En México, la lucha por la protección de los animales ha avanzado significativamente en las últimas décadas, incluida una que contemple a los animales criados para el consumo humano, que históricamente han sido los más invisibilizados en los marcos regulatorios de protección y bienestar animal.
Si bien, existen logros importantes en la dirección correcta hacia un mundo más justo para todos, aún falta dar un paso crucial para un cambio de paradigma en nuestra relación hacia los animales: garantizar su protección en la Constitución.
En Igualdad Animal, hemos liderado el impulso de reformas históricas para incluir a los animales en la Constitución, marcando un punto de inflexión en la protección animal en nuestro país. Sin embargo, el proceso aún no ha concluido y es crucial que los nuevos integrantes del Congreso actúen con determinación para aprobar estas reformas lo antes posible.
La aprobación del dictamen por parte de la Comisión de Puntos Constitucionales de la anterior Legislatura representó un hito en la lucha por los derechos de los animales en México. ¿Por qué es tan importante que ahora se apruebe en el Pleno? Porque de hacerlo, la protección animal tendrá fundamento en la Carta Magna que nos constituye como país.
No es para menos, se trata de una prueba indiscutible de cómo la protección animal es ya un tema de interés público para el desarrollo de la sociedad mexicana. Las reformas dan cuenta de ello, pues se propone abordar la protección animal con una visión integral, desde tres artículos constitucionales:
-Art. 3°. La educación incluirá la protección de los animales en los planes de estudio.
-Art. 4°. El Estado garantizará el cuidado y protección de todos los animales y quedará prohibido su maltrato.
-Art. 73°. El Congreso de la Unión podrá expedir leyes en materia de protección animal.
Así, este cambio constitucional es la respuesta a una necesidad urgente de alinearse con los avances internacionales en protección animal, de ser ejemplo para aquellos países que aún están en el camino y de reflejar los valores de una sociedad que cada vez es más consciente del sufrimiento de los animales.
Reconocemos el valor y los avances de las leyes en favor de los animales, pero necesitamos que tengan un lugar en la Constitución, para que el reconocimiento de su capacidad de sentir y sufrir se respete y tome en cuenta para las políticas públicas y la legislación futura. Además constituirá una forma eficaz de proteger a los animales, pues esta norma es aún más permanente que el resto de leyes, por lo que, una vez establecido sería difícil revocarlo, asegurando un fundamento y argumento para el trabajo de la sociedad civil a favor de los animales.
LA VOLUNTAD POLÍTICA, EL ÚLTIMO OBSTÁCULO
Con el dictamen aprobado por la Comisión de Puntos Constitucionales y que ahora está a la espera de pasar al Pleno de la Cámara de Diputados y luego al Senado, el futuro de los animales ahora depende de la voluntad política de los nuevos integrantes del Congreso.
Hemos avanzado tanto que no podemos permitir más retrasos. Postergar la discusión y aprobación de estas reformas constitucionales es prolongar el sufrimiento de millones de animales que día a día son sometidos a condiciones de crueldad, maltrato y explotación.
Sabemos que la agenda del Congreso de la Unión para este periodo es amplia y que hay muchas prioridades en la mesa, pero lo decimos con todas sus palabras: la protección animal también es prioridad. Los animales no pueden esperar más y la sociedad mexicana ha demostrado una y otra vez que está lista para este cambio.
Como representantes de la ciudadanía, las y los diputados tienen el deber de escuchar a la sociedad y actuar en consecuencia. No podemos permitir que los intereses económicos de ciertos sectores prevalezcan sobre el bienestar de los animales, como ha sucedido en el pasado.
IGUALDDA ANIMAL SEGUIRÁ VIGENTE
Desde Igualdad Animal hemos estado presentes en cada paso de este proceso, desde que se planteó por primera vez la necesidad de incluir a los animales en la Constitución en 2021. Por eso, no bajaremos la guardia. En septiembre, cuando se discuta este tema en el Congreso, estaremos vigilando de cerca cada etapa del proceso para asegurarnos de que esta demanda histórica de la sociedad mexicana finalmente se haga realidad.
La protección animal no es un lujo ni un tema secundario. Es una responsabilidad moral y política que los nuevos legisladores deben asumir con seriedad. La oportunidad de garantizar un cambio estructural para los animales está en sus manos.
Este es el momento de actuar, de poner fin al sufrimiento innecesario y de avanzar hacia un México más compasivo y justo para todos los seres vivos. A la par de esta lucha en el Congreso, te invito a conocer Love Veg México, el proyecto de Igualdad Animal que te ayudará a elegir cada día una alimentación compasiva con los animales.