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Ricardo Ravelo

23/04/2021 - 12:05 am

Michoacán: Los cárteles que gobiernan con Aureoles

Actualmente el cártel de Los Correa mantiene una alianza con La Familia Michoacana. Ambos cárteles mantienen una guerra con el Cártel de Jalisco Nueva Generación, cuyos miembros buscan apoderarse del oriente michoacano, una región boyante para la siembra y tráfico de enervantes.

Silvano Aureoles, Gobernador de Michoacán.
"A unos meses de concluir su periodo como Gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles deja un estado plagado de violencia, con siete cárteles en operación y con un elevado nivel de criminalidad". foto: Mario Jasso, Cuartoscuro

Tierra de violencia y muerte, en Michoacán ha surgido una nueva organización criminal: Se trata del cártel de Los Correa, cuyos integrantes lo mismo trafican con maderas preciosas que siembran marihuana y comercian con drogas sintéticas.

En nuevo grupo criminal –que se suma a la lista de siete cárteles que operan en la entidad que gobierna Silvano Aureoles Conejo –está encabezado por Daniel Correa Vázquez, a quien en el mundo del hampa le apodan “El Tigre”.

La organización delictiva lleva más de diez años operando en la clandestinidad, con bajo perfil; se dedican a la tala clandestina de árboles para extraer maderas de alto valor, pero han extendido sus tentáculos a la producción de marihuana y también han incursionado en el mercado ilegal de las drogas químicas o de diseño, una de las de mayor demanda por su bajo costo.

Actualmente el cártel de Los Correa mantiene una alianza con La Familia Michoacana. Ambos cárteles mantienen una guerra con el Cártel de Jalisco Nueva Generación, cuyos miembros buscan apoderarse del oriente michoacano, una región boyante para la siembra y tráfico de enervantes.

La violencia que enfrenta Michoacán –territorio de matanzas, desapariciones y de constante tensión –se debe a la fuerte narcodinámica que existe en el estado. Ahí operan ocho grupos criminales: La Familia Michoacana, Los Viagra, Los Correa, La Nueva Familia Michoacana, Los Blancos de Troya, Los Caballeros Templarios, Los Reyes, el Cártel de Jalisco Nueva Generación y el cártel de Tepalcatepec.

Todos estos grupos controlan el tráfico de drogas en Michoacán, Guerrero, Morelos, Estado de México y algunos, como es el caso de La Familia Michoacana y el CJNG, tienen fuerte presencia en la Ciudad de México, pues se aliaron con el cártel Unión-Tepito.

En diversas regiones michoacanas también existen las llamadas autodefensas: se trata de grupos civiles armados que supuestamente defienden los intereses de la sociedad ante los embates del crimen organizado, pero también circulan las versiones de que los propios cárteles les han facilitado las armas y los recursos financieros. Son sus aliados, pues.

Con más de una década de operaciones, el cártel de Los Correa opera en decenas de municipios, entre otros, en Hidalgo, Zitácuaro, Ocampo e Indapareo, pero sus bases, de acuerdo con el reporte de las autoridades, está en la zona montañosa y boscosa del estado.

Entre septiembre de 2020 y febrero de este año, el Gobierno de Silvano Aureoles, con el apoyo del Ejército Mexicano y La Guardia Nacional, desplegó un operativo para hallar “narcocampamentos” y células de sicarios de dicha organización criminal.

En total, han sido detenidas 310 personas por diferentes delitos; se les han incautado unos 81 vehículos con reporte de robo y 42 rifles de asalto y pistolas; se han destruido unas 43 mil platas de mariguana –que presuntamente eran propiedad de Los Correa –las cuales fueron destruidas, de acuerdo con la versión oficial.

De septiembre del año pasado a febrero de este año las autoridades han descubierto cuatro “narcocampamentos” de sicarios en zonas boscosas y/o intrincados en los municipios de Zitácuaro e Hidalgo. Estos operativos derivaron en violencia, ya que en varias ocasiones las fuerzas federales se enfrentaron con sicarios en la comunidad de Los Azufres: el saldo ha dejado muertos y se han decomisado nueve vehículos y 20 kilos de mariguana.

Recientemente fue detenido en el Estado de México un presunto jefe de sicarios llamado Federico M., a quien le apodan “El Feo”, quien está acusado del asesinato de un comandante de la policía de Michoacán. También se le atribuyó haber herido a otra persona.

ESTADO SIN LEY

A unos meses de concluir su periodo como Gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles deja un estado plagado de violencia, con siete cárteles en operación y con un elevado nivel de criminalidad. Tan sólo en el 2020, la entidad registró más de dos mil 600 asesinatos, todos ellos, producto de los enfrentamientos entre los cárteles de la droga, según reconocen las propias autoridades estatales.

La inseguridad se salió de control en 2006, cuando los cárteles de La Familia Michoacana, Los Zetas y los hermanos Valencia Cornelio se enfrentaron por el control del estado.

A pesar de que en ese año el entonces Presidente Felipe Calderón arrancó su guerra contra el narcotráfico, con la puesta en marcha de los Operativos Conjuntos, el crimen organizado no pudo ser abatido, por el contrario, se fortaleció a grado tal que la violencia se agudizó como no se había visto en años anteriores.

Los niveles de violencia comenzaron a escalar sin que hubiera contención policiaca ni militar. Cárteles como el de Jalisco Nueva Generación, Sinaloa, Familia Michoacana, Caballeros Templarios y Los Viagras comenzaron una guerra por el control de la plaza, la cual prevalece hasta ahora.

Un ejemplo de esta batalla sin tregua fue el hallazgo de varias narcomantas que puso en evidencia el grado de normalización de la violencia. El mensaje atizaba la guerra:

“Gente bonita, siga con su rutina, has patria y mata a un viagra”.

El grupo criminal “Los Viagras” es uno de los protagonistas de la guerra entre cárteles en Michoacán; de acuerdo con información de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, este cártel es uno de los más importantes productores de metanfetaminas que se distribuye en California. También se le adjudican otras operaciones delictivas como las extorsiones a productores de aguacate y empresarios de la entidad.

Michoacán y su principal puerto marítimo –el de Lázaro Cárdenas –es un punto estratégico para el crimen organizado; por esa entidad arriban los cargamentos que provienen de Sudamérica. La droga arriba por la zona conocida como Coahuayana, región bañada por las aguas del Pacífico, por donde llega la droga en barcos, lanchas –los pescadores también la pescan flotando en el mar –o bien es transportada incluso en submarinos, aparatos sumergibles que provienen de Colombia.

La ruta que sigue la droga –cocaína, precursores químicos e incluso heroína –es el estado de Guerrero, centro turístico internacional; luego se lleva al norte del país y cruza la frontera para llegar a Estados Unidos, el voraz mercado de consumo.

Los cárteles de Jalisco y Los Viagras están enfrentados desde el 2014. Ambos grupos criminales se pelean el control del estado, el mercado de las drogas sintéticas, secuestros, extorsiones y el tráfico humano.

La impunidad que priva en el estado que gobierna el perredista Silvano Aureoles ha desatado el surgimiento de decenas de organizaciones criminales, pues ven en el territorio un vacío de poder legal, caldo de cultivo para el florecimiento del crimen.

Las autoridades aceptan esta realidad. De acuerdo con un estudio de la Fiscalía del estado sobre el narcotráfico, en la entidad operan un total de siete cárteles y sus ramificaciones se extienden a lo largo y ancho del estado e incluso alcanzan a los estados de Guerrero, Estado de México y la capital del país.

Según el informe, el territorio michoacano está controlado por La Familia Michoacana, “El grupo Ceniza”, “El grupo Gallito”, “El grupo de El Metro”, “El grupo del Brazo de Oro”, “Los Viagras” y “El Cártel de Jalisco Nueva Generación”. Todos estos grupos han florecido en el Gobierno de Aureoles, quien en este año termina su sexenio con saldos de violencia y muertes completamente negativos.

Con el paso de los años, el narcotráfico ha cambiado su dinámica en el estado. Luego de la desarticulación, en 2014, del cártel de “Los Caballeros Templarios”, que tenían el poder hegemónico en la región –este grupo se debilitó debido a la captura y abatimiento de algunas de sus piezas importantes –el crimen organizado se partió y esto dio origen al surgimiento de unidades delictivas  más pequeñas que operan en el estado y que se han aliado a otras organizaciones criminales.

Según reportes policiacos consultados, desde hace varios meses en Michoacán se desató una batalla campal por el control del territorio y el boyante mercado de las drogas.

En este escenario, el cártel de “Los Viagras” le declaró la guerra al Cártel de Jalisco. Decididos a no dejar el estado en poder de Nemesio Oseguera, “El Mencho”, los hermanos Sierra Santa –fundadores del grupo criminal "Lo“ Viagras” –unieron a los cárteles más pequeños que controlaban algunos territorios michoacanos, aun cuando fueran enemigos, para confrontarlos con Oseguera.

La guerra dejó un saldo sangriento. Y es que el Cártel de Jalisco es la organización criminal más peligrosa y la que más ha crecido en los últimos catorce años, tanto, que en los más recientes informes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, la DEA, el cártel que comanda “El Mencho” aparece como el más hegemónico en 22 entidades del país y su expansión continúa, imparable.

Con los más recientes enfrentamientos ocurridos en las demarcaciones de Buena Vista y Apatzingán, donde las balaceras duraron hasta seis horas –atacaron iglesias, utilizaron explosivos y los pobladores tuvieron que abandonar sus casas por temor a la muerte –Los Sierra Santa y “El Mencho” no bajaron las armas, por el contrario, continuaron su guerra sembrado terror y muerte en la entidad que gobierna Silvano Aureoles.

Estos enfrentamientos generaron escenas de horror, como ocurrió con las decenas de cuerpos que fueron colgados en el municipio de Uruapan. Se afirma que fueron torturados, interrogados a golpes; luego los rafaguearon y después los colgaron.

La batalla entre cárteles no ha tenido tregua en Michoacán. De 2011 hasta 2014 el cártel de Los Caballeros Templarios mantenía el control del mercado de las drogas en la entidad.

“El Chayo” –así le apodaban a Nazario Moreno, el líder y fundador de esa organización delictiva, quien fue ejecutado –sembró terror y su poder delincuencial se extendió por todo el estado.

Desde entonces, los pobladores de la mayoría de los municipios michoacanos no pueden dormir en paz. Y esto lo reconoce el mandatario estatal, Silvano Aureoles, quien recientemente aceptó que “el talón de aquiles” que enfrenta el estado es la violencia causada por el crimen organizado.

Expuso que el impacto causado por los homicidios dolosos obedece a la violencia generada por el crimen organizado, “por la guerra entre cárteles”, que se disputan el control del estado.

Detalló:

“Si hay un tema que se ha ido agudizando es el de la inseguridad”.

Los homicidios se han duplicado. Tan sólo en el 2020 en Michoacán se registraron dos miñ 600 asesinatos. Antes, en 2019, la cifra fue de 2046 muertes y mucho antes, en el 2015, se contabilizaron 800 ejecuciones, lo que evidencia cómo ha escalado la criminalidad.

Según los informes policiacos, los municipios más violentos del estado son Zamora, Morelia, Uruapan, Ario de Rosales, Jiquilpan y Tangancícuaro. La violencia en Michoacán no es nueva: fue uno de los primeros estados exportadores de mariguana, pues si algo caracteriza al estado es la fertilidad de su tierra.

La hegemonía que ejerce en el estado el Cártel de Jalisco quedó en evidencia, una vez más, en un video difundido en redes sociales por los publirrelacionistas del ese cártel.

Habla “El Mencho” (Nemesio Oseguera, el líder):

“Pueblo de Tepalcatepec, soy Mencho, les quiero aclarar que mi guerra es contra 'El Abuelo', May Parra y con la gente que levante un arma en contra de mi gente. Le pido a toda la gente inocente que no salgan de sus casas, no queremos afectarlos, ustedes saben bien que a mi me gusta apoyar al pueblo, siempre veo por su bienestar”.

“El Abuelo” al que se refiere “El Mencho” se llama Juan Farías Alvarez y lidera una autodefensa. En originario de Tepalcatepec y en alguna etapa fue relacionado con el Cártel de Jalisco.

Según los reportes policiacos, Farías habría permitido que el Cártel de Jalisco penetrara en la demarcación de Los Reyes. Antes había representado a otro grupo criminal –“Los Jaliscos” --, donde fue uno de los más importantes operadores.

De ser socios, “El Abuelo” y “El Mencho” terminaron divididos por el odio. La ruptura ocurrió tras el intento de asesinato de un presunto narco con el que Farías tenía una alianza. Su nombre: Miguel Ángel Gallegos Godoy. Por ello, “El Abuelo” bloqueó los accesos a Tepalcatepec y les clausuró a sus exsocios de Jalisco la entrada a Apatzingán, Buenavista y otros territorios. Desde entonces la guerra no tiene tregua.

Farías ha sido detenido en varias ocasiones por el Ejército, por presuntas ligas con el tráfico de drogas, pero todas las ha librado, según los argumentos oficiales, por falta de pruebas.

A pocos meses de que Silvano Aureoles deje la gubernatura, Michoacán sigue ardiendo por la violencia. El saldo que deja el mandatario es un estado ensangrentado, plagado de terror y atenazado por la guerra que libran siete cárteles por el control del territorio y del negocio de las drogas.

Ricardo Ravelo
Ricardo Ravelo Galó es periodista desde hace 30 años y se ha especializado en temas relacionados con el crimen organizado y la seguridad nacional. Fue premio nacional de periodismo en 2008 por sus reportajes sobre narcotráfico en el semanario Proceso, donde cubrió la fuente policiaca durante quince años. En 2013 recibió el premio Rodolfo Walsh durante la Semana Negra de Guijón, España, por su libro de no ficción Narcomex. Es autor, entre otros libros, de Los Narcoabogados, Osiel: vida y tragedia de un capo, Los Zetas: la franquicia criminal y En manos del narco.

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