Balte y Elizabeth Oelsner, del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia, en Estados Unidosañaden que su estudio sugiere que reducir o combinar menos cigarrillos con vapeo no es un sustituto para dejar de fumar.
La doctora Balte explica que “todo el mundo sabe que fumar es malo, pero es fácil suponer que si solo fuma un poco, los riesgos no serán demasiado altos. Investigaciones anteriores sugieren que las personas están reduciendo el consumo de tabaco y queríamos estudiar los riesgos para los fumadores sociales en comparación con personas que no fuman y en comparación con los fumadores más empedernidos”.
El estudio incluyó a 18 mil730 personas seleccionadas de una muestra multiétnica de la población general estadounidense con una edad promedio de 61 años. Los investigadores siguieron a las personas durante un promedio de 17 años, durante los cuales 649 murieron de enfermedades respiratorias y 560 de cáncer de pulmón.
Entre los no fumadores, la proporción de personas que fallecieron por enfermedades respiratorias fue del 1.8 por ciento y la proporción de fallecidos por cáncer de pulmón fue del 0.6 por ciento. Entre los fumadores sociales (personas que fumaban menos de diez cigarrillos al día), alrededor del 3.3 por ciento murió por enfermedades respiratorias y el 4.7 por ciento murió por cáncer de pulmón. Para los fumadores empedernidos (personas que fumaban más de 20 cigarrillos al día), estas proporciones fueron del 10.1 por ciento y el 12.9 por ciento, respectivamente.
Los investigadores calcularon las tasas de mortalidad por enfermedades respiratorias y cáncer de pulmón y compararon estas tasas entre no fumadores, fumadores sociales y fumadores empedernidos. Tomaron en cuenta otros factores que pueden influir en las tasas de mortalidad, como la edad, el sexo, la raza, el nivel educativo y el peso corporal.
Descubrieron que los fumadores sociales tenían 2.5 veces más probabilidades de morir de enfermedad respiratoria y 8,6 veces más probabilidades de morir de cáncer de pulmón, en comparación con los no fumadores.
Los fumadores sociales tenían alrededor de la mitad de la tasa de muerte por enfermedad respiratoria que los fumadores empedernidos, pero su tasa de muerte por cáncer de pulmón era dos tercios de la de los fumadores empedernidos.
La doctora Balte agrega que “podría pensar que si solo fuma unos pocos cigarrillos al día está evitando la mayor parte del riesgo. Pero nuestros hallazgos sugieren que fumar socialmente es desproporcionadamente dañino. Fumar es peligroso, independientemente de si es un fumador empedernido o un fumador social, por lo que si no quiere morir de cáncer de pulmón o enfermedad respiratoria, la mejor acción es dejar de fumar por completo”.
Balte y sus colegas continúan estudiando los efectos del tabaquismo social, así como investigando los efectos de nuevos hábitos como el vapeo.
Jurgen Vestbo, presidente del Consejo Europeo de Defensa Respiratoria y profesor de Medicina Respiratoria en la Universidad de Manchester, que no participó en la investigación, apunta que, “aunque la proporción de personas que fuman habitualmente está disminuyendo en muchos países, deberíamos preocuparnos por aquellos que se identifican como fumadores sociales.
Reducir el tabaquismo es un paso en la dirección correcta, ya que dejar el tabaco es uno de los las mejores formas de proteger los pulmones y nuestra salud en general, pero está claro que no existe un nivel seguro de tabaquismo”.
“Este gran estudio es importante porque muestra que fumar menos probablemente no tendrá el efecto que la gente espera, destaca. Necesitamos hacer todo lo posible para ayudar a los fumadores a dejar de fumar por completo utilizando medios basados, en la evidencia, por ejemplo, con acceso a servicios de apoyo y parches o chicles de nicotina”.