La ahora extinta Policía Federal ejerció, desde 2009 a 2019, al menos 293 mil 191.3 millones de pesos, periodo en el que la escalada de violencia no se detuvo y dejó al menos 234 mil 776 homicidios dolosos en México.
Ciudad de México, 23 de mayo (SinEmbargo).- La Policía Federal (PF) gastó decenas de miles de millones de pesos desde que fue reconstruida en 2009 por el Presidente Felipe Calderón Hinojosa para combatir a la delincuencia organizada hasta su desaparición en 2019, ya en el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, pese a los millonarios recursos que se le otorgaron en una década, la violencia en México no cedió y, por el contrario, en 10 años los homicidios dolosos crecieron 82.53 por ciento, si se compara la cifra de asesinatos en 20o9 con la registrada en 2019.
El pasado 14 de mayo, el Presidente López Obrador defendió la formalización de la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública hasta el2024, luego que no solo la oposición sino activistas, asociaciones y organismos defensores de derechos humanos reprocharon dicha estrategia. El Jefe del Ejecutivo federal dijo, en su conferencia matutina, que prefería ser criticado por “querer militarizar” al país antes que la Guardia Nacional quedara como lo que fue la Policía Federal.
“No quiero, lo digo con toda franqueza, que la Guardia Nacional (GN) quede como la Policía Federal preventiva, sería un rotundo fracaso. Por eso, aunque me critiquen de que quiero militarizar al país, voy a seguir insistiendo en que nos deben ayudar las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, estoy convencido de que es necesario”, afirmó AMLO.
No es la primera vez que el Presidente de México arremete contra la ahora extinta Policía Federal. Desde su campaña electoral de 2018, López Obrador descalificó en varias ocasiones a la corporación acusándola de no estar altura de las circunstancias y de estar corrompida.
Luego de asumir la Presidencia, la administración de de López Obrador desapareció a la Policía Federal el 1 de octubre de 2019, luego que un día antes se publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo en el que se dictó la transferencia de toda su estructura, los recursos humanos (personal), materiales y financieros a la Guardia Nacional.
UNA DÉCADA DE CASI 300 MIL MILLONES
La Policía Federal ejerció en poco más de 10 años al menos 293 mil 191.3 millones de pesos, de acuerdo con un cálculo realizado por SinEmbargo, que se realizó con base a las cifras de los presupuestos consultados en las cuentas públicas que anualmente se asignaron a la corporación policiaca.
En junio de 2009, Felipe Calderón reformó a la entonces Policía Federal Preventiva (PFP). La incorporó entonces a la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), al mando de Genaro García Luna, quien actualmente está preso en Brooklyn, Nueva York, acusado por presuntos nexos con el narcotráfico. García Luna amplió las facultades de la corporación para “combatir la delincuencia”, y la nombró Policía Federal, es decir ya no sólo era preventiva, sino que que le dio competencias para realizar investigaciones.
El objetivo era combatir la violencia que ya para entonces se había disparado a consecuencia del ataque frontal al crimen organizado, denominado “guerra contra el narcotráfico” que Calderón había lanzado al menos un año y medio antes, en diciembre de 2206. Esta corporación pasó así de 7 mil elementos en su inicio a casi 37 mil efectivos al final de ese sexenio.
En 2011, el presupuesto para la Policía Federal se disparó 30.44 por ciento en comparación con el ejercido en 2009, y 24.74 por ciento en comparación con 2010.
En ese periodo –el 2011–, las erogaciones de la Secretaría de Seguridad Pública ascendieron a 41 mil 056 millones 942 mil pesos, cifra superior en 15.6 por ciento con relación a la original; de ese monto, la PF ejerció 23 mil 613.2 millones de pesos, cifra que además fue superior en un 29.2 por ciento sobre el monto originalmente aprobado para la corporación en ese ejercicio fiscal.
“La variación se debe principalmente a mayores erogaciones en servicios generales en los rubros del gasto de operación sustantiva de la Policía Federal asociados de manera directa con la movilización de los elementos de las Fuerzas Federales en el territorio nacional para la ejecución de operativos para la prevención del delito y combate a la delincuencia organizada, a través de erogaciones etiquetadas como viáticos nacionales, pasajes terrestres nacionales y gastos asociados a los programas de seguridad pública, así como las erogaciones en los rubros de mantenimiento y conservación de vehículos terrestres, aéreos, marítimos, lacustres y fluviales, correspondientes a la flota vehicular de la SSP, utilizada en las tareas de seguridad pública”, explican los documentos de la Cuenta Pública correspondiente al 2011.
Los apartados como materiales y suministros, así como el rubro “otros gastos corrientes”, también se dispararon en gasto.
“La variación se debe fundamentalmente al incremento sin precedente del despliegue de los elementos de la Policía Federal a lo largo del territorio nacional […] se requirieron mayores recursos para cubrir erogaciones básicamente en los rubros de productos alimenticios para personas derivado de la prestación de servicios públicos en unidades de readaptación social; la adquisición de combustibles, lubricantes y aditivos para vehículos terrestres, aéreos, marítimos, lacustres y fluviales destinados a la ejecución de programas de seguridad pública; la reposición y nuevos requerimientos de vestuario y uniformes, así como productos alimenticios para para los efectivos que participan en programas de seguridad pública”, expone el texto de la Cuenta Pública.
Otro concepto de gasto donde se observaron las mayores diferencias entre lo erogado y lo programado fue la compra de vehículos y equipo aéreo para la ejecución de programas de seguridad pública de la Policía Federal, según explica la Cuenta Pública correspondiente.
Sin embargo, el crecimiento del presupuesto no se reflejó en resultados. Por el contrario, el 2011 fue el año en que se registró el pico de la violencia del sexenio de Calderón, con un total de 22 mil 409 carpetas de investigación por homicidio doloso.
Para 2013, ya en la administración del priista Enrique Peña Nieto, la Policía Federal regresó al mando de la Secretaría de Gobernación (Segob), que ejerció un gasto del orden de los 61 mil 287 millones 731 mil 500 pesos, menor en 1.6 por ciento con relación al presupuesto aprobado. Ese año, la PF ejerció 25 mil 148.7 millones de pesos.
En ese periodo la violencia homicida descendió un 18.51 por ciento con respecto al previo, con un total de 18 mil 106 investigaciones por asesinato. La incidencia sangrienta siguió a la baja en 2014, con un total de 15 mil 526 homicidios dolosos. Sin embargo, en 2015, el número de asesinatos dolosos volvió a repuntar.
En el 2014, cuando se reformó el Reglamento de la Ley de la Policía Federal (PF), publicado en el DOF del 22 de agosto de 2014, se incorporó a su estructura la Gendarmería, uno de los proyectos estrella de Peña Nieto para combatir la violencia.
En ese año, en el apartado de materiales y suministros, se ejercieron 3 mil 581.3 millones de pesos, cifra que fue hasta un 71.9 por ciento superior al presupuesto aprobado; en esos suministros se registraron los conceptos “vestuario, blancos, prendas de protección y artículos deportivos”. Según las autoridades, esos recursos los justificaron para presunto uso para los efectivos que participaron en programas de seguridad pública, de readaptación social, labores en campo o de supervisión, y por el traspaso de recursos para apoyar la operatividad de diversas unidades de la Gendarmería, de la Policía Federal y del Centro Nacional de Inteligencia (Cisen), también extinto por la actual administración de López Obrador.
De acuerdo con los datos presentados, la PF gastó al menos 25 mil 217 millones 421 mil pesos, 21.9 por ciento más con respecto a lo destinado inicialmente, para la implementación de al menos mi 676 operativos conjuntos en zonas de alta incidencia delictiva.
En 2018, el último año de Enrique Peña Nieto en la Presidencia de México, fue cuando mayor presupuesto ejerció la Policía Federal con un total de 32 mil 694 millones 200 mil 554 pesos; ese mismo periodo también fue el más sangriento de la pasada administración federal.
MILES EN VALES DE GASOLINA
Además, la Policía Federal (PF) firmó durante diez años decenas de contratos multimillonarios con la justificación de movilizar a sus elementos por las carreteras. Gastó Miles de millones para adquirir comida, uniformes o pagos en medios para reproducir una imagen óptima, de acuerdo con una investigación realizada por la periodista Linaoe R. Flores y publicada en SinEmbargo.
Los 29 contratos más caros de la corporación desde que en 2009 fue creada (tal como es ahora) hasta 2018, suman poco más de 29 mil 364 millones 173 mil 941 pesos. Se trata de convenios sólo equiparables con los de las empresas estratégicas como la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos.
El contrato más caro de la historia de la corporación fue el firmado en el sexenio del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa por ocho mil 222 millones 949 mil 349 pesos en vales de gasolina para las coordinaciones estatales del sur, con la empresa Efectivale.
Es una cantidad mayor a lo que costó el Boeing Dreamliner 787 en 2013, el avión en el que viajaba el ex Presidente Enrique Peña Nieto, valorado en seis mil 600 millones de pesos y del cual se deshizo la presente Administración de Andrés Manuel López Obrador porque de tan costoso y lujoso, no lo tenía “ni Obama”.
No fue el único contrato multimillonario para vales. En 2011, también el Gobierno de Felipe Calderón erogó 329 millones 60 mil 583 pesos para comprar de esa forma despensas de “fin de año” para los empleados con Sodexo Motivation Solutions México.