“Venimos a ver la subasta nomás por conocer todo nuestro dinero que andaba rodando con Peña Nieto, no tenemos para comprar estos carrotes, están blindados, valen mucho, no nos alcanza para tanto, pero venimos a ver todo el dinero que traía aquella rata mayor, nomás rodando el dinero que es del pueblo y a él no le costaba nada”, expresa Esteban Hernández Mendoza, un hombre jubilado que acudió a la primer subasta de vehículos del sexenio.
Ciudad de México, 23 de febrero (SinEmbargo).- Enrique Sánchez barre con la mirada una fila de lujosas camionetas color negro de reciente modelo, todas en subasta. “¡Cuanto vehículo blindado!”, exclama. Hace una ligera pausa. Frunce el ceño y menea la cabeza en señal de rechazo. “Monstruoso, eh”, añade con indignación, se queda pensativo.
Enrique Sánchez es un hombre jubilado que vive cerca de la Base Aérea de Santa Lucía, Estado de México, donde hoy se desarrolló la primera subasta de vehículos. Desde hace días se enteró del evento y la curiosidad de conocer los automóviles que usaban en la administración del Presidente, Enrique Peña Nieto, lo impulsó a asistir.
El hombre camina sobre la plaza donde son exhibidas camionetas, motocicletas y vehículos en venta. Con su mano derecha toma de la mano a una de sus pequeñas nietas y con la izquierda lleva una bolsa de plástico en las que carga mandarinas y un pequeño biberón.
“Me da sentimiento ver la opulencia que se manejaba [en el anterior Gobierno]”, expresa el hombre jubilado en entrevista con SinEmbargo.
Enrique dice que no quiso desaprovechar la ocasión de conocer cómo y en qué se trasladaban los funcionarios federales del sexenio anterior. La califica como una “oportunidad única para darnos cuenta cuanto temor tenían, no sé a qué.. pero me viene algo a la mente: ‘del tamaño de la pistola es el tamaño del miedo´, así, el tamaño del blindaje es el tamaño del miedo”.
Son 218 unidades que se venderán este fin de semana en la primera subasta de vehículos realizada por el Gobierno federal en la Base Aérea de Santa Lucía. Los automóviles ofertados pertenecían a la Presidencia de la República y al Estado Mayor Presidencial (EMP).
“Que bueno que esto ya se va a acabar. Ojalá que esto vaya a dar a la basura, o que lo use gente sana, pero creo que no les va hacer falta”, agrega el señor Sánchez.
Esteban Hernández Mendoza, de 71 años, y su esposa, Gloria González, también acudieron a la subasta sin expectativas de compra, sólo querían conocer las camionetas blindadas.
“Venimos a ver la subasta nomás por conocer todo nuestro dinero que andaba rodando con Peña Nieto, no tenemos para comprar estos carrotes, están blindados, valen mucho, no nos alcanza para tanto, pero venimos a ver todo el dinero que traía aquella rata mayor, nomás rodando el dinero que al fin es del pueblo y a él no le costaba nada. Mucha gente pobre y mire, cuánto dinero tenía rodando”, expresa igualmente.
“SUBASTA HISTÓRICA”
–¡Venga, venga! – exhorta en un tono dinámico el martillero [la persona que guía la subasta]. Los compradores pujan.
– 140 mil [pesos], 145 de este lado, ¡quiero 150 mil! 155, 160, 170 mil. ¡Tengo 180 de este lado, quiero 190 mil, ¿Quién da 190? – se escucha la voz rápida y activa del subastador.
–¡Hé, hé, hé!”– gritan enérgicos tres “ring-men” mientras levantan la mano derecha con el puño cerrado y, con el brazo izquierdo en horizontal y la mano extendida, apuntan a los mejores postores.
–Tengo 200 [mil] acá, quiero 210; 210, tengo 210 acá; ¡denme 220! – continúa el martillero.
Un comprador alza su paleta. La número 247.
–¡Hé, hé, hé!– grita uno de los ring-man posicionado en los pasillos del lugar.
– Tengo allí 220, ¡quiero 10 mil más: 230 mil! ¿quién dijo yo? – insta el martillero. Nadie más puja.
–Tengo allá 220. Tengo 220 a la una… 220 mil a las dos… ¡Vendido en 220 mil a la paleta 247! –
La subasta organizada por el Servicio de Enajenación de Bienes (SAE), inició a las 12:00 de la tarde. En la pista de la Base Aérea de Santa Lucia, a unos 3.2 kilómetros de la entrada del complejo militar, se colocaron los vehículos a ofertar.
De las 218 unidades terrestres –ninguna aeronave–, 184 están en un rango de precios base de venta de 23 mil 500 a un millón 615 mil 800 pesos. Hay siete tracto camiones; 23 Pick Up; nueve automóviles compactos; dos tractores agrícolas, dos camiones de pasajeros marca Volvo; cinco remolques; un BMW blindado y un Audi blindado. Además de múltiples motocicletas, marcas BMW, Harley Davidson y una Kawasaki Vulcan.
Al menos 631 postores de base se registraron para la venta. En el primer día, acudieron alrededor de 329 participantes para pujar, comentó personal de la SAE.
A los postores les entregaron dos diferentes paletas: una verde, para la cual, los participantes debieron dejar una garantía de mínimo 50 mil pesos, y las paletas amarillas, con una garantía de al menos 100 mil pesos.
Un automóvil Audi A8 W-12, modelo 2012, con Blindaje 6, usado en la Ciudad de México, fue el primero en ser subastado con un precio base de un millón 991 236 pesos.
–¿Quien dijo yo? – gritaba el martillero. Nadie pujó. La primera subasta fue declarada desierta. Nadie lo adquirió.
Una camioneta Chevrolet Tahoe modelo 2013, de la oficina de la Presidencia de la República fue el segundo lote y el primer automotor adquirido. Con un precio base de 120 mil 700 pesos, se vendió en 220 mil pesos a la persona con una paleta color verde número 247.
La mayoría de los vehículos se adquirieron casi al doble del precio base establecido. Camionetas Chevrolet Tahoe se ofertaban desde los 103 mil pesos hasta los 129 mil pesos, pero fueron vendidas en promedio a 225 mil pesos. Una de las camionetas mejor pagada fue una Tahoe modelo 2015: con un precio base de 237 mil pesos, fue adquirida en 370 mil.
Los vehículos de menor costo base eran unidades Chevrolet Captiva Sport LT, pero se compraron a un precio casi cuatro veces más alto. Una de esas unidades, modelo 2011, de 36 mil 100 pesos con los que inició la puja, fue comprada en 112 mil pesos.
Las motocicletas eran en su mayoría BMW R1200, desde modelo 2013, que tenían un precio base en promedio de 137 mil pesos y fueron adquiridas desde los 180 mil pesos hasta 200 mil pesos.
Juan Carlos Lugo es un comerciante con más de 20 años de experiencia. Se enteró de la subasta por los medios de comunicación en internet y decidió acudir a para saber si había una oportunidad de negocio, sin embargo, a la mitad del evento, el negociante no estaba satisfecho.
“Los precios de salida son atractivos, pero me doy cuenta que realmente es lo contrario, por todo lo que se está subastando y lo que se está alzando, se viene vendido a los precios que están en el mercado, entonces, no vale la pena”, opina el comerciante.
Y añade: “Realmente hasta ahorita no vale la pena, vamos a esperar hasta más tarde, a lo mejor los compradores compulsivos se cansan y a lo mejor bajan los precios”.
Karina también es una comerciante que ya tiene experiencia en eventos similares. La joven mujer platica que esta subasta le llamó la atención por el tipo de vehículos en oferta. La participante consideró que el evento estaba bien, con pros y contras.
“Los precios de salida son muy buenos, aunque hay unas cosas que los precios se han ido un poco altos, pero la gente está pagando bien, hay algunas cosas que se van en un muy buen precio, por debajo del que se encuentran en la calle. Hay unas cosas que sí están pagando en precio de mercado, pero también hay algunas cosas que se están un poco más baratas”, considera.
NADIE QUISO LOS BLINDADOS
Hay 34 vehículos blindados con un rango de precios base de venta de 319 mil 900 a un millón 991 mil 300 pesos. Las subastas de este tipo de vehículos, al menos hoy, fueron declaradas “desiertas”, es decir, no se vendieron.
“¿Los blindados’? ¡Uy, no, pues esos solo los narcos!”, expresa Luis Cortés, un hombre que vive en Estado de México y que acudió por curiosidad con todo y sus tres mascotas, tres perritos chihuahua.
“Quería ver si me podía comprar algún carro, de esos que decían que estaban en 30 mil pesos, pero ¡no! ya estoy viendo que están bien caros”, dice el hombre.
Y bromea: “yo que quería uno para que ellos –señala a sus mascotas– regresaran a casa”.
Ricardo Rodríguez Vargas, director general del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), califica el evento como una subasta “histórica”.
“En pocas subastas hemos tenido que el precio sea el doble del precio inicial, verdaderamente creemos que es histórico. No solo por la venta o la naturaleza sino también por la respuesta de la gente. La verdad es que nos sentimos muy contentos de cómo va la venta y también muy optimistas”, dice el funcionario en entrevista con medios de comunicación.
Las unidades que no se vendieron se volverán a ofertar en otra subasta, de acuerdo al funcionario.
El Audi A8, el primero en subasta, es el de mayor valor porque “todo bien que es escaso tiene un valor mayor, es verdaderamente raro un Audi blindado con esas carteristas”.
También hay una camioneta blindada Diésel, es la única camioneta de este tipo el país, y [esa unidad] se utilizaba solo para el traslado presidencial de aeropuertos a lugares donde tenía algún evento publico, de acuerdo a la declaración dada por el director del SAE.
Los recursos obtenidos irán directo a la Tesorería de la Federación y se destinarán a la creación de la Guardia Nacional y programas sociales. Autoridades federales esperan recabar 100 millones de pesos.
En relación a los compradores, Ricardo Rodríguez aclara que SAE hizo un análisis para saber a quiénes les iban a vender.
“Nosotros tenemos los datos, RFC y CURP, de quién los compra y los compartimos con la Fiscalía [General de la República] y cruzamos información para disminuir el riesgo de cualquier otra situación ajena”, indicó.
Además de los postores, también se dieron cita ciudadanos en general sólo para observar una subasta y los autos en exhibición. La mayoría de los asistentes arribaron en sus automóviles, sin embargo, muchos también llegaron en transporte público.
Un autobús militar, que da servicio dentro del complejo, realizó diversos viajes para llevar a los asistentes desde la entrada de la Base Aérea hasta la zona del evento, por un costo de 5 pesos por persona. Uno de los choferes comenta que durante la mañana hasta el mediodía dio servicio a al menos 180 visitantes.
La subasta fue anunciada el pasado 29 de enero por el Presidente Andrés Manuel López Obrador. La medida forma parte de la autoridad que el mandatario ha impulsado, ya que recibió “un Gobierno faraónico”.
Los participantes adquirieron las bases de venta, del 8 al 19 de febrero, en 100 pesos. Tras ello, del 20 al 22 de febrero acudieron a una inspección física sobre los lotes, a partir de una cita a los lugares donde los bienes se encuentran resguardados. El 25 de febrero se llevará a cabo la firma del acta de fallo.
