Sólo tenía 16 años. El domingo salió de su casa en la Región 227 de Cancún, Quintana Roo, y la atacaron. Le quitaron la vida y la abandonaron en un baldío. Se llamaba Amairani. Hoy es otra víctima de la gran tragedia que viven los mexicanos, sobre todo las mujeres, en este país.
Se cree que los criminales son dos. No hay datos sobre ellos. La población está indignada: en redes sociales se ha convocado a una movilización para el próximo viernes. Se exige justicia y empatía a la población.
Ciudad de México, 23 de mayo (SinEmbargo).- En marzo, con apenas 16 años de edad, Amairani “N” compartió una imagen sobre cómo veía a su Cancún, Quintana Roo: las playas y los paraísos convertidos en escenas de crimen. El domingo pasado, 20 de mayo, la joven se aproximaba a su hogar cuando fue atacada por desconocidos. Se convirtió en otra víctima del horror.
De acuerdo con información de medios locales -que se trasladaron hasta el lugar de los hechos-, Amairani fue interceptada y conducida hasta un terreno baldío en la Región 227 de Cancún, donde al menos dos criminales abusaron de ella y la asesinaron.
El martes 22, la madre de la víctima aguardó frente a su domicilio, acompañada de sus vecinos, familiares y el silencio, puede apreciarse en imágenes del momento. Su “China”, como le decían a la joven pambolera, estudiante y trabajadora, apenas comenzaba a vivir.
“Que se llegue hasta el fondo. Que ayuden a esta señora que se encuentra en su dolor. Ha perdido a su pequeña. No tengo palabras. Debe ser algo muy doloroso”, lamentó una de las vecinas a medios de comunicación.
En redes sociales se ha convocado a una movilización para el próximo viernes 25 de mayo. Se exige justicia y empatía a la población.
“Nosotros como jóvenes no podemos seguir permitiendo más feminicidios. Ya somos madres, otras tenemos hermanas y no nos gustaría que nos pasara lo mismo. Apoyemos. La Ley tiene que buscar a los culpables de la muerte de Amairani”, se indica en la invitación a la manifestación.
“Hoy fue ella, mañana podemos ser nosotras y nuestras hermanas, primas […] ¡Vamos! Sí se puede, por favor”, se profundiza.
Personas que conocieron a Amairani “N” envían en este momento condolencias y lamentan que esto haya ocurrido:
“Te extraño, Amairani. ¿Cómo te pudo pasar esta tragedia? Mamita, te amo. Nunca te olvidaré, te llevaré en mi corazón, amiga”.
“Aún sigo sin entender por qué pasan las cosas de esta manera. Aún no puedo creer que seas tú, pero sé que los propósitos de Dios no son de nosotros”.
“Ya no más feminicidios”.
VIOLENCIA, QUINTANA ROO…
“¿Todos están bien? ¿Tu esposa, tu papá? ¿El otro muchacho?”, cuestionó un presunto intermediario del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). “Sí, todos estamos bien. A Tatiana la trataron bien”, contestó Jhoan Sebastián Espinoza, uno de los cuatro colombianos plagiados en diciembre del 2017 en Cancún. Era una prueba de vida, una prueba estéril. Dos días después de la conversación, Jhoan fue localizado decapitado…
Lo anterior es sólo otro ejemplo de lo que ocurre en el Quintana Roo del perredista [priista durante casi tres lustros] Carlos Joaquín González. Una entidad que arrancó el 2018 con una cifra más alta de homicidios dolosos que en 11 de los 12 meses del 2017: cuarenta asesinatos desde el primero y hasta el último día de enero [sólo por abajo de los 44 casos de octubre], de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
La violencia sacudió tanto en 2017 que se trastocó el ámbito internacional, donde Quintana Roo [casa de destinos turísticos como Playa del Carmen, Cancún, Chetumal, Tulum, Xel-Há, Xcaret] fue “castigado”. Estados Unidos, Canadá y Reino Unido alertaron a sus ciudadanos: si van a ir o trabajarán en las tierras gobernadas por Carlos Joaquín, aguas.
