Habiendo tenido su primer papel de importancia en el clásico Los Ricos También Lloran, de 1979, como la hija adoptiva de los personajes de Verónica Castro y el también desaparecido Rogelio Guerra, Edith González casi completó cuatro décadas como protagonista de melodramas con los que crecieron cuando menos dos generaciones de seguidores del género.
Ciudad de México, 23 de junio (Vanguardia).- La columna pasada se nos quedó en el tintero comentar el sorpresivo deceso el pasado 14 de junio de una de las últimas divas del género de las telenovelas, Edith González.
Sin embargo, ese homenaje llega muy a tiempo al aprovechar este espacio para recomendar si es que no tuvieron oportunidad de verla en su momento la retransmisión que a partir del día de mañana se hará a través de la señal de Telemundo Internacional de la que sería su última telenovela, Eva la Trailera, del 2016, la cual protagonizó como una guapa trailera pelirroja poco antes que se le detectara la enfermedad que la privó a final de cuentas de su vida y en la que compartió créditos con el mexicano Arap Bethke; el cubano Jorge Luis Pila; las mexicanas Erika de la Rosa y Vanessa Bauche y el saltillense Alfredo Huereca, entre otros más.
Habiendo tenido su primer papel de importancia en el clásico Los Ricos También Lloran, de 1979, como la hija adoptiva de los personajes de Verónica Castro y el también desaparecido Rogelio Guerra, Edith González casi completó cuatro décadas como protagonista de melodramas con los que crecieron cuando menos dos generaciones de seguidores del género, y aunque muchos le adjudican a Los Ricos También Lloran el haber abierto mercados internacionales a Televisa la realidad es que ese mérito se vino reconociendo tristemente a Edith González al morir al informarse que su primer protagónico en telenovela “de larga duración” (luego de la que hizo en 1980 de 20 capítulos titulada “ambición”), Bianca Vidal, de 1982, fue la que impulsó la comercialización de estos seriales en el extranjero.
A Bianca Vidal le siguieron Monte Calvario, en 1986, donde tuvo de galán a Arturo Peniche; una antagónica que aunque fue sustituida a media trama por Felicia Mercado dejó huella al ser rival nada menos que su madre en Los Ricos También Lloran, Verónica Castro, en Rosa Salvaje, de 1987; bajo la producción de Carlos Tellez (Cuna de Lobos) y teniendo ahora como antagonista a Gonzalo Vega teniendo como galán a Eduardo Yañez En carne propia, de 1991, y en 1993 la telenovela que la consolidó como diva del género: Corazón salvaje, haciendo con el también desaparecido Eduardo Palomo una de las parejas más emblemáticas en la historia del género.
A finales de la década de los 90 volvió a truinfar al hacer pareja con Fernando Colunga en la telenovela Nunca te Olvidaré, de 1999, la primera donde hizo una exitosa mancuerna con el productor Juan Osorio con quien hiló otro truinfo con Salomé, refrito de Colorina, en el 2001, con el galán de origen brasileño Guy Ecker como co protagonista para Televisa antes de realizar en Colombia su primera telenovela para Telemundo en el 2008 al lado del galán peruano Christian Meier en la adaptación a la pantalla chica del clásico Doña Bárbara y a partir del 2011 y la telenovela Cielo Rojo, junto a Mauricio Islas, realizar una trilogía de telenovelas para TV Azteca que siguieron con la mejor de las tres, Vivir a Destiempo, del 2013, y concluyendo con la menos afortunada Las Bravo, del 2014.
