Por The Huffington Post
Han pasado ya más de sietes meses desde que Richard Lee Norris, un hombre de 37 años, recibió uno de los trasplantes de cara más complicados de la historia. Ahora este dice poder disfrutar nuevamente de una vida plena y sentirse tranquilo saliendo de la oscuridad.
“Por los pasados 15 años he vivo como un recluso escondiéndome detrás de una máscara quirúrgica y haciendo la mayor parte de mis compras de noche cuando hay menos gente alrededor. Ahora puedo salir y no recibir las miradas y escuchar los comentarios que la gente pueda hacer”, comentó Norris en un comunicado de prensa enviado por el University of Maryland Medical Center, donde se llevó a cabo la operación en marzo de este año.
El caso de Norris tomó notoriedad luego de que en 1997, perdiera gran parte de sus mandíbulas superior e inferior, así como los labios y la nariz en un accidente con una pistola. Se estima que la cirugía de reconstrucción de las mandíbulas, dientes, lengua, piel, nervios y tejido tomó una 36 horas.
Recientemente el paciente ha sido capaz de oler, saborear y comer, así como ha podido retomar la habilidad de sonreír y enseñar sus expresiones. Asimismo sus funciones motoras en el lado derecho y parte del izquierdo del rostro han hecho gran progreso.
Norris asegura,
“La gente solía quedarse mirándome por mi desfiguración. Ahora ellos me mirar maravillados por la transformación en la que he incurrido. Ahora puedo caminar entre las personas y nadie me mira dos veces”.
Publicado por The Huffington Post / Especial en México para SinEmbargo.mx