Son expertos en búsqueda técnica y hoy debutaron en un edificio derrumbado en la Colonia Emperador rumbo al sur de la ciudad, donde se aparecieron vestidos de rojo con sus perros de olfato educado, sus radares, cámaras y equipos térmicos.
Por Gustavo Borges
México, 22 septiembre, (EFE).- El equipo español de rescate se puso hoy de inmediato a trabajar con la esperanza de encontrar mexicanos vivos entre los escombros de los edificios destruidos por el potente terremoto del pasado martes que causó hasta ahora 292 muertos.
Los españoles se incorporaron a las labores de rescate de víctimas del terremoto de México sin preocuparse del “jet lag” por la diferencia horaria con España y con la idea de remover los escombros para hallar supervivientes.
“Es emocionante encontrar a alguien con vida aunque sabemos que por el tiempo transcurrido las probabilidades son cada vez más escasas”, aseguró a Efe el capitán Juan Carlos Peñas, jefe del contingente de la Unidad Militar de Emergencias constituida por 54 especialistas, incluidas dos mujeres.
Son expertos en búsqueda técnica y hoy debutaron en un edificio derrumbado en la Colonia Emperador rumbo al sur de la ciudad, donde se aparecieron vestidos de rojo con sus perros de olfato educado, sus radares, cámaras y equipos térmicos.
Unas horas antes bajaron del avión entre aplausos de la gente agradecida, durmieron unas pocas horas y apenas salió el sol se reportaron en el sitio de labor, donde sus perros se sentaron y soltaron un aullido amargo, el que indica que no hay sobrevivientes.
“Están amaestrados desde chiquitos, hoy uno detectó la presencia de personas sin vida y otro la ratificó”, dijo al referirse a la mole de escombros en una calle llamada Prolongación de Petén, donde a una mujer la sorprendió el temblor bajando las escaleras, a un abuelo cuando iba en busca de sus nietos y a un empleado de la tintorería de primer piso mientras hacía su labor.
Los españoles tienen más de una década de experiencia sobre todo en territorio español, pero desde hace un tiempo extendieron su ayuda fuera de su país y han rescatado personas en incendios de Portugal y Chile o en terremotos en Ecuador y ahora en México.
Aunque añoran encontrar a los vivos, también son diestros en sacar cadáveres enterrados en los escombros y en otras situaciones de emergencias para lo cual tienen especialistas en diversas ramas como el Comandante Moro, doctor en medicina.
“Los mexicanos son agradecidos, en las primeras horas he sido testigo de la solidaridad con las víctimas y con nosotros. Estamos aquí para lo que haga falta”, dice el médico originario de León donde también vive el capitán Peñas.
La mayoría de los integrantes de la UME son de Sevilla y algunos pocos llegan desde Madrid, pero ahora trabajan como un equipo, no español, sino un equipo humano movido por la solidaridad y la ayuda al prójimo.
A mediodía aparece el hambre, unos jóvenes les ofrecen panes con embutidos que en México llaman tortas y la primera reacción es revisarlos para ver si tienen ají picante.
Llevan horas sin dormir, pero no muestran cansancio porque están entrenados para aguantar todo lo posible. Cada minuto cuenta para hallar vidas entre los escombros.
“Estamos acostumbrados a las maniobras con carencias de sueño, es mi primera vez en un terremoto y estoy disponible para ayudar el tiempo que sea aunque a las 12 horas me relevarán”, dice el capitán Fernández minutos antes de que el grupo emigre a otro lugar de la ciudad donde recibirán la puesta del sol de este viernes con la esperanza de encontrar un milagro de vida.
Permanecerán varios días en México en función de lo que dispongan las autoridades locales sobre el tiempo de continuación de las tareas de rescate de supervivientes antes de decidirse la pérdida de toda esperanza y uso de maquinaria pesada para remover los escombros.
“Mientras nos necesiten no nos vamos de aquí”, dice Juan Carlos Peñas.