Catrinas deslumbrantes ataviadas con trajes brillantes y coloridos, mariachis, luchadores, adelitas, mujeres vestidas de novias y de la muerte, e incluso perritos Xoloitzcuintles disfrazados de calacas, acompañados por impresionantes esqueletos gigantes, desfilaron al ritmo de tambores y música de carnaval.
Ciudad de México, 22 de octubre (Sinembargo).- El Paseo de la Reforma se llenó de vida y color el día de hoy, mientras miles de personas se congregaban a la espera del tan esperado Desfile de Día de Muertos.
El desfile inició con un retraso de 45 minutos. La anticipación era palpable entre los ciudadanos, algunos de los cuales habían ocupado sus lugares desde las 3 de la tarde.
Catrinas deslumbrantes ataviadas con trajes brillantes y coloridos, mariachis, luchadores, adelitas, mujeres vestidas de novias y de la muerte, e incluso perritos Xoloitzcuintles disfrazados de calacas, todos acompañados por impresionantes esqueletos gigantes, desfilaban por la avenida al ritmo de tambores y música de carnaval. Los espectadores les vitoreaban, aplaudían y se sumían en la emoción del momento.
Ericka Corone, miembro del grupo “Tú eres Tepo y yo también,” destacó como “La Llorona Azteca”, luciendo un traje elaborado en tonos dorados y adornado con plumas de avestruz. Esta no era la primera vez que participaba en un desfile del Día de Muertos. Ericka compartió su entusiasmo por ser parte de estos eventos y destacó la importancia de mantener viva esta tradición.
“Participar es algo hermoso, porque se siente la alegría contagiada por la euforia de la gente y, sobre todo, la satisfacción de transmitir esta hermosa tradición a toda la comunidad”, expresó.
A medida que avanzaba el desfile, vendedores de algodón de azúcar, globos, diademas con flores y luces se agolpaban en las calles, ofreciendo sus productos a los asistentes. Los participantes del desfile y el público en general no dejaban de emocionarse y sacaban sus celulares para capturar la belleza del recorrido.
La compañía de percusiones Dambonse se encargó de poner el ritmo a la celebración, inundando el ambiente con sus contagiosos ritmos africanos y brasileños.