Somos un país sin diálogo. Es una pena. Lo más divertido y sano de una democracia es criticar y ser criticado. Como cuando se juega un buen partido de tenis con un buen interlocutor. Son sanas las ideas que se rebotan, las discusiones que se disfrutan, y los adversarios que se admiran.

En ese tono escribo este texto para los demócratas deliberados: con respeto y mucha admiración, hoy les digo que no estoy de acuerdo.

Me sorprendí la semana pasada que los critiqué con el afán de diálogo y de plantearle mis dudas a un grupo de intelectuales de izquierda sobre el proyecto que están armando. Me topé con pared. No fue diálogo sino descalificaciones y name-dropping de autores por parte de algunos de sus miembros. Pensé que la postulación del debate y del conflicto como necesarios para la democracia, se llevarían a la práctica. Pensé que aprovecharían para decir algunas de las cosas que en su Tumblr no están claras porque no se salen del estilo institucional (y eso ya es decir mucho si hablamos del PRD) y porque el video de Reforma los caricaturiza y no recoge sus pretensiones.

No estoy ciega, admito que estuvo mal argumentado mi texto anterior. La metáfora del Edipo priísta es muy difícil de ejecutar. Aun así, la idea no es descabellada ni desechable a priori: la planteo sólo como ciudadana. Soy de las pocas personas que ha pasado horas leyendo su Tumblr y poniéndole atención a su logo, lenguaje y contenidos. Y francamente, no veo qué es lo que están haciendo distinto. Mucho menos de cara a sus respuestas tuiteras a mi texto pasado.

No veo la diferencia de lo que hacen con cómo nació el PRD, y con lo que propone Morena y algunos sectores del PRI. No veo la diferencia con las históricas élites privilegiadas que nos dicen: “Democraticemos el Partido, desde adentro.” ¿Cómo sé que lo buscan es democracia y no poder? ¿Pueden culparme de ser suspicaz dada la trayectoria partidista de nuestro país?

Y que quede claro: me gusta la izquierda urbanista y socialdemócrata que postulan. Hace mucho tiempo que en México no se escuchaba algo así. Algunos de sus comunicados son francamente buenos. Tienen ideas chidas, talento y plataformas mediáticas y virtuales para difundirlo.

Pero creo que tienen que hacerse responsables del hecho que desde que se afiliaron al PRD han dejado de ser sólo un grupo de ñoños con maestría para ser parte de un partido político, y eso significa que las reglas del juego democrático les empiezan a aplicar. Como statement activista, deberían autoaplicarse y comunicarse. Creo que lo primero de todo, es la discusión sin descalificativos. Si son parte de un partido, aguanten vara y discutan.

No quiero bullear, ni ser bulleada y arrinconada con tuits intolerantes que no comparten mi opinión. Quiero aprender. No todos estudiamos maestrías en Chicago o Princeton, ni somos politólogos o economistas. Su Tumblr está plagado de conceptos técnicos poco transparentes. ¿Serán la nueva generación de tecnócratas?

Ojalá no, porque sí hay otras universidades, otras tradiciones y otras disciplinas. Y ese es el principio de la deliberación en la plaza pública: todas las opiniones son válidas siempre y cuando se planteen sin dogmas y con argumentos. Aunque sean malos, para eso es la discusión y que ganen los mejores. Es como si sólo deliberaran entre ustedes, los miembros del su corriente del Partido de la Revolución Democrática, y que la deliberación se rompe fuera del círculo con los demás. ¿Si ni yo entro en el diálogo, dónde queda el ciudadano de a pie? ¿No es eso algo parecido a un dogma?

Democratizar desde adentro suena bien, y además se ganan privilegios que la vía anti-institucional no tiene. Pero los Partidos en nuestro país son una mafia donde se mueven mucho poder, muchos intereses y un chingo de varo. Esto no se desmantela de la noche a la mañana con una maestría en políticas públicas. Me parece ingenuo pensar esto. La real politik (ahora sí, priísta) tiene muchos tentáculos inalcanzables.

El golpe tiene que ir más allá. La subversión debe ser más inteligente. De otra manera, lo que están haciendo podría sonar al discurso del poder por el poder. Y me da mucha tristeza, porque eso es lo que nos tiene jodidos. No es el valor y la trayectoria individual lo que los hará tener éxito. Es un proyecto colectivo que pasa ineludiblemente por el diálogo público.

Son la nueva generación de políticos. No dudo de sus intenciones ni de su agenda, pero sí de lo seductor que es el poder, y de un sistema demasiado poderoso.

Y aquí hago una pausa. Porque criticar no es prender fuego. Es admirar. La polémica es un diálogo que puede parecer irritante, pero que si se ejecuta bien, es divertida. Ustedes son mi maestros y varios mis amigos. Los admiro, los leo y los respeto. No busco pleitos, pero sueño con salir de la simulación de los foros de opinión donde las personalidades públicas sólo dialogan con opositores complacientes. Esperaría que conmigo lo hicieran igual. Sólo la crítica agita las ideas propias y sube el estándar de los intercambios. Sin ad hominems (ni ad feminems que son peor).

Ustedes tienen las oportunidades y los medios, ¿por qué no plasmar una discusión en el debate público que vaya más allá de tuits irónicos y la intolerancia de las opiniones distintas que no pasan por los mismos “filtros técnicos” que los suyos? No tiene que ser conmigo, pero sí con los ciudadanos. Aunque suene cursi, ahora están en esa posición.

Venga, tenemos un enemigo en común. No nos vamos a poner de acuerdo, eso sería hipócrita y aburrido. Pero …. ¿discutimos?

Gisela Pérez de Acha

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