El principal cambio es eliminar el criterio económico del despacho eléctrico para siempre suministrar primero la electricidad de las plantas hidroeléctricas y de combustibles fósiles de la CFE sobre las centrales privadas de renovables y al último las de ciclo combinado.
México, 23 de febrero (EFE).- La Cámara de Diputados aprobó este martes la polémica reforma a la Ley de la Industria Eléctrica que privilegia a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa del Estado, en detrimento de las generadoras privadas, sobre todo de renovables.
Con 304 votos a favor, 179 en contra y 4 abstenciones, tras 5 horas de discusión los diputados enviaron al Senado la iniciativa preferente del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
La bancada mayoritaria del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados del Partido del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES) replicaron los dichos de López Obrador contra el “saqueo” de los privados.
“El fondo de la iniciativa es recuperar la función rectora y de planeación del Estado en un área estratégica como la eléctrica para garantizar la seguridad energética y la seguridad nacional”, afirmó Manuel Rodríguez, diputado de Morena y presidente de la Comisión de Energía.
El principal cambio es eliminar el criterio económico del despacho eléctrico para siempre suministrar primero la electricidad de las plantas hidroeléctricas y de combustibles fósiles de la CFE sobre las centrales privadas de renovables y al último las de ciclo combinado.
Los diputados de Morena presumieron el primer paso para revertir la reforma energética de 2013, que abrió el sector a la inversión privada en la presidencia de Enrique Peña Nieto (2012-2018).
“Vamos a recuperar la soberanía energética nacional, es lo que estamos haciendo hoy, vamos a detener el saqueo salvaje amparado por una ley que solo pudo ser aprobada por la corrupción y por la falta de patriotismo”, manifestó María de los Ángeles Huerta, diputada de Morena.
La reforma también elimina la obligatoriedad de las subastas eléctricas en las que participan particulares y cambia las reglas de los Certificados de Energía Limpia (CEL) para darlos a plantas viejas de la CFE.
Por ello, la diputada Zulma Espinoza anunció el voto en contra del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que ha sido aliado del Gobierno en el Congreso, pese a coincidir con la meta de fortalecer a la CFE.
“Pasaremos de una política de fomento e incentivos a la inversión en desarrollo de energías renovables a una de incertidumbre, asimetría y estigmatización”, señaló.
La iniciativa también pide “revisar la legalidad y rentabilidad” de los contratos del Gobierno con productores independientes de energía a los que el presidente y su partido acusan de corrupción.
Pero la diputada sin partido Lucía Riojas cuestionó el compromiso anticorrupción del Gobierno al señalar que el senador Armando Guadiana, de Morena, se beneficiaría de vender carbón a la CFE, así como la prima del presidente, Felipa Obrador, ha obtenido contratos con Petróleos Mexicanos (Pemex).
“Que las familias del Gobierno en turno sean quienes se están beneficiando del monopolio del Estado, que empeña en nombre de la nación la seguridad energética, ¿qué más da?”, cuestionó la legisladora sin partido.
El diputado Hernán Salinas, del derechista Partido Acción Nacional (PAN), denunció que aumentaría el subsidio eléctrico que ya asciende a 70.000 millones de pesos anuales (cerca de 3.500 millones de dólares).
“Amparados bajo el mantra de rescatar la soberanía y la seguridad energética no se dan cuenta del daño que esta reforma le va a ocasionar al país y a la confiabilidad del sistema. Tendremos menos energía, más cara y más contaminante”, advirtió.