La mayoría de quienes realizan trámites para solicitar refugios son migrantes que no tienen recursos económicos para mantener su estancia en México, por lo que cada día que pasa la sobrevivencia alimentaria y la búsqueda de un lugar donde pernoctar es apremiante.
Por Ángeles Mariscal
Tapachula, Chiapas, 23 de agosto (Chiapas Paralelo).– Cientos de personas migrantes provenientes de Africa, Asia y Haiti, cumplieron el jueves cuatro días de protestas afuera de la Estación Migratoria Siglo XXI, en Chiapas, para exigir agilicen la recepción de solicitudes de refugio y la entrega de pases de salida. Elementos de la Guardia Nacional mantienen una confrontación constante con los extranjeros, mientras las altas temperaturas y el cansancio provoca desmayos y convulsiones en varios de ellos.
Los migrantes iniciaron el pasado lunes las protestas afuera del centro migratorio, se trata de hombres, mujeres y niños. Bloquearon las entradas y salidas del lugar donde se encuentran unas 2 mil personas, el paso a autobuses en donde transportan a quienes serán deportados a sus países de origen.
De acuerdo con la Ley Migratoria, los migrantes tienen acceso a iniciar el proceso para recibir el estatus de refugiado por cuestiones humanitarias; o recibir un pase de salida que les da un plazo de 20 días para salir del país sin ser detenidos. Sin embargo, algunos migrantes llevan más de tres meses sin poder acceder a esas opciones que les permitirían llegar a la frontera norte de México y a Estados Unidos.
La mayoría de quienes realizan esos trámites son migrantes que no tienen recursos económicos para mantener su estancia en México, por lo que cada día que pasa la sobrevivencia alimentaria y la búsqueda de un lugar donde pernoctar es apremiante. Ello los impulsó a iniciar un plantón y protestas afuera de la Estación Migratoria Siglo XXI, ubicada en la ciudad de Tapachula.
Migrantes colapsaron durante protestas ante INM. Foto: Damián Sánchez, Chiapas Paralelo.
Ante esa situación, militares de la Guardia Nacional intentaron desalojarlos el pasado martes por la noche. Lograron detener a cuatro de los extranjeros a quienes llevaron al interior de las instalaciones migrartorias, pero las protestas continuaron.
El miércoles volvieron a intentar un segundo desalojo, mientras una mujer migrante convulsionaba en la calle, presuntamente por un golpe de calor que le dio luego de permanecer más de un día a la intemperie. Pese a los connatos de desalojo, la situación en la que se encuentran los extranjeros es tan precaria, que algunos policías entregaron agua a niños.
El jueves, portaron lonas con la leyenda “no más discriminación”, y por cuarto día se resistieron a ser desalojados. Alrededor de las 12 del día un migrante también cayó desmayado y convulsionando.
Los migrantes mantienen las protestas afuera del lugar, con la intención de quedarse hasta que el Instituto Nacional de Migración (INM) agilice los trámites para que ellos puedan solicitar el refugio.
El Instituto Nacional de Migración (INM) informó a través de su cuenta de Twitter que “siguiendo los protocolos de derechos humanos por personal de la Guardia Nacional y de la Policía Federal, se brindó atención a los extranjeros e intentó apoyarlos pero rechazaron el auxilio”.
“Hubo algunos empujones y jaloneo con las autoridades para salvaguardar la integridad física de los extranjeros que se tendían en la vialidad, por lo que se les retiró para que no fueran atropellados”, señaló el organismo.
A la par de esta situación, la Guardia Nacional incrementó en las calles y parques de Tapachula operativos para detener a migrantes que no hayan regularizado su situación migratoria en el país.
