Por Enrique Huerta, especial para SinEmbargo
Ciudad de México, 22 de diciembre (Luces del Siglo/ SinEmbargo).– Minutos antes de “brincar” desde la terraza del piso 19 de la Torre Emerald Cancún, la búlgara Galina Chankova Chanev fue violada y existen evidencias de que intentó defenderse de sus agresores, así lo reveló en su momento el informe del levantamiento de cadáver realizado por el médico forense de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Quintana Roo, Alberto Domínguez, la madrugada del 2 de abril de 2011 y del que da cuenta el semanario Luces del Siglo.
Galina Chankova tenía apenas unas horas de haber arribado al aeropuerto de Cancún, procedente de Ámsterdam, Holanda, en compañía de Gergana o Ivanova Ralitsa, contratadas por una agencia de modelos para que esa misma noche trabajaran en la fiesta organizada por el ex dirigente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Jorge Emilio González Martínez.
Lo anterior se desprende de la declaración rendida aquella madrugada por el búlgaro Mario Pidev ante el subprocurador de la Zona Norte, Ludwig Alejandro Vivas Arjona, y la representante de la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales, Ingrid Alejandrina Flores Arjona.
Amigo del Senador verdecologista y operador de la agencia de modelos internacionales, Pidev declaró que él habitaba el departamento donde ocurrió el incidente porque se lo había prestado el propio González Martínez, verdadero propietario del inmueble. El búlgaro también reveló que fue su “amigo” quien le pidió organizar la fiesta y contratar a las modelos.
Ante los señalamientos que le hicieron los medios de información por la muerte de la ciudadana búlgara en su departamento, González Martínez negó que fuera dueño del mismo y que ese día hubiera asistido a la fiesta de la tragedia.
Posteriormente, el diario Reforma documentó que él era el propietario de dos lujosos departamentos del complejo Emerald, el 19 B y el 19 C, que fueron fusionados. Ante ello, González Martínez admitió que los departamentos eran de su familia pero negó rotundamente haber asistido a la fiesta.
“Lo juro por la memoria de mis abuelos: jamás he hecho una fiesta ahí, no tengo ni una propiedad en el Emerald. Ninguna”, insistió “El Niño Verde”.
En su declaración, que cita Luces del Siglo, la cual está asentada en la averiguación previa CAN/1617/2011, Pidev da cuenta de las últimas horas de vida de Galina, desde que arribó al aeropuerto de Cancún, los preparativos, el inicio y el desarrollo de la fiesta, hasta el momento en que salió furiosa de la habitación, a la que previamente había entrado con dos tipos, para exigir, sin éxito, que la sacaran del lugar o buscaría otra forma de irse: “Galina no quería como escuchar (sic) y solamente vimos cómo se aferró con las manos al balcón y se brincó al vacío”.
Según Pidev, al inicio el ambiente fue ameno, como era costumbre en ese tipo de reuniones organizadas por González Martínez. Había infinidad de botellas de marcas variadas y cocaína para los que quisieran.
DETRÁS DE LAS CÁMARAS
La fiesta se descompuso pasadas las 12:30 horas del 2 de abril de 2011, luego de que Galina se metiera a una habitación con dos tipos para salir furiosa y le suplicó a su amiga Gergana que la sacará de ese lugar, que estaba desesperada, a lo cual se opuso Pidev bajo el argumento de que para eso había sido contratada.
“Yo contacté a la muchacha que se llama Galina en el aeropuerto de Cancún ya que ella procedía de Holanda y se dirigía a esta ciudad para trabajar con nosotros en una agencia de modelos y edecanes, que le presta servicios a algunos políticos y funcionarios del gobierno”, introdujo el búlgaro.
“Ella llegó muy tranquila, de hecho fuimos de compras, la llevé a Liverpool a comprarse ropa porque sólo traía una pequeña maleta y no sólo no era suficiente sino que no era adecuada para su nuevo trabajo, ella no hablaba mucho y su amiga era la que tomaba las decisiones ya que para comunicarse era muy mala pero yo la verdad sólo la noté muy rara, no sé si venía drogada o algo así.
“Sin embargo –continúa el relato de Pidev–, le dije que descansara un poco y se arreglara, ya que por la noche vamos a atender a la persona que me presta el departamento, que es donde pernocto, que se llama Jorge Emilio y que se dedica a la política junto a su familia y que son personas importantes en ese ámbito, la muchacha hizo lo que se le ordenó y se fueron a descansar”.
El búlgaro añadió: “Yo llegué al departamento después de las 6 de la tarde pues se organizaba una fiesta para mi amigo Jorge Emilio que llegaba de la capital de México en compañía de otras personas, por lo que me solicitó que organizara una fiesta ya que venía con su novia y otros amigos y quería que le llevara edecanes guapas, si eran de origen europeo pues decía que mucho mejor”.
Pidev reconoció que le había resultado “muy provechoso” el arribo de Galina y Gergana o Ivanova, quien en realidad resultó ser la responsable de contactar mujeres europeas para la agencia.
“[…] cuando arribé al departamento ya había varias chicas de diferentes nacionalidades, entre ellas Galina, por lo que la reunión resultó muy amena y a eso de las 8 de la noche comenzaron a llegar los invitados, para esa hora Jorge Emilio ya estaba con nosotros, pues nos dijo que posiblemente su novia no llegaría y se había quedado a dormir en otro de sus departamentos que tiene en el mismo edificio.
“Ya […] pasando las 8, estuvimos con muchas personas, ya en su departamento de Jorge Emilio, todo muy tranquilo y ameno como normalmente sucede en esas reuniones. Había bastantes botellas para tomar de diferentes marcas, no voy a negarlo hubo personas que estuvieron consumiendo creo que drogas y sí vi a Galina un par de veces inhalar algo que parecía ser cocaína, no tengo certeza qué fue pues tampoco soy su carcelero, simplemente cada quien es libre de hacer lo que quiere.
“Transcurrieron varias horas y todo estaba bien, el problema fue cuando Galina llegó a una de las habitaciones acompañada de dos personas, de las cuales desconozco quiénes son. Sería la hora exacta como a las 12:30 [sic], pero después de unos 20 minutos salió muy alterada de la habitación y salió un momento al balcón, luego regresó a la estancia y nos dijo que no quería estar más tiempo en el lugar y que por favor nos fuéramos de ahí, situación a la que me negué ya que ella había sido contratada de manera seria para acudir a esa fiesta, por lo que se volvió como violenta [sic] y se metió corriendo de nuevo a la habitación, pero salió de nuevo como desesperada y notamos que traía una pequeña herida en una de las manos, la cual se hizo con un objeto que después supimos fue un abrecartas que había en la habitación, salió de nuevo al balcón y se puso a discutir con nosotros, me refiero a Gergana y a mí, situación que se tornó áspera pues nos señaló que ya estaba harta y desesperada, que se iba a ir a como diera lugar, después de unos minutos de que tratamos de convencerla de que se calmara y tranquilizara para que todo volviera a la normalidad, Galina no quería como escuchar [sic] y solamente vimos cómo se aferró con las manos al balcón y se brincó al vacío [sic]”.
Posteriormente, sigue Pidev su relato, hubo gritos, los invitados se espantaron y salieron en estampida, al grado que los elevadores de la torre estuvieron saturados por varios minutos.
“[…] supongo que alguien llamó a la policía porque cuando nos dimos cuenta ya estaban en la parte de abajo. Todo mundo se asustó mucho y comenzaron a retirarse de inmediato, yo sólo traté de bajar para ver si se podía hacer algo por ella pero el elevador de servicio era un caos, por lo que tuve que esperar un tiempo, cuando bajé había algunos vecinos y los de seguridad del edificio muy asustados, casi todos se habían ido y yo solo de manera muy apenado traté de buscar a Jorge Emilio para decirle que tratara de remediar la situación ya que le podría ocasionar algún problema, pero no lo encontré, seguramente ya había ido a otro de los departamentos que tiene ahí o al de algún amigo porque no hacía mucho aún lo había visto dentro de la fiesta”, concluyó.
CABOS SUELTOS
De acuerdo con el dictamen del médico forense Alberto Domínguez, Galina presentaba huellas de que había sido violada “por el ano”, provocándole desgarramientos y que la cortada con arma punzocortante que llevaba en la mano era de las clasificadas como herida en defensa.
Sin la autorización de sus familiares ni de la embajada de Bulgaria en México, la Procuraduría General de Justicia de Quintana Roo decidió cremar los restos de Galina el día 7 de abril.
Después de la muerte de Galina, las autoridades estatales no volvieron a citar a Pidev ni a Gergana o Ivanova. Lo único que conserva la procuraduría de esta última es una copia de su pasaporte de Nacionalidad Búlgara con número de serie 440028523 emitido por la Republica de Bulgaria y expedido en la capital Sofía.
Fue ella misma quien informó a la familia de Galina en Karnobat. Veliko Chanev, hermano de la occisa, ha dicho a la prensa de su país que abrieron un proceso ante la justicia búlgara para llegar hasta el fondo del asunto y que se han dado a la tarea de buscar a Ivanova Ralista, porque ella es una de las piezas claves en los hechos.
La muerte de Galina apareció en diminutas noticias de las páginas interiores de algunos medios locales que esos días dedicaron las primeras páginas al evento de toma de posesión del Gobernador Roberto Borge Angulo, acto al cual asistió González Martínez.
Las primeras revelaciones surgieron un año después, al calor de la disputa por las candidaturas a senadores y diputados federales dentro de la alianza PRI-PVEM, en la cual el “Niño Verde” contó con el apoyo directo del entonces candidato presidencial, Enrique Peña Nieto.
Su más cercano contrincante, el ex Gobernador Félix González Canto, con pleno conocimiento del expediente, hizo circular algunas partes de su contenido entre columnistas y directores de periódicos locales a su servicio para tratar de bajar al “Niño Verde” de la primera candidatura en la fórmula de Senador para las elecciones de julio de 2012.
En defensa de González Martínez tuvo que salir Peña Nieto, entonces candidato del PRI a la Presidencia de la República, con fuerte reproche contra el ex Gobernador de Quintana Roo porque la posición del “Niño Verde” estaba dentro de los pactos de alianza PRI-PVEM, por lo que González Canto tuvo que ir, callado, en la segunda posición.
Ante los señalamientos que le hicieron los medios de información, González Martínez negó que fuera dueño del departamento y que ese día hubiera asistido a la fiesta de la tragedia.
Posteriormente, el diario Reforma documentó que él era el propietario de dos lujosos departamentos del complejo Emerald, el 19 B y el 19 C, que fueron fusionados. Ante ello, González Martínez admitió que los departamentos eran de su familia pero negó rotundamente haber asistido a la fiesta.
“Lo juro por la memoria de mis abuelos: jamás he hecho una fiesta ahí, no tengo ni una propiedad en el Emerald. Ninguna”, insistió “El Niño Verde”.