Ciudad de México, 23 de enero (SinEmbargo).– A los dos días de haber llegado, Franck Lampard y John Terry le dieron sus celulares y le comenzaron a llamar “Johnny Kills”. Juan Mata llegaba a Londres proveniente del Valencia, convertido en uno de los fichajes bombas para la campaña 2011-2012. Convertido en uno de los mejores mediocampistas de Europa, el nacido en Oviedo finiquitaba una historia de éxito hasta llegar a la filosofía de Roman Abramovic con su Chelsea convertido en un gigante continental en base a una solidez económica. Juan se ganó el respeto de Stamford Bridge como lo hizo en las inferiores del Real Madrid, en el primer equipo del Valencia y en la Selección Española de Futbol.
Tras dos temporadas de protagonismo constante, el regreso de José Mourinho lo relegó al banco de suplentes. Fiel a sus principios se mantuvo firme sin demostrar un malestar que desde su entorno filtraban a la prensa española. Mientras los rumores se acrecentaban, Mata jugaba lo que el técnico portugués le concedía, a pesar del inicio titubeante de Les Blues. Después de seis meses con altibajos, el primer día del año todo cambió. La paciencia inquebrantable mostró una pequeña fisura provocando el enfado masivo de José Mourinho. Sustituido al minuto 53, la cámara captó un leve gesto de disgusto cuando Juan se disponía a sentarse en el banco. Mou declararía después que las puertas estaban abiertas para el español, si así lo deseaba.
A la par del momento incómodo vivido en Londres, un equipo mítico de Manchester sufre un presente apabullante sin encontrar la puerta para revertir una situación atípica durante los últimos 27 años al mando de Sir Alex Ferguson. David Moyes ha hecho del teatro de los sueños, un lugar lleno de lamento. Ese que los más de 65,000 aficionados del United sufren cada vez que juegan de local. Los diablos Rojos tienen un hueco en el medio campo sin esa figura emblemática para gestar oportunidades de gol. Atento a lo que pasaba junto al Río Támesis, Moyes apuntó el nombre de Juan a la lista de posibles soluciones. Este miércoles, los medios ingleses reportaron una mañana movida desde el campamento del Chelsea hasta las oficinas del equipo de Manchester.
Se habla de una oferta concreta de 40 millones de libras, mucho más de los 25 que el Chelsea le pagó al Valencia hace dos temporadas y media. Juan llegaría a Old Trafford con el mote de salvador. Un hombre de rostro sereno está a punto de meterse a la boca del lobo. Alejado de las zonas de clasificación europea, el cuadro rojo entregaría al español la batuta para revertir una crisis acrecentada con la derrota de ayer frente al Sunderland en las semifinales de la Carling Cup. “Entiendo totalmente a nuestros aficionados que esperan ver a su equipo con nuevos rostros, pero enero es un mes difícil para traer gente”, había declarado Moyes, a pesar de los rumores. En el tintero está la contraoferta del Chelsea, que querría a Rooney como parte de la operación.
Mata solo ha sido titular con el Chelsea en 11 de los 22 partidos de la presente temporada. Quien fuese elegido como el mejor jugador de la plantilla los últimos dos años, estaría viviendo los días finales de una aventura londinense reflejada en su cuenta de Instagram. Tranquilo en su forma de ser, Juan se ha adaptado a una ciudad cosmopolita que no renuncia a sus tradiciones de camiones rojos y fachadas antiguas. Las ganas de jugar, en pleno año mundialista, lo harían mudarse a la industrializada Manchester, donde dos colores definen la forma de ser de sus habitantes. El United necesita un cerebro fresco de gran condiciones, “Jhonny Kills” requiere un equipo que valore su trabajo. Las piezas encajan y 40 millones de libras, podrían terminar de afianzar el mejor traspaso de este mercado invernal.