El riesgo global se evalúa como “moderado” para personas con múltiples parejas sexuales y bajo para la población en general.
Madrid, 23 de mayo (Europa Press).- El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) tiene registrados hasta el momento 67 casos de viruela del mono en nueve países europeos: Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Portugal, España y Suecia.
A través de un comunicado, el organismo europeo asegura que la viruela del mono “no se propaga fácilmente entre las personas”. La transmisión de persona a persona se produce a través del contacto estrecho con material infeccioso de las lesiones cutáneas de una persona infectada, a través de las gotitas respiratorias en el contacto prolongado cara a cara y a través de fómites.
Sin embargo, apuntan al sexo como principal responsable de la transmisión: “El predominio de los casos de viruela del mono diagnosticados entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y la naturaleza de las lesiones que se presentan en algunos casos sugieren que la transmisión se produjo durante las relaciones sexuales”.
Rapid Risk Assesment on the #monkeypox multi-country outbreak.
Full details in the thread below and the report:https://t.co/fIRfGdraMP https://t.co/RIsTRgVgRQ
— ECDC (@ECDC_EU) May 23, 2022
Según la evaluación epidemiológica del ECDC, la probabilidad de que el viruela del mono se propague en personas que tienen múltiples parejas sexuales se considera “alta”. Aunque la mayoría de los casos en los brotes actuales han presentado síntomas leves de la enfermedad, el virus de la viruela del mono puede causar una enfermedad grave en ciertos grupos de población (niños pequeños, mujeres embarazadas, personas inmunodeprimidas).
“Me preocupa el aumento del número de casos de viruela del simio notificados en la UE y en todo el mundo. Estamos monitoreando de cerca la situación y, aunque actualmente la probabilidad de propagación en la población en general es baja, la situación está evolucionando. Todos debemos permanecer atentos, asegurarnos de que exista una capacidad de rastreo de contactos y de diagnóstico adecuada, y asegurarnos de que tenemos disponibles las vacunas, los antivirales y el equipo de protección personal necesarios para los profesionales de la salud”, ha comentado al respecto la comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides.
El ECDC considera que “todavía no se puede estimar con precisión la probabilidad de que se produzcan casos con morbilidad grave”. El riesgo global se evalúa como “moderado” para las personas que tienen múltiples parejas sexuales (incluidos algunos grupos de hombres que tienen sexo con otros hombres) y bajo para la población en general.
El ECDC apunta que la vacuna contra la viruela puede considerarse como profilaxis posterior a la exposición de los contactos cercanos con mayor riesgo de padecer una enfermedad grave. “Sin embargo, debe realizarse una cuidadosa evaluación del beneficio/riesgo para el individuo expuesto. Falta información importante sobre el uso de las vacunas contra la viruela actualmente disponibles para los grupos con mayor riesgo de enfermedad grave. Además, los antivirales son opciones potenciales de tratamiento para los casos graves”, puntualizan.
Así, instan a los países europeos a centrarse en la rápida identificación, gestión, rastreo de contactos y notificación de nuevos casos. “Los países deben actualizar sus mecanismos de rastreo de contactos, su capacidad de diagnóstico para los ortopoxvirus y revisar la disponibilidad de vacunas contra la viruela, antivirales y equipos de protección individual (EPI) para los profesionales de la salud”, reclaman.
Según el ECDC, los casos deben permanecer aislados hasta la completa curación de su erupción, evitando el contacto con personas inmunodeprimidas y animales domésticos. También se aconseja abstenerse de la actividad sexual y del contacto físico estrecho hasta que la erupción se cure. La mayoría de los casos pueden permanecer en casa con cuidados de apoyo.
Los contactos cercanos de los casos de viruela del mono deben autocontrolar el desarrollo de los síntomas hasta 21 días después de la última exposición a un caso. También deben evitar las donaciones de sangre, órganos o médula ósea durante un mínimo de 21 días a partir del último día de exposición.
El personal sanitario debe llevar el EPI adecuado (guantes, bata impermeable, mascarilla FFP2) cuando examine los casos sospechosos o atienda a un caso de viruela del mono. El personal de laboratorio también debe tomar precauciones para evitar la exposición laboral.
Por otra parte, advierten de que existe un “riesgo potencial” de transmisión de persona a animal en Europa, por lo que “es necesaria una estrecha colaboración intersectorial entre las autoridades de salud pública humana y veterinaria que trabajen para gestionar los animales domésticos expuestos y evitar que la enfermedad se transmita en la fauna salvaje”. Hasta la fecha, en cualquier caso, no hay constancia de ningún caso sobre infecciones en animales (mascotas o animales salvajes) en la UE.
“La mayoría de los casos se han presentado con síntomas leves de la enfermedad, y para la población en general, la probabilidad de contagio es muy baja. Sin embargo, la probabilidad de una mayor propagación del virus a través del contacto cercano, por ejemplo durante las actividades sexuales entre personas con múltiples parejas sexuales, se considera alta”, ha remachado la directora del ECDC, Andrea Ammon.