El proyecto se diseñó para nueve países de América Latina y el Caribe, el costo de las transferencias propuestas equivale a una línea de pobreza por seis meses, lo que significa 0.3 por ciento del PIB de la región.
Ciudad de México, 23 de febrero (SinEmbargo).- La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) planteó a México destinar 0.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para crear un ingreso básico que sea apoyo para las mujeres desempleadas en la región. La propuesta es un ingreso básico de emergencia por los efectos que la pandemia dejó en el mercado laboral, específicamente sobre las mujeres.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, explicó que este proyecto se diseñó para nueve países de América Latina y el Caribe, entre los que se encuentra México. El costo de las transferencias propuestas equivale a una línea de pobreza por seis meses, lo que significa 0.3 por ciento del PIB de la región.
El apoyo sería para dos plazos, tres o seis meses, para México ambos escenarios significarían apoyar a 4.6 por ciento de las mujeres que quedaron desempleadas por la pandemia de COVID-19.
El PIB de México en 2018 ascendió a 23 billones de pesos, con lo que el monto de inversión requerido sería de alrededor de 231 mil 029 millones 020 mil pesos en medio año para colaborar con el ingreso que las mujeres requieren.
La plena inclusión digital de las mujeres y la construcción de una sociedad del cuidado son indispensables para una recuperación igualitaria y sostenible, coincidieron hoy autoridades y funcionarios internacionales en apertura de reunión regional. Más 👉https://t.co/u0zPytwfAz pic.twitter.com/pvsAGecelk
— CEPAL (@cepal_onu) February 23, 2021
En la Sexagésima Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer en América Latina y el Caribe, Bárcena dijo que las mujeres con menores ingresos enfrentan un doble obstáculo durante la pandemia de la COVID-19: la falta de autonomía económica y la brecha de acceso a Internet. La Cepal propuso garantizar una “canasta básica digital” y la enseñanza para potenciar habilidades tecnológicas con lo que se podría beneficiar a cuatro de cada 10 mujeres en la región.
Además, recordó que el trabajo doméstico remunerado es uno de los sectores que se vieron más afectados por la pérdida de empleo y la imposibilidad de realizarlo mediante el teletrabajo. “El 76 por ciento de las mujeres en este rubro no tiene cobertura previsional ni ningún tipo de seguridad social. Esto es gravísimo”, dijo Bárcena.
“La pandemia tuvo impactos contundentes en el nivel y calidad del empleo de las mujeres de la región. Las mujeres registran una década perdida en niveles de participación laboral. Lo hemos dicho: el trabajo es la llave maestra para salir de la desigualdad”, continuó.
La Cepal observó que la COVID-19 profundizó “los nudos estructurales de la desigualdad” y ahora “atenta seriamente contra la autonomía de las mujeres”. A esto se sumó la persistente violencia contra las mujeres que se agudizó por el confinamiento. La crisis magnificó los problemas estructurales de América Latina y el Caribe, principalmente la enorme desigualdad, que define la región. “La igualdad debe ser vista como un pre-requisito para el desarrollo y no un resultado del mismo”, planteó Bárcena.
Para la secretaria de la Cepal, la economía del cuidado es una estrategia central para una recuperación transformadora. “Necesitamos un nuevo pacto fiscal con igualdad de género, que amplifique ingresos, iguale oportunidades y abra espacios de participación laboral formal”, apuntó.