Los productores de acero mexicanos que estén interesados en participar en la construcción del muro en la frontera con Estados Unidos deberían evitarlo, así les aconsejó el Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo. En una reunión con representantes de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero, el funcionario advirtió que las empresas podrían echar abajo su prestigio y el consumo futuro de los mexicanos valorará qué marcas son leales a la identidad nacional. En tanto, el titular de Comercio de EU, Wilbur Ross, dijo en entrevista con Bloomberg que el Gobierno de Trump ya presentó una estrategia preliminar para una renegociación del TLCAN.

Ciudad de México, 23 de marzo (SinEmbargo).– El Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, recomendó a los productores de acero mexicanos a cuidar su prestigio y evitar participar en la construcción del muro fronterizo propuesto por el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

“No vamos a ponerles leyes que generen restricciones. Pero creo que por el prestigio que ustedes representan, sería sin duda alineado a sus propios intereses no participar en la construcción de muro”, dijo Guajardo en la asamblea general de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero, que reunió a los líderes del sector en Ciudad de México.

El Secretario descartó que vaya a haber sanciones si alguna empresa decide participar, pero advirtió que los propios mexicanos serán quienes evaluarán su lealtad.

“No habrá una ley con una sanción, pero los mexicanos y el consumo futuro de los mexicanos será el que logre valorar qué marcas son leales a la identidad nacional y cuáles no”, dijo.

El Gobierno de Trump publicó la noche del pasado viernes las bases de licitación para la construcción del muro, con el que pretende quiere frenar la inmigración ilegal y el tráfico de drogas en la frontera de casi 3 mil 200 kilómetros entre Estados Unidos y México.

Según medios estadounidenses, existen al menos 600 empresas interesadas en participar. La construcción deberá tener una altura de entre 5.4 y 9.1 metros, ser de cemento sólido e “impenetrable”, dicen las bases.

El pasado 16 de marzo, la mexicana Cemex dijo que veía en la posible construcción del muro una oportunidad para ganar en Estados Unidos, donde ocupa una posición relevante.

Sin embargo, al día siguiente, la empresa mexicana informó que no participó en el proceso para los potenciales proveedores.

El mayor fabricante de cemento de México tiene plantas en ambos lados de la frontera, y su potencial para ser uno de los mayores beneficiarios del muro fronterizo había sido considerado por analistas en Barclays Plc y otros investigadores como un resultado irónico del intento de Trump de detener a los inmigrantes mexicanos indocumentados. De acuerdo con algunos cálculos el muro podría costar 15 mil millones de dólares o más.

El 17 de marzo, el Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, pidió un “examen de conciencia” a las empresas mexicanas que quieren participar en la construcción del muro.

“Es pertinente que quien vea en este hecho una oportunidad económica haga un examen de conciencia, porque aquí no estamos hablando de una oportunidad económica, sino de un acto profundamente inamistoso”, dijo en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Asuntos Exteriores español, Alfonso Dastis.

Videgaray remarcó que en México se respeta la “libertad económica” y los derechos de “empresas y personas”, pero ello no exime a las compañías a “escuchar” el sentir general en temáticas como la polémica construcción de un muro a lo largo de toda la frontera común con Estados Unidos.

TLCAN A RENEGOCIACIÓN

El titular de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, dijo en entrevista con Bloomberg que presentó una estrategia preliminar para una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a un grupo de miembros de legisladores de Estados Unidos. El grupo incluye a Kevin Brady, presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, así como Richard Neal, demócrata de mayor rango de la comisión.

En virtud de la ley que otorga al Presidente la llamada autoridad de la vía rápida en los acuerdos comerciales, el Congreso debe dar 90 días de preaviso que tiene la intención de revisar un convenio ya existente.

El Gobierno de México anunció el pasado 1 de febrero el inicio de sus propias consultas sobre el TLCAN. Cualquiera de los tres países -México, Estados Unidos y Canadá- pueden salirse del acuerdo. Trump ha dicho que se retiraría si sus contrapartes no están dispuestos a renegociarlo.

lldefonso Guajardo estimó que las renegociaciones con Estados Unidos podrían iniciar en julio, una vez que se dé aviso al Congreso de ese país.