El escritor Luis Humberto Crosthwaite platicó con SinEmbargo sobre su más reciente colección de cuentos, historias que, comentó, son un reflejo de sus obsesiones.
Ciudad de México, 23 de junio (SinEmbargo).– Poetas que son especialistas en Kung Fu, una niña que quiere ser baterista, una editora panameña decidida a publicar la novela que revolucionará la literatura mundial y el mejor y más amoroso imitador de Joan Sebastian son algunos de los personajes que dan vida a los relatos de Luis Humberto Crosthwaite contenidos en El último show del Elegante Joan (Random House) una colección de cuentos en los que se refleja la personalidad de su autor y en donde el hilo conductor es la poesía, la música y la literatura.
“Lo que vienen ahí básicamente son mis obsesiones, sí hay poetas que digo que son especialistas en Kung Fu, es porque yo estoy obsesionado con las películas de Kung Fu, si hay una niña ahí que quiere ser baterista, es que yo en alguna vez quise ser baterista también, así se habla de corridos tumbados, a mí me gustan, me gusta toda la música especialmente la norteña y todo esto navega por el libro. Entonces, es un libro como de mis propias obsesiones y un libro esquizofrénico en el sentido de que refleja también mis múltiples personalidades”, platicó en entrevista Luis Humberto Crosthwaite.
Incluso hay un personaje que se llama igual que él, un empacados que está guardando cosas del supermercado en la bolsa. “¿Es Luis Humberto Crosthwaite o no lo es? Quién sabe, pero es eso, realmente yo creo que todos los personajes tienen algo de mí, algunos si no me conocen personalmente, no lo van a saber, pero mis amigos cercanos o la gente que me conoce que me quiere dice ‘este eres tú con otro nombre’, y sí, qué bueno, porque sí es”.
El autor explicó que para él sus personajes tienen su vida propia, y él simplemente funciona como un intermediario. “Yo me los imagino platicando y muchas veces lo que dicen entre ellos no me lo comunican a mí, y esa cosa siempre me ha fascinado”.
“Soy muy juguetón, siempre lo he sido, en mis libros anteriores también. Estoy simplemente inventando, reinventando y buscando nuevas formas para contar las historias, no me gusta ser lineal en lo que escribo, no me gusta ser aburrido, me gusta que el lector se divierta, me gusta que sepa que lo que escribo es para él o ella, entonces”.
Crosthwaite aclara que aún con todo y el humor blanco y negro que circula por el libro, él se tomo la escritura muy en serio. Sus historias, compartió, no son cuentos que escribe de un plumazo, sino que los lleva consigo mucho tiempo antes de empezar a convertirlos en palabras.
“Los trabajo muchísimo, son años trabajando los textos, soy muy perfeccionista, muy cuidadoso y tengo muchos años dando talleres de literatura especializados en cuento y yo estoy básicamente ejercitando lo que siempre hablo. Entonces, lo que hablo en teoría, al comentar textos de otros compañeros, aquí mismo es como una responsabilidad muy grande para mí, a ver si es cierto lo que el profe dice, a ver si lo demuestra en lo que escribe y eso es como mi aproximación”, ahondó.
Una de las características de sus historias es la metatextualidad, un recurso sobre el cual señala que “llega un poco tarde”. “Está el gran maestro, Italo Calvino, por ejemplo, tiene una maravillosa novela, Si una noche de invierno un viajero. Yo más o menos como que sigo esos pasos, o al menos es mi intención, seguir los pasos de un gigante y para seguir los pasos hay que correr mucho, pero sí, es una gran reflexión de cómo escribir, pero no desde lo teórico sino desde lo práctico, y es algo que me gusta”.
“Yo siempre trato de romper los esquemas, o sea, yo no creo, por ejemplo, en el escritor, el gran escritor, que todo lo que dice sabiduría y que yo, por ejemplo, no me considero una intelectual, yo me considero un contador de historias, y hay temas que yo no manejo, y hay personas, escritores, que sí, manejan todos los temas y son excelentes intelectuales, pero hay que entender que no todos somos así, el escritor no tiene que ser siempre un crítico social, si desea hacerlo, eso va a ser su opción, pero no tiene que saber todo, sobre todo los temas del mundo, ni tiene que tener mucha experiencia, tiene que conocer su oficio, sí, tiene que tener, presupuesto, una amplia lectura”, puntualizó.