En septiembre, la producción nacional de petróleo se ubicó en mil 73 millones de barriles diarios, su caída más significativa en términos porcentuales en los últimos 20 años y este nivel de producción es similar al alcanzado durante los primeros meses de 1980, informó la Comisión Nacional de Hidrocarbros.
En enero pasado el Presidente Enrique Peña Nieto admitió que el petróleo, “la gallina de los huevos de oro” se había terminado. Tenía razón. La producción de petróleo tiene hasta 2016, 13 años consecutivos con caídas y en septiembre de este año suma nueve meses en números rojos.
Ciudad de México, 22 de octubre (SinEmbargo).– En enero pasado el Presidente Enrique Peña Nieto admitió que el petróleo, “la gallina de los huevos de oro” se había terminado. “Hemos disminuido nuestra plataforma de producción, hoy producimos menos petróleo que antes”, dijo en referencia a Petróleos Mexicanos (Pemex).
Tenía razón. La producción de petróleo tiene, a 2016, 13 años consecutivos con caídas y en septiembre de este año suma nueve meses en números rojos.
En septiembre pasado, la producción nacional de petróleo se ubicó en mil 73 millones de barriles diarios, su caída más significativa en términos porcentuales en los últimos 20 años.
“En términos porcentuales, esta es la caída más significativa en los últimos 20 años y el nivel de producción es similar al alcanzado durante los primeros meses de 1980”, detalló en un boletín la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
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Entre los factores de la caída está el trabajo de mantenimiento que tuvo que realizar Petróleos Mexicanos (Pemex) tras el paso del huracán “Harvey” en el activo Ku-Maloob-Zaap, compuesto por los campos Ku, Maloob, Zaap, Bacab, Lum y Ayatsil.
Los trabajos, realizados durante los primeros días del mes, “provocaron una disminución del 16 por ciento en la producción de dicho activo”.
“Esto afectó notablemente al indicador nacional, ya que en lo que va de 2017, más de 4 de cada 10 barriles se produjeron por Ku-Maloob-Zaap”, argumentó la CNH.
De acuerdo con cifras y expertos de México y el extranjero, la presente administración “desplumó” a Pemex, al dejar deteriorar sus seis refinerías y demás infraestructura de la petrolera.
LA CAÍDA EN REFINACIÓN
El pasado 18 de octubre, el director de Pemex, José Antonio González Anaya, dijo que para la Empresa Productiva del Estado el sector refinación ya no es un negocio redituable.
En su comparecencia ante la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados como parte de la glosa del V Informe de gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, admitió que hay refinerías de Pemex que están detenidas, aunque mencionó que se sigue invirtiendo en su modernización.
Sin embargo, dijo que por ahora para la empresa es más redituable comprar los combustibles que procesarlos.
A fines de junio y principios de julio, Pemex procesó la menor cantidad de crudo no vista desde 1990, luego de que un incendio y una inundación dejaran fuera de servicio a la mayor refinería del país el mes de mayo.
La Empresa Productiva del Estado refinó 695 mil barriles diarios de crudo, equivalente a alrededor del 42 por ciento de la capacidad de refinación de México, del día primero al 16 de julio, según datos preliminares de la compañía. La última vez que la producción fue tan baja fue en diciembre de 1990.
La producción de las refinerías del país bajó a 817 mil barriles diarios en junio, según las estimaciones de la petrolera.
Pemex cuenta con refinerías en Nuevo León, Tamaulipas, Guanajuato, Hidalgo, Veracruz y Oaxaca. Sin embargo, éstas fueron construidas en la década de los 70 y no fue sino hasta finales de 2015 cuando se comenzó a invertir en ellas mediante asociaciones público-privadas.
El resultado: en el Plan de Negocios 2017-2021 de Pemex, la petrolera acepta que pasó de ser la tercera productora de petróleo del mundo en 2004 a la octava en 2015. Descendió cinco lugares en once años.