La funcionaria instó a los hondureños a no unirse a caravanas migrantes convocadas por redes sociales, porque "están rodeadas de bandas del crimen organizado y de traficantes de personas que ven estas movilizaciones como un negocio sin importar el riesgo inminente al que se enfrenta la población".
Tegucigalpa, 22 de octubre (EFE).- Un total de 183 hondureños indocumentados fueron deportados este jueves a la nación centroamericana desde México tras entrar irregularmente al país azteca y en medio de la pandemia por el coronavirus.
Así lo informó hoy la vicecanciller hondureña para Asuntos Consulares y Migratorios, Nelly Jerez, quien indicó que los retornos desde México serán "masivos" a partir de esta semana, cuando se comenzará a recibir un promedio de mil hondureños deportados.
“El retorno al país es lo único seguro que tienen nuestros compatriotas cuando migran de forma irregular; actualmente, tanto México como Guatemala han redoblado sus cordones de seguridad, por lo que llegar a la frontera de Estados Unidos cada vez es más difícil”, subrayó.
Los hondureños arribaron al país en cinco autobuses desde la ciudad mexicana de Tapachula, en el suroriental estado de Chiapas, y fueron recibidos en el Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR), en el municipio de Omoa, en el Caribe del país, donde realizaron el registro migratorio, según la Casa Presidencial.
Además, recibieron atención médica, alimentos, un kit de higiene y fueron entrevistados para incluirlos en programas sociales y de generación de empleo y oportunidades, señaló Jerez.
Entre los retornados figuran 39 menores de edad, algunos de ellos no acompañados, quienes fueron remitidos al Centro de Atención para la Niñez y Familia Migrantes Belén, en San Pedro Sula, norte del país, según la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf).
Los niños y otras 41 personas de unidades familiares (padres que viajaron con sus hijos) recibieron una "atención diferenciada con altos niveles de especialización y profesionalismo en todos los procesos que involucran el bienestar de la niñez y adolescencia", añadió la vicecanciller hondureña.
“Nuestro llamado a los padres de familia es que no se dejen engañar; los menores no significan un pasaporte de ingreso a los Estados Unidos, no expongan a sus hijos a los peligros de esta ruta, que en muchos casos ha significado la muerte para nuestros compatriotas”, enfatizó.
CARAVANAS MIGRANTES "NO SON UN PASE SEGURO" PARA LLEGAR A EEUU
Destacó que las deportaciones desde México han superado las de Estados Unidos debido a las medidas de seguridad implementadas por las autoridades mexicanas y las nuevas políticas migratorias adoptadas por EU al retornar a los migrantes a un "tercer país seguro".
La funcionaria instó a los hondureños a no unirse a caravanas migrantes convocadas por redes sociales, porque "están rodeadas de bandas del crimen organizado y de traficantes de personas que ven estas movilizaciones como un negocio sin importar el riesgo inminente al que se enfrenta la población".
“Está demostrado que las caravanas mortales no son un pase seguro para llegar a los Estados Unidos. Una muestra de eso es la caravana que salió a finales de septiembre y que no logró pasar de Guatemala. El único resultado fueron retornos masivos, un muerto y 27 menores no acompañados abandonados”, enfatizó.
En el viaje, los migrantes se enfrentan, además de los delitos de extorsión y secuestro, a los riesgos de la pandemia en extranjero, donde el acceso a la salud "es limitado", subrayó Jerez.
Según datos del Observatorio Consular y Migratorio de Honduras, en lo que va de 2020 han sido deportados al país 31.321 hondureños, de los que 18.199 retornaron de México.