Ciudad de México, 23 de mayo (SinEmbargo).– Gustavo Madero Muñoz, en su primer día como presidente reelecto del Partido Acción Nacional (PAN), tomó su primera decisión: ratificar a los cuestionados coordinadores parlamentarios panistas, Luis Alberto Villarreal García y Jorge Luis Preciado Rodríguez, en las cámaras de Diputados y Senadores, respectivamente.
Madero Muñoz, quien ayer recibió su constancia de mayoría como triunfador del pasado proceso electoral, en el que derrotó a Ernesto Cordero Arroyo, se comprometió asimismo a abordar los señalamientos de corrupción que hay contra panistas, entre ellos el propio Villarreal, así como el vicecoordinador de los diputados federales, Jorge Villalobos Seáñez.
Dijo que investigarán cuáles acusaciones tienen sustento y cuáles sólo son “trascendidos mediáticos, y con ese diagnóstico, actuar.
“El PAN va a ser un adalid de la transparencia, de la rendición de cuentas, del empoderamiento de los ciudadanos y de los observatorios para exigirle a todos los funcionarios de cualquier partido político para que rindan cuentas y para que haya el mejor uso de los recursos públicos que son de todos los ciudadanos”.
Empero, el nuevo dirigente no ofreció información sobre los trabajos de la comisión que averiguaría cuál fue el papel de los panistas en la autorización de permisos para casinos en el ocaso del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, órgano formado a inicios del año pasado y que no ha dado resultados al respecto.
En cuanto a designaciones para los cargos en el partido, como son las secretarías, las comisiones, y el propio Comité Ejecutivo Nacional (CEN), dijo que hasta la semana entrante los dará a conocer.
Así fue el primer día de Madero en su vuelta a la dirigencia panista.
NERVIOSISMO DE PRECIADO
Cada que alguien le preguntaba al nuevo dirigente del PAN, sobre si los coordinadores parlamentarios panistas serían removidos, Jorge Luis Preciado sonreía, nervioso.
El nombre del jefe de la bancada panista en el Senado se había barajado como una pieza que Madero sacrificaría para darle gusto a los senadores afines a Cordero Arroyo.
Incluso Preciado parecía ya tener un sustituto en el michoacano Salvador Vega Casillas, a quienes los maderistas ven como un “calderonista moderado”. El propio legislador parecía alimentar la versión, ya que fue uno de los primeros en llegar a la entrega de constancia a Madero como triunfador de la elección interna, convocada ayer al mediodía, y se tomaba fotos, sonriente, con quien se lo pidiera.
En tanto, Preciado llegó junto con Madero al auditorio Manuel Gómez Morín de la sede nacional panista, para que el segundo recibiera su constancia de mayoría. Cuando el nuevo dirigente ofreció una conferencia en la sala Carlos Septién García, hasta donde lo acompañó el coordinador de los senadores.
El legislador, quien se convirtió en coordinador luego de que en mayo del año pasado sustituyó a Cordero, no ha logrado la cohesión de sus 37 compañeros y, en cambio, fue exhibido en los medios de comunicación por organizar en las instalaciones del Senado de la República una fiesta para su esposa.
Pero ayer recibió el espaldarazo de Madero, lo mismo que Luis Alberto Villarreal, el coordinador en la Cámara de Diputados, protagonista del escándalo de “los moches”. Ambos panistas forman parte del círculo de hombres de confianza del dirigente.
“Ambos serán ratificados y buscaré dialogar a la brevedad con los integrantes de ambas bancadas. Ya lo he hecho con algunos de ellos y en todos los casos he constatado una actitud constructiva, propositiva e institucional, lo cual sin duda será correspondida por el trabajo, apertura y el compromiso del Comité Ejecutivo Nacional para coordinarnos de la mejor manera posible e impulsar las leyes secundarias que de inmediato tendremos que consensuar para salir unidos, tanto al interior de la bancada como ambos grupos parlamentarios”, dijo Madero.
A pesar de que desde el domingo Madero ofreció “tender la mano” y abrir espacios a todas las expresiones en su partido, no cedió en esta primera escaramuza que enfrentará como dirigente contra la otra expresión mayoritaria, la corderista, que perdió pero que obtuvo el 43 por ciento de los votos de la militancia.
La misma facción que ha cuestionado a los cercanos a Madero por presuntos actos de corrupción, entre ellos a Villarreal, pero también a su Vicecoordinador, Jorge Villalobos, por presuntamente favorecer a casinos del hermano del coordinador en algunos trámites.
Otra presunta involucrada en el tema de “los moches” es la Diputada federal Teresa Jiménez Esquivel, quien desde ayer forma parte del CEN, al haber integrado la planilla ganadora de Madero.
SIN CORDERISTAS
Al acto de toma de protesta de Madero acudieron diversos personajes. Uno de los últimos en llegar fue el Gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien llegó cuando ya había concluido y sólo se integró al ágape panista, en la flamante y recién inaugurada Plaza Don Luis H. Álvarez, personaje que fue de los panistas históricos que apoyó a Cordero.
Pero desde antes de la llegada de Madero se podía ver al ex Presidente del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, platicar con el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, José González Morfín.
En la hora de las felicitaciones y los abrazos por el triunfo se veía a un sonriente Marko Cortés Mendoza, ex coordinador de Madero, quien ya adelantaba que no habría movimientos en las coordinaciones. Asimismo, bastón en mano, barba crecida y traje negro, a Juan Molinar Horcasitas, de quien se dice es “la materia gris” del dirigente reelecto.
También estaba la Diputada federal Aurora Aguilar Rodríguez, los asambleístas Laura Ballesteros Mancilla y Federico Döring Casar, piezas vitales para el triunfo maderista en el Distrito federal. Asimismo, acudieron los diputados locales mexiquenses Ulises Ramírez, jefe del llamado “grupo Tlalnepantla” y acusado de vender candidaturas y Enrique Vargas.
También acudieron jefes estatales del partido, como el de Durango, Víctor Hugo Castañeda; el de Querétaro, José Báez Guerrero; el del estado de México, Oscar Sánchez Juárez; el capitalino, Mauricio Tabe Echartea, y el de Puebla, Rafael Micalco.
Pero entre todos destacó uno, el de San Luis Potosí, Héctor Mendizábal Pérez, quien formó parte de la planilla de Cordero, por lo cual pidió licencia para dejar su cargo durante la campaña y esta semana, luego de la derrota, regresó a la presidencia estatal.
A las 14:30 horas se retiró del convivio. Rechazó dar su opinión sobre el proceso.
“No quiero decir algo de lo cual luego me arrepienta”, dijo.
Fue el único corderista que se vio en el evento.
DEJAR ATRÁS EL PROCESO
Madero en su mensaje ante un auditorio maderista, que le dedicó porras en cinco ocasiones, hizo un llamado a la unidad, y recordar que al partido lo conforman todos.
“Si bien para construir una nueva dirigencia se necesitó construir una mayoría, nunca olvidemos que el Partido Acción Nacional lo conformamos todos, los que votaron por nosotros, los que no votaron por nosotros y los que votaron por Ernesto Cordero y su equipo; todos somos Acción Nacional y todos estamos convocados. Este es el PAN”.
Pidió dejar atrás la campaña, en la durante los 60 días que duró predominaron descalificaciones y acusaciones.
“No es momento de venganzas ni de pensamientos mezquinos, necesitamos que todos demos lo mejor de nosotros mismos para seguir siendo el mejor partido de México. Este es el único camino posible, es la única ruta para que en el 2018 un panista regrese a la Presidencia de la República”.
Durante la conferencia de prensa, aseguró que la integración de otras corrientes, entre ellas la corderista, no es sólo discurso.
“No es sólo discurso y no es solo para una expresión, es para todas las expresiones, liderazgos que conforman este partido, es una actitud honesta, sincera de hacer de nuestro partido uno que haga de su pluralidad su fortaleza”, expuso.
Incluso dijo que ya había hablado con Cordero y que tenían pendiente una fecha de reunión.
“El diálogo está con él y su gente”.
Madero dijo que para la formación de la nueva Comisión Permanente, aún no tiene listas las propuestas que debe presentar ante el Consejo, que se celebrará el 31 de mayo, para que se las aprueben.
“Un objetivo, sin duda, es la capacidad deliberativa y de representación política de cada uno de sus miembros, ésa es una categoría, porque no se trata de cheques en blanco, sillas vacías o cuotas. No, no se trata de eso. Se trata de una integración de liderazgos nacionales que representen a nuestro partido, en su potencialidad, en su diversidad y en su fortaleza.
Prometió que el nuevo órgano tendrá una integración potente, plural, representativa y funcional. Será su primera prueba.