Munchies de Vice fue a Mariscos Villa Marina, en Tijuana, para conocer a la Dra. Clamato, una mujer especializada en curar resacas y que asegura, no tienen competencia en todo el país.
Por Jorge Damián Méndez Lozano, Munchies
Ciudad de México, 23 de junio (SinEmbargo/ViceMedia).– Una terrible cruda es la reacción a una intensa borrachera. Tal padecimiento debe aliviarse con rápidamente para que no se convierta en una agonía interminable; en una jaqueca sin fin; en el peor día. Mariscos Villa Marina, ubicado en la Zona Río de la ciudad de Tijuana, tiene entre su personal a la única doctora Crudóloga. La Dra. Clamato, como se hace llamar esta mujer quien prefirió permanecer anónima, guarda en su botiquín de primeros auxilios: licor, mariscos, cerveza, hielo y jugo de tomate y almeja; la única ―lo garantiza ella― que alivia el sufrimiento de una cruda en apenas un santiamén.
Con la intención de cumplir con tan humano propósito como lo es sanar a los que sufren los excesos de una trasnochada, esta doctora, tal como lo hacían las enfermeras que curaban las heridas de los soldados convalecientes dentro de las trincheras de la Segunda Guerra Mundial, camina, con semblante misericordioso, entre las mesas del restaurante vistiendo una bata blanca de médico y cargando un estetoscopio colocado alrededor de su cuello. No empuja una camilla de hospital, sino un carrito de catering repleto de pulpo, camarones y almejas; jugo de tomete, tequila, cerveza y vodka; hielos, limones y condimentos, con los que suministra eficaces e infalibles bebidas curacrudas.
Para poder conocer y estrechar la mano de esta Crudóloga, que dice a la menor provocación: “Tengo 60 mil likes en la página de Borrachos VIP, aquí de Tijuana; soy famosa”, visité las instalaciones del establecimiento culinario donde da consulta.
Al final de la conversación entendí que nunca pierde de vista su objetivo principal: garantizar que no se rompa el hilo del que pende la salud física y mental de sus pacientes.
Como cualquier doctora que se curte diariamente en una sala de urgencias, la Crudóloga sabe que la rápida atención y toma de decisiones es indispensable para salvar a un paciente de una traumática y confusa resaca. Por eso me advierte: “Tengo solamente 15 minutos para hablar, es sábado, es medio día y hay muchos clientes muy malitos por la cruda; debo atenderlos, tú comprenderás”. En efecto, recorro con la mirada algunas de las mesas y advierto el arruinado y desolado semblante de varios. “Y llegarán más enfermos de cruda, el día apenas comienza”, remata.
– MUNCHIES: Crudóloga, para los que no lo han vivido, ¿qué es la cruda o resaca por alcohol?
– Dra. Clamato (crudóloga): La cruda o resaca de alcohol es lo todo lo malo que trae uno después de una tremenda pisteada [borrachera]. Arde la boca del estómago y uno se siente débil. Los extranjeros que vienen a comer me preguntan qué es la cruda. Debo explicarles que es cuando tomas mucho alcohol en la noche y al otro día en la mañana tu estómago se siente mal, con ardor y tienes que beber mucho líquido para hidratar tu cuerpo.
– ¿Cuáles son los síntomas que reconoce, inmediatamente, en quien está sufriendo una lamentable cruda?
–Piel amarilla por la deshidratación, rostro demacrado. Aparte usan lentes oscuros porque les molesta la luz del sol o porque traen los ojos muy rojos por el desvelo; el reflejo y el semblante no mienten. Ya cuando hablo con ellas y ellos me dicen que tienen nauseas, temblores, dolor de cabeza; se nota que están sufriendo bastante. Ahí es cuando tengo que actuar.
– Cuando una persona llega al restaurante sufriendo una épica resaca, ¿qué es lo que le suministra de emergencia para estabilizarla?
–Una bebida con Clamato, mariscos, hielo, sal, pimienta, salsa inglesa, salsa Tabasco, salsa negra ―secreto de la casa―, gotas de limón y chile en polvo en un vaso escarchado con sal. Además, una rama de apio y una banderilla de tamarindo con chile; ¡ah, se me olvidaba!, y un saladito ―ciruela deshidratada en sal, limón y agua―, ese le da un toque especial.
Y si el “herido” no quiere más alcohol por el momento, le sirvo una rusa, que se prepara con agua mineral, limón y mucho hielo en un vaso escarchado con sal. Con eso se tranquilizan y dejan de temblar.
– ¿Cuáles son los perfiles de sus clientes más crudos?
– Las mujeres son las que vienen más crudas. Hoy en día las mujeres toman más alcohol que los hombres. Me han tocado mujeres muy “enfermas” de cruda; llegan muy mal, muy graves; hasta se toman cinco clamatos preparados con vodka.
– ¿Qué le dicen los pacientes que logra curar de una terrible resaca?
– Me agradecen bastante; siento que me lo dicen de corazón. Hasta la fecha nadie se me ha desmayado. Lo que sí es que al final se van muy felices y contentos. Una vez una mujer me abrazó muy fuerte; hasta pensé que rompería en llanto. La cruda es tremenda, a veces sientes que te mueres y quieres tirar la toalla y rendirte, pero para eso estoy yo aquí, para apoyar a las personas en esos momentos difíciles; que pueden ser todos los días.
– ¿Cómo se prepara para atender a sus “enfermos” de cruda que, por lo que veo, son bastantes?
– Una noche antes dejo reposando 200 litros de clamato preparado con salsa Tabasco, sal, pimienta y salsa inglesa y sazonador. En la mañana, apenas llego, me dan el jugo de limón recién exprimido y los mariscos. Monto mi carrito con mariscos, cervezas, tequila, vodka, hielo, pulpa de mango y todos los condimentos necesarios.
– ¿Cuáles son los platillos que recomienda para revivir, Crudóloga?
– Solamente platillos para chuparse los dedos. Por ejemplo, un guisado de pulpo mongol con camarones y marlín; es una entrada que se acompaña con tostadas de maíz. Si se trata de una plato más en forma, pero igual de poderoso para combatir la cruda, tenemos el Lomo Topolobampo; lleva una cama de arroz tipo paella, encima un lomo de pescado a las brasas y encima pulpo y camarones enchilosos (picantes). Y por supuesto, recomiendo los camarones aguachile rojos, verdes y negros; entre más enchilosos mejor. Tampoco puede faltar el ceviche de pescado y el taco de filete de camarón empanizado. ¡Y una de las estrellas de la casa: la tarta de atún fresco!
– En su opinión, Crudóloga, ¿cuál es el licor que mejor combina con el Clamato?
– En mi caso la mejor bebida curacrudas es Clamato con vodka, yo así me curo la cruda. El vodka no te llena tanto el estómago como la cerveza. El vodka te conecta poco a poco de nuevo con la borrachera y no te das cuenta; pasas de un terrible estado a uno más placentero.
– ¿Qué consejo les daría a esas personas que siempre están crudas?
– Para empezar, entre más personas crudas mejor para mí (risas). Estoy muy satisfecha con mi trabajo. Los clientes desde que entran al restaurante, muy crudos, me hablan: “Doctora, necesito ayuda”, con esas palabras ya sé que vienen muy mal, tirando la toalla, como se dice. Como cantaba Antonio Aguilar: “Ay diosito si borracho te ofendí, en la cruda me sales debiendo”. Me da mucho gusto que vengan crudos.
– ¿Quién es su competencia, doctora?
– No tengo competencia en México. Soy la única doctora Crudóloga en el país. Nadie como yo para curar la cruda. Nunca he sabido que alguien haga un trabajo exactamente como yo lo hago.