Tras fundar su marca homónima en 1982, Gaultier sacudió la industria al presentar faldas para caballero y kilts en sus colecciones masculinas. Se volvió famoso como un diseñador que jugaba con los límites de la identidad de género y empoderaba a las mujeres.
PARIS, 23 de enero (AP) — Jean Paul Gaultier colgó su almohadilla de costura y se retiró definitivamente de las pasarelas el miércoles con un gran desfile en París que tuvo como invitado sorpresa al cantante Boy George.
Las colecciones de alta costura eran los únicos desfiles donde se podían ver las creaciones del diseñador desde que terminó con los desfiles de sus colecciones de confección en 2014.
El adiós de Gaultier fue un gran momento para la industria, pero también un paso lógico para el que solía ser el niño terrible de la moda francesa, quien había reconocido estar desilusionado con el ritmo frenético de la industria moderna de la moda.
En el desfile del miércoles la actriz española Rossy de Palma se lució por la pasarela al igual que las hermanas modelo Gigi y Bella Hadid. La vedette Dita Von Teese, actriz francesa Beatrice Dalle también fueron ovacionadas, mientras que George ovacionó a Gaultier.
La ex primera dama y ex supermodelo francesa Carla Bruni se sumó a los cientos de aficionados de Gaultier que llegaron al Teatro Chatelet para ver la última pasarela del artista.
“La vida es siempre el final de una era”, dijo Bruni a The Associated Press, con un tono animado. “Jean Paul nunca puede detenerse”.
Gaultier, de 67 años, dijo esta semana en un tuit que el desfile era para “celebrar 50 años de mi carrera y también será el último”, aunque agregó: “estén seguros de que la alta costura continuará con un nuevo concepto”. El diseñador no compartió otros detalles sobre su nueva etapa.
Para la relativamente pequeña escena de la moda en París, que el año pasado perdió a la enorme figura de Karl Lagerfeld, la decisión de renunciar de Gaultier, también ha dejado una gran huella.
La diferencia es que “Jean Paul está vivo, está bien y está vivo”, agregó Bruni sonriendo.
Para lidiar de frente con los rumores sobre el final de su carrera, el siempre humoroso Gaultier comenzó el desfile con la escena de funeral en la que seis modelos hombres cargaron un ataúd negro en la pasarela. El desfile terminó después de 90 minutos de creaciones nuevas con saltos y risas en el escenario mientras George cantaba su éxito “Church of the Poison Mind”.
La energética colección fue un recorrido por los grandes éxitos de la carrera de Gaultier. Figuras de su pasado, incluyendo modelos de la década de 1980, así como modelos del momento como Karlie Kloss embellecieron la pasarela.
Los diseños incluyeron pantalones cortos de mezclilla con unos pantalones completos cosidos por detrás, un vestido con forma de paracaídas con estampado asiático, un vestido hecho de cinturones, un esmoquin con flequillos, e incluso un traje ninja con un tocado de plumas. Sobra decir que había muchos estilos que rompían con los límites entre los géneros.
El ánimo se sentía más como un concierto de rock que un desfile de alta costura, incluyendo los gritos del público animado. Por su parte, la estrella pop francesa Mylene Farmer apareció de detrás de una pantalla para desfilar con sus canciones de fondo y Von Teese provocó gritos histéricos al salir con un corsé.
Definitivamente fue un momento histórico para la moda.
Tras fundar su marca homónima en 1982, Gaultier sacudió la industria al presentar faldas para caballero y kilts en sus colecciones masculinas. Se volvió famoso como un diseñador que jugaba con los límites de la identidad de género y empoderaba a las mujeres.
Al ver en retrospectiva las décadas de sus creaciones, Gaultier dijo a The Associated Press hace algunos años que fue el famoso corsé que hizo para la gira “Blond Ambition” de Madonna de 1990 el que lo convirtió en un nombre conocido en Estados Unidos.