José “N”, la ex pareja de Brenda, es el principal sospechoso para la familia de la joven, pues él la había amenazado de muerte días antes del crimen; sin embargo, el hombre no ha sido detenido o declarado en México, y el caso continúa impune, denunció la señora Gloria Imelda Montelongo Sánchez, madre de la víctima.
Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).- Brenda Nail González Montelongo, 30 años, desapareció cuando caminaba hacia su trabajo la mañana del 11 de octubre del año 2018, en Piedras Negras, Coahuila. Diez días después su cuerpo fue localizado sin vida y en estado de descomposición en un lote baldío cerca de su casa; la joven trabajadora había sido asesinada con un arma de fuego.
Para la familia de la víctima el principal sospechoso del crimen es José “N” –ex pareja de Brenda y padre de su hija menor–, pues él la habría amenazado de muerte días antes del feminicidio, sin embargo, el hombre, quien radica en los Estados Unidos, no ha sido detenido ni ha declarado en este país, y el caso sigue impune. Mientras, la madre y la hija de la víctima tuvieron que salir del país y ahora viven desplazadas.
“El papá de la niña, para mí, es el principal sospechoso porque él amenazó a mi hija de muerte. Sospechamos, no podemos culparlo directamente porque ni siquiera está detenido, pero él amenazó a mi hija [..] yo nada más pido que se haga justicia porque es algo muy doloroso. Es un dolor que no termina”, expresó Gloria Imelda Montelongo en entrevista con SinEmbargo.
DEMANDA DE MANUTENCIÓN
Brenda tenía 30 años de edad, era madre de un varón y una niña, y llevaba 14 años como empleada de una maquiladora; se distinguía por ser una persona responsable desde muy pequeña.
“Ella empezó a trabajar desde adolescente, era muy trabajadora, quería mucho a sus hijos, solo quería sacarlos adelante. Era muy honesta y sincera, mi hija no andaba en malos pasos porque ella se dedicaba a sus hijos y a su trabajo”, narró Gloria Imelda, la madre.
Imelda era quien le cuidaba a los menores para que ella pudiera a trabajar. Ambas vivían juntas. “Yo me dedicaba todo el tiempo a cuidar a sus hijos mientras ella trabajaba”.
La hija mejor fue producto de una relación que tuvo años atrás con José, un hombre que radicaba y tenía su residencia en Estados Unidos, sin embargo, él no reconoció y no atendió a la pequeña, relató la señora Montelongo.
Brenda buscó asesoría legal para presentar una demanda de paternidad en Estados Unidos y reclamar la manutención al padre de su hija, pero después vinieron una serie de intimidaciones, narró Imelda.
“Él la amenazó de muerte, esa persona, el papá de la niña, que por cierto él nunca reconoció. Ella iba poner la demanda en Estados Unidos, y cuando el caso ya estaba por llegar a la Corte de allá pasó el asesinato de mi hija”, narró la madre.
Las amenazas le quitaron la tranquilidad a la joven, quien manifestó a su madre sus temores, previo a su desaparición. Imelda desconoce por qué no acudió a interponer una denuncia formal.
“Ella solo me decía que tenía mucho miedo, también me decía ‘si algo me pasa, mamá, cuida mucho a mis hijos’. Tengo mucho miedo”, relató la entrevistada.
DESAPARICIÓN Y ASESINATO
Brenda se alistó de manera regular, se colocó su bata de trabajo de la maquiladora MexStar. Era 11 de octubre, ella salió alrededor de las 6:30 horas de su casa en la colonia San Joaquín para dirigirse a su empleo ubicado en el parque industrial Aeropuerto de Piedras Negras, Coahuila; sin embargo, la joven jamás arribó a la empresa.
Su hermana, quien trabaja en la misma empresa, se percató de inmediato que no se había presentado a laborar, algo totalmente atípico.
La familia rápidamente comenzó con la búsqueda entre sus amistades, allegados, familiares y en redes sociales. También interpusieron la denuncia correspondiente.
Los días transcurrieron y sus seres queridos no tenían noticias de la joven. Su desaparición fue trascendida en medios locales que reportaban de los avances de la pesquisa.
Las autoridades rastrearon su teléfono y buscaron en algunos puntos donde arrojaban la señal, pero sin tener resultados, según se lee en unas declaraciones que dio el agente del ministerio público en la Agencia Especializada en Personas Desaparecida, Rolando Fernández, a medios locales el 17 de octubre.
El funcionario también notificó en ese entonces que, como parte de la investigación, la ex pareja sentimental de Brenda había declarado ante autoridades en el poblado de Eagle Pass, Estados Unidos, donde al parecer había asegurado que no tenía relación con la desaparición, según consignó en ese entonces el medio local La Rancherita.
El cuerpo de Brenda fue localizado 10 días después en un terreno baldío ubicado en la misma colonia en la que ella residía, San Joaquín, a pocos metros de su vivienda.
El cadáver se encontraba en avanzado estado de descomposición, sin embargo, ese mismo día fue identificado “preliminarmente” porque se localizaron algunas pertenencias de la víctima: identificaciones y sus prendas, entre ellas la bata de la empresa donde laboraba.
Las autoridades confirmaron –20 días después– que los restos eran de Brenda, y dieron a conocer que la joven había sido asesinada con un arma de fuego, calibre chico, al parecer .22, y que se presumía que el ataque habría ocurrido el mismo día de su desaparición.
“Brenda iba a su trabajo, la encontramos muerta en un terreno baldío, ya estaba en descomposición. Tenía un balazo en la cabeza. El la dejó torturada, le faltaba un diente”, expresó Imelda.
Durante el 2018, año en que mataron a Brenda, al menos en cada dos horas con 45 minutos fue asesinada una mujer en México. Además, la cifra de asesinatos de mujeres creció en 16 entidades federativas durante el 2018, con respecto al 2017: el 50 por ciento del país. Guanajuato, Jalisco, Baja California, Campeche y Quintana Roo son los estados donde porcentualmente se disparó este delito.
Con un total anual de 3 mil 580 muertes violentas –de las que sólo 834 son investigadas como feminicidios–, el crecimiento anual en el número de asesinatos contra mujeres, en 2018, fue de 9.41 por ciento, en comparación con 2017, cuando se reportaron 3 mil 272 casos y sólo 735 de estos se indagan como feminicidios, de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
La madre de la víctima está convencida que la ex pareja de la joven tendría alguna relación.
“Ella me decía que, si le pasaba algo, que cuidara a sus hijos. Ella me decía eso porque ese señor la amenazó, el papá de la niña ya la había amenazado de muerte, pero él radica en los Estados Unidos”.
El pasado 22 de mayo, medios locales informaron que el Santiago de Jesús Espinoza, coordinador de agentes de ministerio público, informó que como parte de las investigaciones en el caso de Brenda se estaba buscando un acercamiento con autoridades de Estados Unidos.
Sin embargo, la madre de Brenda aseguró que hasta el momento no se ha detenido a nadie por el crimen de su hija.
"Las autoridades aún no han dado con esa persona y que no ha declarado en México. Solo me dicen que tampoco hay una prueba contundente para detener a esa persona. Esa persona es el principal sospechoso de la muerte de mi hija”, insistió la madre.
DESPLAZADAS
Gloria y sus nietos se encuentran desplazados. La madre de la víctima narró que en el mes de febrero tuvieron que dejar el país, pues les indicaron que corrían peligro.
“Las autoridades de Coahuila nos sacaron del Pueblo porque corrimos peligro la niña y yo. Nos dijeron que podría estar ahí la persona muy poderosa y que podría hacernos daño”, comentó la madre.
La mujer prefirió no dar mayores detalles de la amenaza y los motivos por los que tuvo que salir del estado, sin embargo, denunció que ahora al estar lejos, no ha podido dar seguimiento cabal a la indagatoria.
“Ya no sé qué dice la policía, ya no sé si dejaron el caso lo tienen archivado o qué. Yo no sé nada, yo me tuve que salir de ahí para proteger a mis nietos. ya no estoy en México, por los niños, porque corrimos peligro. No me han dado esa opción, no saben ni teléfono, no me han dado ningún reporte. desde ese punto ya no volví a saber nada de la investigación, si el caso ya está olvidado o todavía está abierto”, insistió la mujer.
Gloria pidió a las autoridades no dejar de lado la investigación, esclarecer el feminicidio de su hija, detener a los responsables y castigarlos. La madre clamó por justicia para su hija. “Ellos tienen que seguir con la investigación y tienen que encontrar al responsable del asesinato de mi hija”, expresó.
Y concluyó: “que se haga la justicia, los culpables tienen que pagar. Que nos ayuden a encontrar a esa persona para que pague el crimen”.