Por Roberto Ponce
MÉXICO, D.F. (apro).- La editora Random House Mondadori de México acaba de sacar a la venta el volúmen Trilogía de la Fundación, que incluye las sagas fantásticas Fundación, Fundación e Imperio y Segunda Fundación, tres novelas publicadas con gran éxito entre 1951 y 1953 por la prolífica pluma del escritor ruso-norteamericano Isaac Asimov (2 de enero,1920-6 de abril, 1992).
Las obras de Asimov alcanzaron la cima de su popularidad durante la década de los setentas, al punto que para 1982 el autor decidió continuar aquella célebre trilogía con el libro títulado Límites de la Fundación, seguido de otra tríada sobre la misma temática: Fundación y Tierra (1986), Preludio a Fundación (1988) y Más allá de Fundación (1993), aparecidas en la revista Isaac Asimov Sci-Fi Magazine.
Sin embargo, éstas novelas postreras nunca alcanzaron el poderoso atractivo que suscitó la triología original. Asimov publicaría alrededor de 469 libros, ninguno de ellos accesible a través de internet de forma gratuita (http://www.asimovonline.com/asimov_FAQ.html#starters1). Hoy por hoy, el también autor de Yo, robot (1950) ocupa el número 17 en la lista de autores más traducidos del mundo, apenas un escalafón debajo de Arthur Connan Doyle (Las aventuras de Sherlock Holmes) y por encima de Juan Pablo II. De todas las obras de su catálogo (cuyo acervo guarda la Universidad de Boston), su preferida era la única historia “cibersexy” que escribiera, Los propios dioses (1972), título tomado de una frase del filósofo y poeta aleman Federico Schiller (1759-1805):
“Contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano.”
Nacido en la villa de Petrovichi, en la entonces llamada República Soviética Socialista Federada (futura URSS) el 2 de enero de 1920, su madre cambió la fecha de su nacimiento por septiembre 7 de 1919 para que entrara con antelación a estudiar (si bien otras fuentes hacen referencia a que nació el 4 de octubre de 1919). El 11 de enero de 1923, su familia (de origen ruso-judío) emigró a Nueva York. En 1938, los primeros cuentos de Isaac Asimov fueron rechazados por el editor de la revista Astounding Science Fiction Joseph Campbell; pero al año siguiente logró la aparición de algunos relatos fantásticos en Amazing Stories.
Al morir Asimov en Manhattan hace 20 años, los médicos ocultaron las causas verdaderas de su deceso, ya que falleció contagiado por una transfusión de sangre contaminada de Sida en 1983, según revelaría su viuda Janet Asimov en 2002 al diario especializado en ciencia ficción Locus (http://www.locusmag.com/2002/Issue04/Letter.html).
La traducción de las 904 páginas que nos ocupa para nuestros lectores de la agencia noticiosa Apro en este adelanto del “libro de bolsillo” y “best seller” Trilogía de la Fundación, estuvo a cargo de Pilar Giralt y sus derechos fueron cedidos por Editorial Brugera, en acuerdo de Doubleday, un sello de The Knopf Doubleday Broadway Publishing Group, división de Random House Inc (www.megustaleer.com.mx).
Enseguida, ofrecemos la introducción “El ciclo de Trántor” que incluye dicho ejemplar de la genial tríada novelesca de Asimov, redactada por Carlo Frabetti para la edición de Random House Mondadori mexicana.
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EL CICLO DE TRÁNTOR
En 1966, en la XXIV Convención Mundial de Ciencia Ficción, celebrada en Cleveland, se otorgó el Premio Hugo a la mejor “serie de novelas” del género a la Trilogía de la Fundación de Isaac Asimov, de la que Fundación constituye la primera parte.
Los Premios Hugo reciben su nombre en honor de Hugo Gernsback, pionero del género y creador del término “ciencia ficción” (CF). Son concedidos anualmente en las convenciones mundiales de CF, por votación de los asistentes, en las diversas categorías del género (relato, novela, revista especializada, etcétera).
El citado premio se estableció por primera vez aquel año, y no galardonaba, como los demás Hugo, únicamente el mejor trabajo del año en su categoría (la “serie de novelas” no es un fenómeno tan frecuente para poder establecer un premio anual en esta categoría), sino la mejor serie de CF hasta entonces escrita.
Y de lo que no hay duda es de que se trata de una de las obras más ambiciosas del género en cuanto a planteamiento y amplitud.
Asimov toma como punto de partida de su narración-especulación el comienzo de la decadencia –en un remotísimo futuro—de un colosal imperio galáctico que abarca a toda la humanidad, diseminada por millones de mundos.
La capital de ese superestado cósmico es Trántor, un planeta íntegramente destinado a las tareas administrativas, totalmente independiente de los suministros exteriores…y por ello extremadamente vulnerable…
Un psicólogo y matemático genial (Hari Seldon) prevee el derrumbamiento del Imperio y el subsecuente caos, y decide emplear la ciencia psicohistórica (una especie de psicología de masas matemáticamente estructurada) para reducir al mínimo el inevitable período de barbarie que antecederá a la consolidacion de un Segundo Imperio.
Para ello establece dos Fundaciones, una en cada extremo de la Galaxia, con el fin de preservar el saber humano.
A partir de aquí, se irán sucediendo diversas épocas –cuyo advenimiento vendrá marcado por otras tantas crisis-- previstas por la psicohistoria, en las que cambiarán las cabezas visibles del poder y las formas de ejercerlo, pero en las que la Primera Fundación (de la segunda no tendremos noticia sino hasta la última parte de la trilogía) irá expandiendo y afianzando cada vez más su influencia sobre la Galaxia.
Inspirándose directamente –como él mismo ha reconocido-- en la historia de nuestro pasado, Asimov bosqueja los procesos sociopolíticos de su futuro hipotético, el paso de una forma de gobierno basada en la religión a una plutocracia más explícita, o, si se prefiere, del supersticioso Medioevo al Renacimiento, con sus principios de mercaderes.
Así, en esta primera parte, asistimos a las “crisis de crecimiento” de la Primera Fundación, hasta que extiende sus dominios hacia el mismo centro de la Galaxia…, donde, invariablemente, tropezará con los restos del antiguo Imperio, desmembrado y en continua decadencia, pero aun así fortísimo.
Este colosal encuentro cósmico dará lugar a la segunda parte de la trilogía, Fundación e Imperio, donde la súbita aparición de un factor imprevisible amenaza con desbaratar el gigantesco y meticuloso plan de los psicohistoriadores. Pues dicho elemento perturbador es un mutante, un individuo dotado de extraordinarios poderes mentales y que la psicohistoria no puede integrar en sus cálculos, ya que se trata de un individuo aislado y esta ciencia sólo puede operar sobre la base de grandes masas humanas (del mismo modo que la teoría cinética de los gases puede predecir el comportamiento global de millones de moléculas, pero no de una molécula determinada).
Entonces entrará en escena la Segunda Fundación, dando parte a la tercera y última parte de la serie…
Pero no anticipemos los acontecimientos, pues uno de los mayores alicientes de la trilogía es su tratamiento poco menos que detectivesco… Un absorbente relato de intriga contado a una escala gigantesca, tanto espacial como temporal.
Cada una de las cinco partes que componen Fundación, así como las que integran los otros dos títulos de la trilogía, constituyen un relato autónomo (de hecho, inicialmente publicados en revistas como relatos sueltos), aunque obviamente relacionado con los demás, como las partes de un texto de historia.
Del mismo modo, cada una de las tres partes de la trilogía constituye un todo en sí mismo, aunque una comprensión completa exige la lectura de toda la obra, y, a ser posible, en el orden indicado.
Por último, por si algún lector se pregunta por qué esta introducción se titula “El ciclo de Trantor” y no, por ejemplo, “La Trilogía de la Fundación”, les aclararé que eso es algo que entenderán perfectamente… en cuanto concluyan la serie. (introducción de Carlo Frabetti).