En México, diez mujeres son asesinadas al día [mil 182 casos de enero a abril de 2019]. Pese a la cifra, la violencia feminicida es una problemática que las autoridades se resisten a reconocer en la práctica y a la hora de hacer sus indagatorias, pues en su mayoría no integran las carpetas de investigación con perspectiva de género, y son las madres o familiares de las víctimas quienes tienen que luchar o velar para que las autoridades hagan su trabajo, denuncia Vianca Labastida, madre de una joven entrenadora de Crossfit, asesinada en Playa del Carmen, Quintana Roo, en febrero de 2018.
Al menos 13 mil 024 mujeres fueron asesinadas en el país de 2015 hasta abril de 2019. De esos casos, 2 mil 941 asesinatos –esto es 22.58 por ciento– son reconocidos e investigados como feminicidios.
Ciudad de México, 23 de junio (SinEmbargo).- La saña con la que Vianca Moreno Labastida, de 31 años, fue asesinada el 21 de febrero de 2018 en Playa del Carmen, Quintana Roo, no era propia de un asesinato por robo, como lo quisieron tratar en su momento. “Un ratero no te destroza la cara”, dice convencida la madre de la víctima; pero esa lógica ni los protocolos de feminicidio fueron suficiente para que las autoridades desde el inicio investigaran el caso como un feminicidio.
Vianca Labastida, la madre de la víctima, emprendió una lucha para que el caso fuera reclasificado, y aunque lo logró y consiguió que las autoridades avanzaran en las investigaciones, destacó que aún falta mucha educación sobre violencia feminicida, Alerta de Género y, principalmente, que los servidores públicos sepan cómo tratar un feminicidio.
“Necesitamos mucha educación en México, que sepan que es Alerta de Género, porque piensan que es un juego o que el feminicidio no existe. Mi hija tiene un año y cuatro meses de muerta y no es posible que la gente siga preguntándose que es un feminicidio y si de verdad existe”, dijo la mujer en entrevista con SinEmbargo.
En México, una mujer fue asesinada cada dos horas con 45 minutos durante el 2018, mismo año en que Vianca Moreno Labastida fue privada de la vida.
EL CASO
Vianca Moreno tenía 31 años de edad y era entrenadora de Crossfit en Playa del Carmen, Quintana Roo, donde ya tenía cuatro años viviendo. La joven había regresado a México luego de vivir 10 años en San Sebastián, España.
Durante su estancia en España consiguió la residencia y conoció a su novio con quien regresó a México. “Iba a cumplir cuatro años que regresó a México. Escogió venirse a Playa del Carmen. Ella regresó a playa del Carmen, y se metió a estudiar otra vez, pero ahora en la Universidad de la Rivera Maya, estudiaba administración de negocios. Acabó la carretera en junio de 2017. Era muy deportista, inteligente, una mujer con muchas metas, las cumplía, tenía un carácter muy bonito, a todo mundo sonreía y saludaba. A parte de tener una belleza exterior también la tenía interior”, platicó Vianca, su madre.
La entrenadora vivió con su pareja hasta enero de 2018, cuando se separaron y ella se mudó a la casa de una compañera del Crossfit, quien le rentaba una habitación.
El 21 de febrero de 2018, Vianca Labastida, la madre, recibió la llamada que cambió su vida. “Me dicen que mi hija había sufrido un golpe y que le estaba saliendo sangre de la nariz, pero, así como te estoy diciendo así me lo avisan. No me dijeron que era grave ni nada, y me dijeron que lo más probable es que alguien había entrado a la casa a asaltar, pero la realidad era otra cosa: mi hija se estaba desangrando en su habitación la habían golpeado, le provocaron una fractura en el cráneo y tenía la nariz, la cara destrozada”, narró la madre. Vianca fue llevada al hospital y falleció momentos después de ser ingresada debido al traumatismo craneoencefálico que le ocasionaron.
SIN APLICAR LOS PROTOCOLOS
Al menos 15 días antes del asesinato de la joven entrenadora de CrossFit entró en vigor el acuerdo del Consejo Nacional de Seguridad Pública con la Procuraduría General de la República (PGR) y las Fiscalías Generales de Justicia de las 32 entidades del país –publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el 6 de febrero de 2018– “toda muerte violenta de carácter doloso de mujeres deben iniciar su investigación bajo protocolos de feminicidio”.
La investigación por el crimen de Vianca inició por el delito de homicidio doloroso. “Primero me dijeron que fue un robo con violencia, así fue catalogado como un homicidio”, explicó la madre
Las autoridades alegaban que a la joven le habrán robado una computadora Mac. La familia y madre de la víctima no aceptó el móvil que planteaba la Fiscalía. “Un ratero no te destroza la cara, y no se llevó más que la Mac, pudieron haberse llevado más cosas, sin embargo, no lo hizo”, comentó la entrevista. La madre, quien es abogada –y a pesar del dolor y el duelo– decidió ser ella quien atendiera el caso de su hija.
“Todas las autoridades en ese momento eran pésimas, empezando por el Fiscal General que en su momento era Miguel Ángel y Guadalupe Reyes Pinzón, que era la Fiscal especializada de Delitos contra la Mujer y de Razón de Género”, comentó la entrevistada.
La mamá acusó que el expediente del caso estaba mal integrando, no había investigaciones oportunas, no existía una mecánica de hechos y la necropsia de ley también estuvo mal hecha.
“Primero un ministerial nos pidió dinero, y después, haciendo investigaciones, veo que la persona que vivía con mi hija la dejaron sacar una maleta sin hacerle una auditoria de que llevaba en la maleta; No había cadena de custodia en la escena de hechos, los ministeriales no tienen ni idea de cómo tienen tratar una escena de crimen, todo mundo entra y sale, pisotean a la escena. No están preparados para un feminicidio ni para un homicidio. Todo el expediente estaba hecho con las patas y a raíz de eso empezó mi lucha”, agregó la mujer. Vianca Labastida logró, después de mes y medio, la reclasificación de la investigación debido a la presión y por el apoyo de Cristina Torres, que en ese momento era la alcaldesa de Playa del Carmen.
María de la Luz Estrada, del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), han explicado que desde que se tipificó el delito de feminicidio, todos los homicidios dolosos deben investigarse con perspectiva de género para descartar que se traten de feminicidio; pero en la práctica no ocurre así.
En México han sido asesinadas 13 mil 024 mujeres desde el año 2015 a abril de 2019. De esos casos, en total 2 mil 941 asesinatos –22.58 por ciento–son reconocidos e investigados como feminicidios.
El informe “No es Justicia”, realizado por la Red por la Ciudadanización de la Justicia – integrada por al menos 14 organizaciones de la sociedad civil –, expone que el Poder Judicial en México no juzga con perspectiva de género pese a que es una obligación constitucional-
El documento analizó un centenar de sentencias judiciales y como resultado identificó que en el 79 por ciento de los casos los juzgadores no utilizaron normas especializadas de protección a los derechos humanos. La auditoría a esas resoluciones también encontró que en muchas sentencias siguen usando un lenguaje discriminatorio y no inclusivo, basado en estereotipos de género, discapacidad o preferencia sexual.
Además, concluyó que en el 85 por ciento de las sentencias examinadas no consideraron cómo influyeron los estereotipos o las características de identidad de las personas involucradas en el caso; en el 80 por ciento de los casos, las personas juzgadoras analizaron la violencia contra las mujeres de manera aislada, y no como una problemática social; en el 47 por ciento de los casos no se valoró la violencia advertida de manera explícita en el relato de las mujeres, y en el 70 por ciento de las resoluciones analizadas, no se valoró las pruebas con perspectiva de género.
Vianca es una de las 3 mil 626 que fueron asesinadas en México durante el 2018, de esas muertes violentas sólo 894 son investigadas como feminicidios–, el número de asesinatos contra mujeres perpetrados en 2018 subió a nivel nacional 9.41 por ciento, en comparación con 2017, cuando se reportaron 3 mil 277 casos y sólo 742 de estos se indagaron como feminicidios, de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
LA ESPERANZA
Vianca prefirió no brindar mayores detalles del caso pues tiene la esperanza que haya resultados porque, explicó, la investigación ha dado “un giro de 90 grados debido a que cambiaron de personal en la Fiscalía General.
“Tienen un nuevo Fiscal que está poniendo mucho orden. Lo siento porque tenemos buenas cosas. No te puedo dar detalles, pero va bien; desde que lo tomó Oscar Montes de Oca hay investigaciones que estamos haciendo que ya, más o menos, han desatado una línea, un camino. Cambió mucho al principio que no teníamos nada; sospechábamos de gente, aún sospechamos, pero aún no podemos decir porque se puede entorpecer la investigación y todo lo que llevamos avanzado se nos puede venir abajo”, explicó.
No obstante, la madre de Vianca recalcó que es lamentable que las madres tendrán que luchar para que se investiguen los casos y feminicidios, pues aseguró que las autoridades no están preparadas para atender los casos de feminicidios.
“Tanto los Fiscales, jueces y la policía ministerial no tienen educación ni la capacitación para tratar de llevar un caso de esos, no están especializados, no saben siquiera el protocolo que hay que llevar, eso es lo que yo he visto, y no solo en mi caso sino de varias compañeras que sufren el mismo dolor”, concluyó.