En este caso, la cuestión sería hasta qué punto las autoridades aceptaran como base los datos de seguridad y eficacia ya presentados para la vacuna actual, a pesar de tratarse de una nueva modificación. Esto, a su vez, influiría en la duración de un posible proceso de aprobación.
Madrid, 22 de diciembre (Europa Press).- Pfizer y Moderna están probando sus vacunas contra el coronavirus para ver si funcionan contra la nueva cepa que se ha identificado en Reino Unido y otros países, según comunicados de las compañías publicados en CNN.
“Basándonos en los datos hasta la fecha, esperamos que la inmunidad inducida por la vacuna de Moderna proteja contra las variantes recientemente descritas en el Reino Unido; realizaremos pruebas adicionales en las próximas semanas para confirmar esta expectativa”, recoge el documento de Moderna.
Por su parte, Pfizer ha informado al medio estadounidense que ahora está “generando datos” sobre lo bien que las muestras de sangre de las personas inmunizadas con su vacuna “pueden ser capaces de neutralizar la nueva cepa del Reino Unido”.
NEWS: The Pfizer-@BioNTech_Group #COVID19 vaccine has not been approved or licensed by the @US_FDA but has been authorized for emergency use to prevent COVID-19 in individuals 16 & older. See conditions of use: https://t.co/RbC0OwSEEi pic.twitter.com/9b2BYPFk9Z
— Pfizer Inc. (@pfizer) December 12, 2020
Mientras tanto, BioNTech, socio colaborador de Pfizer, ha anunciado que podría producir en un periodo de seis semanas una modificación de su vacuna para adaptarla a esta mutación del virus. “Pero eso es una consideración puramente técnica”, ha comentado este martes el jefe de BioNTech, Ugur Sahin.
El dirigente de la compañía ha precisado que no se trata sólo de cuestiones técnicas, sino también de cómo las autoridades reguladoras calificarían esta modificación. En cualquier caso, ha asegurado que es “muy probable” que la vacuna que ya se ha producido también funcione contra la nueva variante. “La plataforma de la vacuna anterior no se vería afectada en caso de que se desarrollara más”, ha añadido el director médico y cofundador de BioNTech, Ozlem Tureci.
En este caso, la cuestión sería hasta qué punto las autoridades aceptaran como base los datos de seguridad y eficacia ya presentados para la vacuna actual, a pesar de tratarse de una nueva modificación. Esto, a su vez, influiría en la duración de un posible proceso de aprobación.
Por otra parte, el director ejecutivo de BioNTech, Sean Marett, ha avanzado que las primeras entregas de la vacuna en la Unión Europea pueden comenzar este miércoles. Además, ha detallado que a finales de este año los países europeos podrían recibir hasta 12.5 millones de dosis.
Las dosis están actualmente almacenadas en la planta de Pfizer, el socio de BioNTech en Estados Unidos, en Puurs (Bélgica). Aquí es donde las materias primas, que se fabrican en las diversas instalaciones de producción de BioNTech, se procesan y se llenan.
Según ha explicado el director financiero de BioNTech, Sierk Poeting, las dosis deberían estar en cada estado miembro de la UE el sábado para que las vacunaciones puedan comenzar el domingo. Esa es la previsión que también tiene la Comisión Europea.
El presidente del organismo alemán de lucha contra la COVID-19, el Instituto Robert Koch (RKI), Lothar Wieler, ha comentado que la nueva variante es aparentemente mucho más común en Reino Unido que otras cepas. “Eso podría ser porque es más infecciosa, pero no tiene por qué ser así. Todavía no podemos evaluar claramente la importancia de la variante para lo que está sucediendo”, ha precisado.
En cuanto a la importancia de la variante en la vacuna, Wieler ha esgrimido que “todos los datos conocidos hasta ahora sugieren que la protección proporcionada por la vacunación no está restringida si esta variante se extiende más allá”.