Representantes de los tres niveles de gobierno y familiares de personas desaparecidas, recordaron frente al Obelisco aquellos trágicos momentos cuando integrantes de la delincuencia organizada privaron de la libertad y de la vida a familias enteras.
Ciudad de México, 22 de octubre (SinEmbargo/Vanguardia).– El Gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdés, pidió disculpas aquí a los familiares de los desaparecidos por no localizarlos tan rápido como quisieran, al tiempo de que se comprometió a que lo que ocurrió en Allende en 2011 no se vuelva a repetir.
Representantes de los tres niveles de gobierno y familiares de personas desaparecidas, recordaron frente al Obelisco aquellos trágicos momentos cuando integrantes de la delincuencia organizada privaron de la libertad y de la vida a familias enteras.
Al inaugurar el memorial en alusión a las personas desaparecidas, ubicado en la entrada al municipio de Allende, Coahuila, el mandatario pidió la comprensión de las familias porque a veces la localización de personas o saber el paradero no son tan rápidas como uno deseara, y en ese sentido se comprometió a que los acontecimientos terribles de Allende no se vuelvan a repetir.
Hizo alusión durante su intervención a la localización de un sobreviviente, menor de edad, que ahora se encuentra con familiares, luego de varios años sin saber de su paradero.
Reconoció el trabajo de los policías que han enfrentado a la delincuencia organizada, y a los que trabajan en la localización de las personas.
Destacó que la Organización de Familiares de Personas Desaparecidas, “Alas de Esperanza”, contara con el respaldo del gobierno para dar con el paradero de los que aún se encuentran desaparecidos.
Apuntó que, por ningún motivo, no se debe permitir que se olviden los acontecimientos, porque se olvidaría a las personas y se olvidaría la esperanza de que no vuelva a suceder.
NUNCA OLVIDARÁN
Por su parte el alcalde local, Luis Reynaldo Tapia Valadez, recordó que del 2006 al 2013, pero en particular en el 2011, fue cuando se recrudeció la violencia por la delincuencia organizada, sembrando muerte y desolación, destruyendo familias inocentes en complicidad con autoridades locales.
“Las consecuencias de estos terribles actos se han reflejado en el dolor de familias, y un pueblo que no olvidara jamás lo vulnerable que puede ser una comunidad ante grupos delincuenciales, que aquel momento no encontraban resistencia de ningún tipo”, subrayó.
Dijo que la prioridad número uno en Allende ha sido la seguridad, porque no había algo más anhelado que eso, porque estaban inmersos en un caos que los arropo por completo.
“La gente de este municipio vivía con miedo, incertidumbre y zozobra”, afirmó.
Finalmente reconoció los esfuerzos de los tres niveles de gobierno, pero en especial del gobernador Rubén Moreira, quien, desde su campaña en busca de la gubernatura, se comprometió a regresar la tranquilidad.
