La distopía de Michel Franco llega a salas de cine este jueves. Nuevo Orden, que aborda la desigualdad y el uso de la fuerza por parte del Ejército, estrena este día rodeada de polémica desde la salida de su tráiler y las declaraciones de su director.
Ciudad de México, 22 de octubre (SinEmbargo).– La cinta Nuevo orden de Michel Franco llega a salas de cine este jueves en medio de la polémica que la ha envuelto desde el estreno de su tráiler que fue tachado de racista, y después con señalamientos avivados por las declaraciones de su director, haciendo de lado los reconocimientos que obtuvo en Venecia.
El filme plantea una distopía. Una sociedad que ha llegado a los límites y ha decidido tomar el control de propia mano. La clase baja invade las calles el mismo día en que en una de las colonias más ricas de la Ciudad de México se lleva a cabo una lujosa fiesta, como si se trataran de situaciones en dos mundos totalmente diferentes.
A la fiesta llega Rolando un ex empleado de la familia de la novia, su esposa y también extrabajadora necesita un traslado urgente a un hospital para ser operada porque las instituciones públicas están tomadas por los manifestantes. Él pide el apoyo monetario de la familia, pero ellos no tienen cabeza ni el interés para otra cosa que no sea la celebración y se niegan a ayudarle, a excepción de Marianne (Naian González) que busca la forma de escapar por un momento de su boda con Alan (Dario Yazbek) para darles el dinero.
“Algo que me gusta mucho de la película es este nivel de inconsciencia con el que se retrata el mundo de Alan dentro de la casa que es ‘puede que el mundo puede estar cayéndose a pedazos, puede que la sociedad de México esté cayéndose a pedazos, pero no importa hagamos una boda’. Creo que es buen reflejo de esta desconexión total de las élites, en términos de lo que está pasando realmente en la sociedad”, comentó en entrevista con SinEmbargo, el actor Dario Yazbek.
“Lo hemos visto ahorita con gente que se va a Tulum y gasta miles y miles pesos en fiestas cuando estamos en medio de una pandemia peligrosísima, creo que eso es un poco lo mismo. Es un poco una inconsciencia total ante lo que está pasando y ante también el sufrimiento de muchas personas”, agrega.
La idea inicial que planteaba el tráiler incendió a inicios de este mes las redes sociales. Las pocas tomas que se pueden ver en los dos minutos que dura el avance fueron el tema de conversación al observar que la fiesta de gente blanca adinerada era invadida por los manifestantes de piel oscura.
“El tráiler muestra cómo el filme replica estereotipos racistas… pero incluso va más allá: cae en la ‘ZOMBIZACIÓN’ de las personas morenas y pobres. No es de extrañarse, ya que uno de los problemas de la industria del cine en México es que está dominada por la élite blanca y que son quienes cuentan las historias. Necesitamos incluir más voces para retratar de mejor manera otras realidades que no siempre son entendidas”, acentuaba la iniciativa RacismoMX en Twitter.
En una conferencia de prensa programada días después de tráiler, las protestas por la cinta crecieron cuando Michel Franco defendió a su cinta de críticas que la señalaban de ser profundamente “whitexican” asegurando que racistas eran aquellos que utilizan ese término.
Dos días después el director Michel aceptó que “la regó”:
“Yo la regué enormemente y utilicé un término que claramente no entendí y ofendí a mucha gente y desgraciadamente eso va en contra de lo que la película trata”, dijo Franco en el video.
Por su parte, el elenco ha abogado por la reflexión que hace la cinta sobre la desigualdad. El actor Fernando Cuautle –quien realiza el personaje de Cristian– recalcó que contrario a lo que se ve en una impresión en el tráiler, el trabajo Franco era poner el “dedo sobre la llaga” para reflexionar sobre el tema:
“Es un tema que desde que dimos la primera lectura lo hablamos, sabíamos que teníamos que tratarlo con respeto y es como se ha tocado todo el tiempo. Sabemos que existe y que existe aquí en México la desigualdad, y en cualquier parte de este mundo. Michel con la película está poniendo el dedo en una herida que ya está abierta, una herida que ya conocemos todos y que se tiene que hablar, se tiene que ver y es lo que queremos con la película, que la gente vaya y que reflexione. Que a partir de la película haya una reflexión a nivel social. Eso es lo importante. ¿Existe? Claro que existe, vamos a ver cómo darle darle voz y que a partir de ahí la gente pueda generar algo a nivel mental, consciente”.
LA MILITARIZACIÓN UNA DISTOPÍA NO LEJANA
En Nuevo orden, las protestas salen de control y superan a la policía, y es cuando la fuerza militar entra el quite. Elementos se asientan en todas las calles, hacen cercos e imponen toques de queda para tomar la situación en sus manos.
Son los militares quienes se apoderan de la situación y se aprovechan de ello para sacar ventaja. La violencia ahora es ejercida por ellos.
“La película en realidad no está inventando nada. Hoy en día en el mundo entero se viven atrocidades terribles frente a las cuales sí nos cegamos mucho. Entonces sí, por una parte [Michel Franco] está inventando un universo, es una ficción, y por otra parte no está inventando nada nuevo. La violencia está también muy normalizada, y Nuevo orden no es una película más violenta que ciertas películas de acción gringas, blockbuster que vienen a México, en donde el uso de armas y matan a todos despiadadamente, pero lo hacen de tal forma hasta que parezca glamuroso. Michel no le mete glamour y por eso se siente tan crudo, pero habla de algo muy real y de un potencial violento que tenemos cada uno dentro de nosotros mismos, no importa cómo nos veamos, qué tengamos en el exterior”.
El personaje de Naian González, Marianne, se convierte en víctima del uso de la fuerza durante su intento de ayudar a Ronaldo. Aunque su padre es cercano a las mayores autoridades, la firmeza de ocultar toda a corrupción y los malos manejos dentro del ejército es mayor.
La idea del filme recuerda a la reciente detención de Salvador Cienfuegos Zepeda, en Estados Unidos, en esta idea en que los ejércitos operan en total impunidad, y donde la imagen de esta autoridad se convierte en algo primordial.
“La violencia no decide a quién le afecta, y creo que sí una parte de la película en ese sentido busca como decir que si las cosas pasaran, si pasara lo que está pasando en la película, así sería. No está fantaseando no está yendo como una narrativa donde hay un héroe y salva todo. Lamentablemente la sociedad está construida de tal forma, que si esto ocurriera terminaría así. Tal vez no con una militarización, pero bueno es lo que hemos visto en la historia en Latinoamérica, en muchos lugares en donde se militariza y se concierte en una especie de dictadura militar en Argentina, en Chile, en Uruguay, en Brasil. Creo que en este caso sí, la película trata de retratar todo de una forma que sea muy apegada a la realidad. Lamentablemente la estructura está muy mal en la sociedad y así sería en desenlace”.
Nuevo orden llega a salas de cine este este jueves con un León de Plata y el Leoncino d’Oro del Festival de Cine de Venecia. Pese a la polémica, la cinta es uno de los estrenos más importantes de la temporada del cine nacional tras el parón en cines que provocó la pandemia.
