El 75 por ciento de los homicidios cometidos en 2017 fueron ejecuciones del crimen organizado, relacionados con la lucha de plata y plomo por el control de territorios, según el Semáforo Delictivo. Los datos muestran el fracaso de la estrategia de seguridad. No hay autoridad municipal o estatal que pueda hacer frente a la situación.
La organización lamentó que la clase política mexicana esté dedicada a dar discursos de promesas que no cumplirá, en lugar de ponerse a trabajar en estrategias que puedan reducir considerablemente la ola de violencia.
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Ciudad de México, 23 de enero (SinEmbargo).- Los números confirman la pesadilla: 2017, el quinto año de administración peñanietista, es el más sangriento en la historia reciente de México.
Al menos 25 mil 339 homicidios se registraron desde el primer día de enero y hasta el último día de diciembre del 2017. La cifra representa el 23 por ciento más que en 2016.
El 75 por ciento de los homicidios fueron ejecuciones del crimen organizado, relacionados con la lucha de plata y plomo por el control de territorios, de acuerdo con información presentada por Semáforo Delictivo Nacional, una herramienta de evaluación, de participación ciudadana y de prevención social de la violencia y la delincuencia.
Las cifras (18 mil 989 ejecuciones del crimen organizado) muestran un alza de 55 por ciento en comparación al año anterior.
El deterioro es general, pues en 26 estados tuvieron un incremento en el número de homicidios, detalló Santiago Roel, fundador del Semáforo Delictivo, desde la Ciudad de México.
Nayarit (554 por ciento); Baja California Sur (192 por ciento); Aguascalientes (119 por ciento); Quintana Roo (118 por ciento) y Baja California (77 por ciento) son las entidades con mayores porcentajes de aumento en el número de homicidios.
La tasa anual de homicidios por cada 100 mil habitantes en el país cierra con 21. Los estados en doble-rojo, con tasas superiores a 40 son Colima (con 99), Baja California Sur (76), Guerrero (65), Baja California (61), Sinaloa (45) y Chihuahua (43).
El análisis identificó 14 municipios, repartidos en 5 estados, que tienen tasas superiores a 100, entre los cuales destacan destinos turísticos como Acapulco, Los Cabos y Zihuatanejo.
Los datos muestran el fracaso de la estrategia de seguridad. No hay autoridad municipal o estatal que pueda con esto, señaló Roel.
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MÉXICO APUESTA A LA MUERTE
De acuerdo con la información del proyecto no gubernamental, la regulación de las drogas es la única alternativa para hacer frente a la violencia extrema.
“Es momento de resolver el asunto a fondo. Cada droga tiene sus riesgos, no se pueden regular de la misma manera. Es momento de voltear a ver los países que han reducido radicalmente los daños como Suiza en el caso de la heroína o aquellos que incluso han generado negocios con las drogas de uso terapéutico y medicinal”, indicó el activista.
Turquía es un gran ejemplo de negocio con la amapola para producir medicamentos, no heroína; Canadá va por el gran negocio de la mariguana industrial, médica y recreativa. California, la séptima economía del mundo, también, ejemplifican. Sin embargo, en México se apuesta por la violencia y la muerte.
“Nada va a cambiar si no lo cambiamos los ciudadanos, los empresarios, las ONG. No veo candidatos haciendo propuestas sobre el tema. Es más de lo mismo, están vendiendo la idea de que ellos son diferentes y eso no va a cambiar las cosas. Mentira, éste es un problema estructural que requiere un cambio de estrategia”, indicó Roel.
OTROS DELITOS
Otros delitos que son monitoreados por Semáforo se encuentran también en rojo. Entre ellos están el robo a negocio, con aumento del 29 por ciento; robo con auto, con 16 por ciento; lesiones dolosa, con el 11 por ciento; extorsión, con el 11 por ciento; secuestro, 2 por ciento y robo a casa, 1 por ciento.
Las entidades con más números rojos son las Baja Californias, Zacatecas, Guerrero, Veracruz, Tamaulipas, Tabasco, Morelos, Colima y Quintana Roo.
En esos estados vemos las tasas más altas de delitos relacionados con violencia extrema, como son las ejecuciones del crimen organizado, los secuestros, la extorsión y el robo de auto con violencia, indicaron los expositores del informe.
Empezamos a ver estados en rojo que antes no aparecían en este mapa como Aguascalientes y Quintana Roo, lo que confirma que la violencia se ha extendido a prácticamente todo el territorio nacional y que ninguna región está exenta de caer en un deterioro extremo, puntualizaron.
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