El histórico presupuesto público para los partidos políticos llega cuando México aún se encuentra sacudido por los daños causados por los sismos del 7 y del 19 de septiembre de este año.
Para 2018, el Gobierno federal destinará poco más de 25 mil millones de pesos al Instituto Nacional Electoral (INE); es decir, 66 por ciento más presupuesto que en 2017 y 58.38 por ciento más que en 2012. De esa tajada, los partidos recibirán 6.7 mil millones de pesos en conjunto, esto es 65.1 por ciento más que en 2017 y 30.34 por ciento más que en 2012.
Mientras el INE y los partidos registran aumentos del 58.38 y del 30.34 por ciento entre 2012 y 2018, otros rubros estratégicos para impulsar a México y que son clave para el desarrollo nacional y el combate a la pobreza –como educación, salud, agro e infraestructura–, no se han visto tan beneficiados.
Por ejemplo, comparados los presupuestos de Egresos de la Federación entre 2012 y 2018 se tiene que el gasto programable del sector educativo aumentó 9.41 por ciento [al pasar de 251.8 a 275.4 mmdp] , mientras que el del sector salud avanzó 7.45 por ciento [al pasar de 113.5 a 122 mmdp].
Además, entre este y el siguiente año, la Secretaría de Salud (SS) recibirá un 0.09 por ciento más de presupuesto; la de Educación Pública (SEP) 3.6 por ciento adicional, y la de Comunicaciones y Transportes (SCT) tendrá un decremento del 0.6 por ciento. En ese periodo, el INE y los partidos políticos tendrán aumentos presupuestales de 66 y 65.1 por ciento, respectivamente.
Ciudad de México, 23 de septiembre (SinEmbargo).- La ciudadanía mexicana exige hoy la pronta y solidaria reacción de las autoridades frente a los estragos causados por el terremoto de 7.1 grados en la escala de Richter, mismo que ocurrió a casi dos semanas de otro devastador sismo de 8.2 grados, registrado el 7 de septiembre de 2017. Y esa exigencia se extiende a los partidos políticos, que a ojos de los mexicanos tienen la responsabilidad de responder a la exigencia de sus electores para que donen las partidas presupuestales de 6.7 mil millones de pesos (mmdp), aprobadas este año por el Instituto Nacional Electoral (INE).
Hasta ahora, sólo cinco partidos políticos –PRI, PAN, PRD, Morena y MC– se han pronunciado acerca de la posible renuncia de sus partidas presupuestales.
Mientras tanto, las instituciones peor calificadas por el escrutinio público [de acuerdo con Consulta Mitofsky, los partidos políticos tienen 4.8 de aprobación, y el INE tampoco sale bien librado con 6.2 por ciento] siguen aumentando sus presupuestos. Y otros sectores estratégicos, como la educación, la salud, la agricultura y la infraestructura se las “ven negras” para salir adelante y reducir la pobreza en México.
De 2012 a 2017, el presupuesto anual del Instituto Nacional Electoral registró un ligero decremento del 4.8 por ciento, al pasar de 15.8 a 15 mil millones de pesos (mmdp), según cifras del propio instituto. Sin embargo, para el siguiente año, el Gobierno federal destinará poco más de 25 mmdp para gastos de la institución, es decir, 66 por ciento más presupuesto que en 2017 y 58.38 por ciento más que en 2012.
Considerando el presupuesto estimado para el año entrante, a lo largo del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto el INE habrá recibido poco menos de 112 mmdp. Y el 29 por ciento de ese monto [32.7 mmdp] habrá acabado en manos de los partidos políticos, como parte del financiamiento público que reciben cada año.
Para ponerlo en perspectiva, hay que decir que de 2012 a 2017 el monto ejercido por el INE [87 mil millones de pesos] supera al presupuesto de todos los programas sociales para los pueblos indígenas, previsto para el ejercicio fiscal de 2018 [78.2 mil millones de pesos]. O bien, es poco más del doble de lo que será destinado a los nuevos proyectos de infraestructura [41.5 mil millones de pesos], según el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2018.
En cambio, el dinero destinado a los partidos hasta 2017 [25.7 mil millones de pesos] equivale al presupuesto del INE para el siguiente año. Con esa cantidad de dinero, por ejemplo, se pudieron haber construido más de 26 mil viviendas. El año pasado, la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) invirtió 15.4 mil millones de pesos para construir esa cantidad de casas en el estado de Guerrero.
PARTIDAS DE PARTIDOS EN 2018
De acuerdo con el INE, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) recibirá 1.6 mmdp; el Partido Acción Nacional (PAN), 1.3 mmdp; el Partido de la Revolución Democrática (PRD), 773.6 millones de pesos (mdp); el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), 649.2 mdp; el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), 578.2 mdp; MC, 537 mdp; el Partido Nueva Alianza (Panal), 419.1 mdp; el Partido Encuentro Social (PES), 398.3 mdp; y el Partido del Trabajo (PT), 376.7 mdp.
En este sexenio, la menor tajada que los partidos han recibido –en conjunto– es de 3.6 mmdp (2013). Le sigue la de 3.9 mmdp que recibieron en 2014; los poco más de 4 mmdp recibidos en 2016 y en 2017; 5.1 y 5.2 mmdp otorgados en 2012 y 2015, respectivamente; y por supuesto, la cifra histórica de más de 6 mmdp para el siguiente año.
Entre el Presupuesto de Egresos de 2012 y el proyecto presupuestal para 2018 hay un alza de 30.34 por ciento en el gasto para partidos, que equivale a 1 mil 560 millones 458 mil 463.40 pesos y que es un monto similar al que en 2016 se estimó que costaría la implementación del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA)-.
Mientras que el INE y los partidos tendrán incrementos del 58.38 y del 30.34 por ciento entre 2012 y 2018, otros rubros estratégicos para impulsar a México y que son clave para el desarrollo nacional y el combate a la pobreza -como son educación, salud, agro e infraestructura–, no se han visto tan beneficiados.
Por ejemplo, comparados los presupuestos de 2012 y 2018, se tiene que el gasto programable del sector educativo sólo se aumentó en 9.41 por ciento [al pasar de 251.8 a 275.4 mmdp] y que el del sector salud apenas y avanzó en un 7.45 por ciento [al pasar de 113.5 a 122 mdp].
Además, entre este y el siguiente año, la Secretaría de Salud (SS) recibirá un 0.09 por ciento más de presupuesto; la de Educación Pública (SEP) 3.6 por ciento adicional; y la de Comunicaciones y Transportes (SCT) tendrá un decremento del 0.6 por ciento.
En este periodo de tiempo, el INE y los partidos políticos tendrán aumentos presupuestales de 66 y 65.1 por ciento, respectivamente.
De las partidas para las cuatro áreas estratégicas mencionadas, la que menor incremento presenta es el de los programas de desarrollo rural sustentable, que de acuerdo con las cifras de los presupuestos de egresos de la federación (2012-2018), creció en 4.6 por ciento [al pasar de 306 a 320 mmdp].
En cambio, el rubro de “nuevos proyectos de infraestructura” decayó en 38 por ciento, siendo que su presupuesto pasó de 66.6 a 41.5 mmdp, en un periodo de seis años.
Según la última Encuesta de Pobreza en México (2017) del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, sólo el 22.7 por ciento de los encuestados afirmó tener una vivienda digna y un 20.6 por ciento aseveró tener cubiertas las necesidades básicas. Únicamente el 15.7 por ciento manifestó tener tranquilidad patrimonial; 10.1 por ciento dijo contar con comida suficiente; y el 5.8 por ciento cree vivir bien.
En cuanto a la salud se refiere, poco más de la mitad [54 por ciento] respondió gozar de buen estado.
En este contexto, en el de un México donde al menos hay 53.4 millones de pobres, de acuerdo con las cifras más actualizadas (2017) del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), resulta cuestionable e inadmisible que a la par que los partidos políticos y el INE tienen amplios aumentos presupuestales, los sectores estratégicos de desarrollo en México luchen por recursos o inclusive vean sus presupuestos reducidos.
Con base en el paquete económico de este año y con respecto al Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación de 2017, se observa que las dependencias que recibieron más aumentos -además del INE [66 por ciento]-, fueron las secretarías de Marina (Semar) [18.8 por ciento], Defensa Nacional (Sedena) [16.73 por ciento], Relaciones Exteriores (SRE) [10.2 por ciento], Gobernación (Segob) [8.6 por ciento], entre otras.
LAS “DONACIONES”
El histórico presupuesto de financiamiento público de los partidos políticos -que es 30.34 por ciento mayor que el de 2012- llega en terribles circunstancias para nuestra nación. Cuando ésta aún se encuentra sacudida por los daños que han cobrado la vida de cientos de personas -al menos 400 entre los dos seísmos-; damnificando a millones más y poniendo en riesgo a las economías local y nacional de nuestra tierra -los estados afectados como la Ciudad de México, Estado de México y Puebla representan, en conjunto, el 25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional; a ellas se suman los impactos económicos de Chiapas y de Oaxaca, entidades que representan el 3.3 por ciento del PIB; además de las afectaciones en Morelos y Tabasco [alrededor del 3 por ciento].
Al día de hoy, sólo cinco partidos políticos se han pronunciado acerca de la posible renuncia de sus partidas presupuestales.
En conjunto, PRI, PAN, PRD, Morena y MC donarían 1 mil 290 millones 851 mil 470 pesos de campaña, o bien, el 19.3 por ciento del monto total que el INE destinará en 2018 para financiar a los partidos políticos [6.7 mmdp].
“Quiero reiterar ante ustedes que sí es posible que esos recursos puedan transferirse a quienes han sido damnificados por los eventos de los últimos días. El INE le ha sugerido a los partidos políticos una ruta legal para que esto ocurra […]. Le corresponde a los partidos políticos actuar en consecuencia”, expresó el jueves pasado Lorenzo Córdova Vianello, presidente del Consejo General del INE.
Morena, de la mano de su líder nacional Andrés Manuel López Obrador, fue el primero en advertir que donaría cerca de 200 millones de pesos [lo que supone el 31 por ciento de lo que Morena recibirá para 2018].
Luego, como si se tratara de una impostergable puja, los demás partidos se dieron a la tarea de mejorar la oferta.
Enrique Ochoa Reza, líder del PRI, la institución que ha recibido más recursos a lo largo de este sexenio, anunció que cedería 258.6 millones de pesos [15.3 por ciento de su partida para 2018].
Seguido, el presidente del PAN, Ricardo Anaya Cortés, aseguró que su partido destinaría el 50 por ciento del fondo de campañas políticas (207 millones de los 414 que tiene asignados para ese rubro); MC, en cambio, se comprometió a entregar la totalidad de su financiamiento público (170.8 millones de pesos); y el PRD, en voz de su lideresa Alejandra Barrales, dijo en un principio que se sumaría a la cesión de recursos públicos, aunque sin especificar su magnitud.
Sin embargo, el viernes, unificados como el “Frente Ciudadano por México”, PAN, PRD y MC anunciaron que renunciarán al 100 por ciento del dinero otorgado por el INE para los comicios del año entrante, con la finalidad de que los recursos públicos sean destinados a las personas damnificadas por los sismos.
Si la coalición cediera el conjunto de sus partidas de campaña, el monto ascendería a 832 millones 851 mil 470 pesos, lo que representa el 32.14 del total de fondos [2.6 mmdp] que recibirán por parte del INE. Y si donara la totalidad de sus partidas, estaría renunciando al 39 por ciento del monto neto de recursos destinados por el INE a los partidos políticos.
“Hemos escuchado a los ciudadanos y tienen toda la razón: El dinero de los partidos políticos debe irse al 100 por ciento para ayudar a las personas afectadas. Hacemos hoy un planteamiento de fondo, serio, sin simulaciones y de largo alcance […]. El dinero NO debe provenir de los impuestos que paga la gente. Debe provenir de las aportaciones voluntarias de nuestros militantes y simpatizantes”, refiere el comunicado del Frente Ciudadano por México.
Además, los tres partidos -PAN, PRD y MC- proponen reducir los topes de campaña y reorientar el presupuesto del Gobierno federal para “apoyar a los damnificados y a sus familias”. Es decir, plantean “un verdadero programa de austeridad” que incluya, entre otras cosas, eliminar los seguros de gastos médicos, los viáticos, celulares y gasolina de todos los altos funcionarios, además de los gastos de publicidad gubernamental.