Vecinos de la vivienda, en un céntrico barrio de esta ciudad del sur de Guanajuato, callan temerosos ante la cruenta mortandad encontrada a unos pasos; mientras, irapuatenses expresan su temor y ubican a su ciudad entre las cinco más inseguras del país en encuesta de INEGI.
Por Edith Domínguez
Ciudad de México, 23 de enero (PopLab).- La casa de dos pisos marcada en la fachada con el número 7 del callejón Álvarez, en la zona centro del municipio de Pénjamo, tiene algunos vidrios rotos, madera y telas viejas que sirven de cortinas, está rodeada de otras viviendas habitadas y negocios. Nunca nadie escuchó gritos ni vio nada extraño, algunas personas apenas comentan que hace poco más de siete días, varios hombres con un acento de otra región del país rentaron la casa que, después se supo, se usaría como lugar de exterminio.
A tres minutos en automóvil o 10 caminando del callejón Álvarez, cruzando el puente del Río Huascato, está la presidencia municipal, desde donde hoy gobierna el Alcalde Gregorio Mendoza, del Partido Acción Nacional (PAN).
En la cocina, en un baño y en una de las habitaciones de la casa de dos pisos se encontraron la noche del lunes 17 de enero, cuatro cuerpos de tres hombres y una mujer. Habían sido descuartizados. Dos fueron identificados como Arturo, de 20 años, y Mayra Isabel, de 27, ambos originarios del municipio. Los cuatro desaparecieron el miércoles 12.
Los cuatro se sumaban a otros 61 hombres, mujeres y tres menores desaparecidos en el lapso de un año, que son buscados a través de redes sociales y denuncias ante la autoridad. La gran mayoría desaparecieron después que salieron de casa, o fueron privados de su libertad por hombres armados que a la fuerza los sacaron de sus viviendas. Sin embargo, el número puede aumentar debido a que familiares de desaparecidos por “miedo” no denuncian ante las autoridades, en este caso la Fiscalía General del Estado.
La constante de estas masacres continúa ensombreciendo la convivencia cotidiana de las y los guanajuatenses. Aunque las estadísticas oficiales y los datos del Gobierno federal ubican los focos más rojos del estado en las cuatro principales ciudades del corredor industrial (León, Irapuato, Salamanca y Celaya), municipios de otras regiones afrontan circunstancias y eventos similares marcados por la impunidad con que operan los grupos criminales.
En su informe del jueves 20, la Secretaria de Seguridad federal, Rosa Icela Rodríguez, presentó el corte del año 2021, en el que cinco ciudades guanajuatenses quedaron incluidas entre las 50 que concentraron la mayoría de los homicidios dolosos del estado: León en el cuarto lugar; el municipio registró en 2020 un total de 286 homicidios dolosos, en el 2021 subió a 299; Celaya y Salamanca presentaron una disminución (Celaya bajó de 212 a 197 y Salamanca de 119 a 62 homicidios), mientras que Irapuato pasó de 71 a 83 homicidios. Apaseo el Grande registra un aumento de asesinatos: de 39 en 2020 pasó a 56 en 2021.
El estado cerró el año con tres mil 516. Una vez más en el número uno de esa fatídica estadística; el 10.5 por ciento del total nacional (33 mil 308).
NADIE VIO NADA
El miedo de no saber quién vive a un lado de tu casa se hizo presente entre los habitantes del callejón Álvarez de Pénjamo y los moradores que viven al margen del río y que tienen que cruzar por el lugar para poder salir a la zona urbana. Una mujer de 47 años de edad que tiene más de 20 años viviendo en la zona relató, después de la noticia del hallazgo de los cuerpos de las cuatro personas asesinadas: “platiqué con mis hijos, no se oyó nada”. Nunca vieron algo raro, aseguran; la noticia les impactó.
La gente pasa de largo sin voltear su vista a la casa que hoy está cerrada. Un candado resguarda las dos hojas de hierro, un vidrio roto deja entre ver en el interior a un perro abandonado que espera sentado entre sus patas, lo rodean ropa tirada en el pasillo principal y entre el suelo llama la atención el color de la sangre seca.
Empleadas de un negocio vecino del callejón relataron el miedo que sienten por la inseguridad. El lunes por la tarde sólo vieron cómo llegó la policía municipal y cerraron las calles, pero hasta las noticias en los medios supieron del hallazgo de los cuerpos. “Es horrible, ocupamos más cámaras de seguridad, más vigilancia porque se queda uno como ¡Ay no! Nadie supo ni cómo ni qué, ni nada” explicó una de las trabajadoras.
Por miedo los vecinos del lugar en su mayoría se negaron a hablar, incluso dijeron desconocer el hallazgo. Entre los cuartos, la cocina y el baño de la vivienda, la policía encontró los cuerpos de Arturo Ayala Hernández, un joven de 20 años de edad que desapareció el miércoles 12 de enero, luego que salió de su casa. Luego de unas horas y que lo vieron por el callejón Del Prado, comenzó la búsqueda y los familiares acudieron al grupo de redes sociales “Personas Desaparecidas de Pénjamo”.
También estaba en la casa el cuerpo de Mayra Isabel Martínez, de 27 años de edad, quien desapareció el mismo miércoles 12. La hija de Mayra, una niña de tres años, también desapareció, pero fue localizada con vida horas después. “La tenía una señora” informaron allegados.
Los cuerpos decapitados de otros dos hombres hallados en el mismo lugar, según la Fiscalía General de Guanajuato, hasta el martes no estaban identificados. Sin embargo, entre los familiares de las personas desaparecidas que pertenecen a varios colectivos de personas desaparecidas en el estado, se conoció que los dos hombres son originarios del municipio y ya fueron identificados por sus familiares. No hubo denuncia por su desaparición.
PÉNJAMO: SE ACUMULAN DESAPARICIONES
Hace un poco más de un año comenzaron a desaparecer hombres y mujeres del municipio de Pénjamo, sin embargo nadie hablaba por miedo, primero al que dirán o no saber a qué se enfrentaban, así lo contaron integrantes de la página “Personas Desaparecidas de Pénjamo” que comenzó a hacer notar las ausencias de mujeres y hombres, luego que un familiar de uno de ellos desapareció y ante la falta de ayuda de autoridades, recurrieron a las redes sociales.
“En Pénjamo no se hablaba de las personas desaparecidas, era como un tabú” explicó uno de los organizadores de la página de Facebook, que comenzó cuando su hermana desapareció. Al subir la publicación para buscar a su familiar, otros ciudadanos enviaron datos y fotos de sus hermanos, hermanas, padres o madres desaparecidos.
Desde hace un año, el grupo ha registrado 61 personas desaparecidas, de ellas son dos mujeres y un hombre menores de edad, 12 mujeres y el resto son hombres de entre 22 a 61 años de edad. Este es el patrón que se repite en las desapariciones: “la mayoría sale de su casa y ya no vuelve, la otra es que llegan comandos a sus domicilios por ellos”, explicaron.
A pesar de que se ha incrementado el número de personas desaparecidas en el municipio, el sentir de las familias que tienen a un familiar ausente es que “parece que no pasa nada. La Fiscalía no investiga”. “Para Pénjamo no hay desaparecidos, todo está como si no pasara nada, la Fiscalía no hace su trabajo porque no investiga, hay mucha negligencia en las (investigaciones) por desapariciones, hay personas que se pueden localizar con vida, pero por la ineptitud del Gobierno no son localizadas a tiempo”. Sin embargo, también reconocen que la cifra de desaparecidos en el municipio puede ascender porque hay más desaparecidos y las familias no denuncian.
PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD
La inseguridad es percibida en todas las zonas del estado. Habitantes del municipio de Irapuato expresaron su miedo por vivir en esta ciudad para la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) que dio a conocer el INEGI, que ubicó a esta ciudad en el quinto lugar con esa percepción. Los primeros sitios en este reporte lo ocupan: Fresnillo, Ciudad Obregón, Naucalpan de Juárez, Zacatecas, Irapuato y Uruapan. En percepción por inseguridad, además del municipio de Irapuato, León y Guanajuato capital se ubican dentro de la lista de las 86 ciudades encuestadas.
El municipio de Irapuato que ahora es gobernado por Lorena Alfaro García, quien tiene un reto importante en seguridad pública, puesto que según la ENSU, también se ubica dentro de las cinco ciudades con mayor porcentaje de hogares con al menos una víctima de robo o extorsión, después de Gustavo A. Madero, Chimalhuacán (Estado de México), Tláhuac, y antes de Venustiano Carranza, junto con la primera, alcaldías de la Ciudad de México.
En el caso de Irapuato, no sólo es percepción sino el encontronazo con la realidad. Este mismo miércoles, día que se dio a conocer la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, a las 18:50 horas personas armadas dispararon contra Martha Leticia, su hija Érika, y dos de sus yernos, Cristian y Doroteo, cuando la familia se disponían a recoger la ropa que venden en su casa ubicada en la calle Héctor Alvarado, para cerrar el negocio.
Las balas los alcanzaron, los cuatro murieron en el lugar, una niña de ocho años, hija de Erika, resultó herida. Instantes después, sobre la calle Abel Martínez de la misma colonia, varios disparos se escucharon; las balas hirieron a Gabriel, de 25 años de edad.
HALLAZGO DE CUATRO CUERPOS EN ABASOLO
Debajo de unas piedras entre la comunidad de Las Mesas y el rancho La Gloria, los cuerpos de tres hombres y una mujer fueron localizados por un campesino, que al recorrer sus tierras se percató de que allí había los restos óseos de una persona. A unos metros de este primer hallazgo localizaron otros tres cuerpos.
Sin embargo, el informe oficial de la Fiscalía General de Guanajuato sólo cita el cuerpo de un hombre en estado de descomposición y restos óseos, sin dar mayores detalles de estos hallazgos.
El lunes 18, en reportes de medios locales se informó de 21 personas asesinadas, el municipio de Celaya sumó siete homicidios dolosos.
Un recuento del portal Ágora de Celaya señala que en 19 días de enero ya habían sido asesinadas al menos 89 personas en la región Laja-Bajío y otros municipios, como Irapuato, Pénjamo y Abasolo. Un promedio de cinco habitantes del estado han sido asesinados cada día, en este primer mes de 2022 que ni siquiera ha terminado.