La agencia Amaq hizo alusión, en un comunicado, a una coalición internacional encabezada por Estados Unidos y formada por 75 países.
Unicef informó hoy que 45 niños figuran en la lista de quienes murieron tras los atentados del pasado domingo.
El Cairo, 23 abr (EFE).- El grupoyihadista EstadoIslámico (EI) asumió hoy la autoría de la serie de ataques en el Domingo de Resurrección en Sri Lanka contra iglesias y hoteles de lujo que causaron la muerte de al menos 310 personas y más de 500 heridos.
“Los ejecutores del ataque que tuvo como objetivo los ciudadanos de los países de la coalición y cristianos antes de ayer son combatientes del Estado Islámico”, dijo en un escueto comunicado una fuente de seguridad a la agencia Amaq, afín a los yihadistas.
La autenticidad de esta información difundida a través de la red de mensajería Telegram no pudo ser verificada.
La agencia de propaganda del grupo extremista hace alusión en su comunicado a la coalición internacional, que está encabezada por Estados Unidos y formada por 75 países.
El portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara, indicó hoy a Efe que el número de muertos en los atentados aumentó a 310 y más de 500 heridos.
Entre los fallecidos hay al menos 31 extranjeros, entre ellos dos españoles, un bangladesí, dos chinos, ocho indios, un francés, un japonés, un holandés, un portugués, dos saudíes, dos turcos, seis británicos, dos angloestadounidenses y dos australianos.
Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó hoy de que 45 niños figuran en la lista de aquellos que perdieron la vida.
El Gobierno de Sri Lanka vinculó los ataques con el poco conocido grupo terrorista local de tintes islamistas National Thowheeth Jamath (NTJ), aunque advirtió sobre posibles vínculos extranjeros.
En Sri Lanka la población cristiana representa el 7.4 por ciento, mientras que los budistas son el 70.2, los hinduistas el 12.6 y los musulmanes el 9.7, según datos del censo de 2011.
Los países árabes y la institución de referencia del islam suní, Al Azhar, condenaron los “despreciables y brutales actos” que tuvieron como objetivo a las personas que asistían a misas en distintas iglesias y se encontraban en hoteles.
Atentados de esta magnitud no habían tenido lugar en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el Gobierno, un conflicto que duró 26 años y finalizó en 2009, y que causó, según datos de la ONU, más de 40 mil civiles muertos.