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Álvaro Delgado Gómez

23/07/2024 - 12:05 am

“Alito”: El escurridizo rufián

“Crítico del autoritarismo que le atribuye al presidente Andrés Manuel López Obrador, Moreno Cárdenas es lo que dice repudiar”.

Prototipo del político corrupto y vil, pero astuto y audaz en beneficio de sí mismo, Alejandro Moreno Cárdenas, alias “Alito, está por anotarse otra victoria: Garantizarse otros cuatro años como presidente del PRI, un cargo que es sinónimo de riqueza e impunidad, como paso previo a cuatro más.

“Alito”, el taimado político que como porro lanzó huevos al muro de honor del Congreso de Campeche, en 1997, ya habilitó como patiños a Lorena Piñón y Cuauhtémoc Betanzos para darle un cariz democrático a la elección interna en la que él y Carolina Viggiano, la esposa del exgobernador Rubén Moreira que integral la triada que domina la dirigencia nacional, serán los ganadores.

Porque nadie, ni el senador Manlio Fabio Beltrones, quiere arriesgarse a ser aplastado por la maquinaria de Moreno Cárdenas en el PRI, cuyas estructuras, incluido el Consejo Político Nacional, están integradas por sus incondicionales y cuyas reformas tampoco se prevé que sean revertidas por las autoridades.

En unos días, “Alito” será reelecto por otros cuatro años, hasta el 2028, y a él corresponderá definir a los candidatos a la Cámara de Diputados un año antes, y podrá tener también el control en 2030 —incluida la candidatura presidencial— si decide, como es su proyecto, quedarse como dirigente nacional hasta 2032.

Se convertirá, así, en el Dante Delgado del PRI, en el Alberto Anaya del PRI: Caciques que sólo administran las prerrogativas millonarias desde la marginalidad electoral.

Crítico del autoritarismo que le atribuye al presidente Andrés Manuel López Obrador, Moreno Cárdenas es lo que dice repudiar. El 2017, al referirse a Nicolás Maduro, escribió lo que ahora lo retrata: “Un dictador es la versión más cobarde de un criminal, aunque vista la ropa del héroe”.

Desde que llegó a la presidencia del PRI, en 2019, todas sus jugadas le han salido al interior de su partido y ante Morena: Ha ido purgando a sus enemigos internos y ha neutralizado el desafuero que la Fiscalía de Campeche promovió hace exactamente dos años por delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.

¿Por qué Morena en la Cámara de Diputados no ha procesado el desafuero de Moreno Cárdenas, si cuenta con la mayoría para ese propósito? Porque, pese a la impunidad, es políticamente más funcional dejarlo hacer lo que hace como oposición desprestigiada, junto con el PAN y sus propios corruptos.

Llegado el momento, el propio Moreno Cárdenas puede dar los votos en el Congreso para reformas que impulsa Morena, sobre todo si el PAN decide ya no volverse a aliar con el PRI. Para el oficialismo, obviamente, es ganar-ganar.

El PRI de Moreno Cárdenas no representa ningún riesgo para la hegemonía de Morena. Pese a su derrumbe electoral, que en seis años implicó perder 13 gubernaturas y obtener la menor votación de su historia en 2024 —que ya está al nivel del partido Movimiento Ciudadano—, la prioridad de “Alito” es seguir administrando las millonarias prerrogativas que recibe anualmente con plena discrecionalidad.

Sólo este año de 2024, el PRI de Moreno Cárdenas recibió casi mil 900 millones de pesos de recursos públicos para sus actividades ordinarias y gastos de campaña. Tal millonada es una fuente de riqueza para los dirigentes.

Un ejemplo de esto es que el PRI recibió el año pasado 32 millones de pesos para aplicarlos en programas de liderazgo políticos de las mujeres, pero, como acreditó Daniela Barragán en SinEmbargoMX, en realidad se simularon cursos en línea por esa cantidad, cuyo contratista, el Instituto de Investigación, Análisis y Formación Política S.C., devolvió la mitad del recursos, 16 millones de pesos, a Moreno Cárdenas.

Así, en el corto plazo, no veo que el PRI desaparezca. Seguirá siendo, por lo menos en el periodo de Moreno Cárdenas, una franquicia redituable para un puñado de políticos y muy cómoda para el oficialismo.

Con “Alito” Moreno como presidente, el priismo de México está muy bien representado. Ahí tienen a su PRI.

Álvaro Delgado Gómez
Álvaro Delgado Gómez es periodista, nacido en Lagos de Moreno, Jalisco, en 1966. Empezó en 1986 como reportero y ha pasado por las redacciones de El Financiero, El Nacional y El Universal. En noviembre de 1994 ingresó como reportero al semanario Proceso, en el que fue jefe de Información Política y especializado en la cobertura de asuntos políticos. Ha escrito varios libros, entre los que destacan El Yunque, la ultraderecha en el poder (Plaza y Janés); El Ejército de Dios (Plaza y Janés) y El engaño. Prédica y práctica del PAN (Grijalbo). El amasiato. El pacto secreto Peña-Calderón y otras traiciones panistas (Editorial Proceso) es su más reciente libro.

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