En un intento de luchar por el título, construyó seis enormes y lujosas carrozas alegóricas, entre las cuales dos que semejaban gigantescos restos dinosaurios comandadas por hombres prehistóricos, otra que mostraba la codicia como camino a la muerte y una dedicada a las pulsaciones del corazón y otra a la creación.
Río de Janeiro, 23 de febrero (EFE).- Un llamado por la preservación del medio ambiente de los pueblos indígenas y de la cultura en Brasil abrió este domingo los majestuosos desfiles de las escuelas de samba del Grupo Especial, principal atracción del Carnaval de Río de Janeiro, considerado el mayor espectáculo del mundo.
Con una crítica a la ambición desmedida, que pasa por encima de vidas, culturas y del medio ambiente, la escuela de samba Estácio de Sá se refirió en su desfile indirectamente a las políticas impulsadas por el Gobierno del Presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, que abogan por explotar económicamente la Amazonía para un mayor progreso del país.
La primera de las siete escuelas programadas para desfilar en la noche de este domingo por el Sambódromo de Río escogió a la "Piedra, un viaje en el tiempo" como el tema central de su espectáculo y mostró sus diversas facetas durante su paso por la avenida Marqués de Sapucaí.
El desfile abordó la piedra desde su importancia como narradora de la historia del hombre con los grabados rupestres en los orígenes del mundo hasta la codicia que ha originado el valor comercial de algunas de sus variedades, consideradas preciosas.
La piedra y su papel en la evolución de la humanidad fueron expuestos en seis llamativas carrozas alegóricas, que acompañadas de unos tres mil participantes con coloridos disfraces, abrieron la noche de desfiles.
La depredación del medioambiente que ha causado la extracción minera en Brasil también fue aludida en los desfiles, donde, además de la deforestación, fueron criticadas las condiciones de trabajo de millones de hombres, mujeres, e incluso niños, que viven prácticamente bajo tierra buscando piedras y metales preciosos.
Y es que la deforestación es causada principalmente por la minería, un tema que Bolsonaro quiere impulsar entre las etnias de Brasil para que exploten las áreas indígenas protegidas, alejándolas de sus tradiciones y cultura para insertarlas en la llamada "modernidad".
Esas dos caras de la moneda, la del progreso y la del deterioro ambiental y cultural, fueron mostradas por la escuela que cerró la historia con la luna como ejemplo de lo que puede ser la muerte en vida de la tierra, un planeta lleno de brillo pero completamente árido.
Estácio de Sá fue una de las escuelas que ascendió el año pasado al Grupo Especial, una especie de primera división entre estos grupos. Desde 2016 la escuela no estaba en el Grupo Especial, del que fue campeona en 1992.
En un intento de luchar por el título, construyó seis enormes y lujosas carrozas alegóricas, entre las cuales dos que semejaban gigantescos restos dinosaurios comandadas por hombres prehistóricos, otra que mostraba la codicia como camino a la muerte y una dedicada a las pulsaciones del corazón y otra a la creación
Tras Estácio de Sá deben pasar por el Sambódromo esta noche las escuelas Unidos de Viradouro con un homenaje a las mujeres que ayudaron a construir la historia de Brasil; Mangueira, que contará el regreso de Jesús a la tierra, y Paraíso do Tututi, con un llamado a frenar la violencia en Río.
Las últimas tres, ya en la madrugada, serán Grande Río, con una denuncia a la intolerancia religiosa, Uniao da Ilha, que hará una reflexión sobre los principales problemas sociales de Brasil y por último, Portela, que hará un desfile sobre la importancia de los pueblos indígenas y de la tierra para sus tribus.
Cada una de las escuelas tiene entre 60 y 70 minutos para atravesar los 700 metros de la pista del Sambódromo mientras los jurados califican criterios como creatividad, armonía, disfraces o composición.
Las calificaciones de los jurados son leídas el miércoles de ceniza, cuando concluye el carnaval y se conoce la nueva escuela campeona de Río de Janeiro.